QUIERO ROBARME A LA NOVIA/ MILO MANHEIM

|CAPÍTULO 02|

El pastillo estaba lleno de parejas fajando. Hombres y mujeres que conocía. Sin embargo no iba a juzgarlos. El poder del alcohol era grande y él lo conocía a primera mano.

-Hola Milo- le saludo una rubia mientras estaba con su novio. Ambos con gorros y accesorios de fiesta.

-Hola Reyli- la saludo. Tal vez lo había visto cuando Nora le puso la cabeza, la cual aun no se quitaba. O había sabido reconocer su vestimenta, después de todo puede que no esté tan borracha.

Habitación 14, 15... ¡16!

-Mierda- maldijo en voz baja 

-¿Dónde es que estaba la llave? - Busco el papelillo en los bolsillos de sus pantalones y lo leyó, cierto, sobre la puerta. Alzo sus manos desesperadamente y la encontró.

Cuando el ruido de la puerta le indico que podría abrirse miro sus pantalones y sonrió.

-Espero que seas tan buena como dicen- expresó y dio vuelta a la manija. El cuarto de Camila estaba oscuro. Es de noche, claro que esta oscuro, se dijo burlón y siguió inspeccionando el lugar. Se dio cuenta que había dos camas y recordó que compartía cuarto con la ratoncita de biblioteca, Marena Miller, quien, posiblemente, estuviera en la biblioteca a esa hora.

-Camila- susurro y condujo hasta la cama en la que había una persona. Chocó con un mueble ya que desde la cabeza que aun cargaba era un poco difícil de ver. ¿Por qué rayos no se la había quitado ya? Se preguntó.  

-¿Dormida tan temprano?- dijo en el mismo tono y se adentró en la cama. Palpo el brazo de "Tiger" y lo acarició.

¿Lo siguiente que escucho? El grito de una chica sorprendida y sin saber porque, los gritos de ella se fusionaron con los suyos. La cama se movió no de la forma en la que él quería y lo siguiente que sintió fue un horrible ardor en los ojos y el aire se impregno de olor a pimienta. Después de luchar unos segundos su cuerpo cayó al piso.

-Maldita psicópata- maldijo quitándose la cabeza gigante para poder tallarse los ojos.

Mientras la chica siguió gritando, y él trato de poder visualizar algo pero su vista continuaba nublada y seguían ardiendo.

-¿te encuentras bien?- cuestiono cuando Manheim empezó a pestañar rápidamente. La vista seguía sin aclararse; a los pocos segundos pudo apreciar mejor las condiciones del cuarto. Miro a la chica para verificar si era Marena. Gracias a que la "nerd" había encendido las luces, la había visto, o bueno, algo así.

-Sí, es solo que... ¡ah! -volvió sus manos a sus ojos. Entre más se restregaba los ojos más le ardían. ¿Qué mierda le había echado? ¿Gas pimienta?  

-Camila me dio la llave ¿vale? - le explico antes de que ella preguntase y siguió quejándose.

-¿Acaso no te mencionó que estaría su compañera de cuarto?- al parecer la tonalidad de voz de Miller no era más que enojo.

-Pensé que estarías en la biblioteca, es lo que hacen las nerds-mierda, pensó.

Lo siguiente que sintió fue el golpe de una almohada haciéndolo caer de nuevo.