Una vez que algo está roto, jamás volverá a ser lo que era antes; eso lo había aprendido de la peor manera.
Desde que nací toda mi vida había ha sido un infierno, menospreciada por mi propia madre, lastimada por las manos de la mujer que me trajo al...
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Aurora M.
La gente es fácil de manipular, solo debes de ponerles algo diferente en frente, algo que borre o tape el error que ellos encontraron, la sociedad es tan hipócrita, pero primero te maldecirán y hablan a tus espaldas, para después halagarte y desearte lo mejor, una sociedad de mierda.
—Nos encontramos en la mansión Monaghan donde se está llevando a cabo una gran donación a diferentes centros de rehabilitación por parte de los hijos menores de la familia.
—Ninguna revista y periódico deja de hablar del evento— menciono Alexis con una copa de champaña en la mano y en la otra el teléfono— para verlo organizado en tan poco tiempo, no ha salido mal.
—Tenía que encontrar la manera en que dejaran el tema de Sebastián de lado— respondí sin interés alguno.
—Y tu mejor idea fue hacer un evento de caridad— recalco Íker parado detrás de nosotros.
—¿Tienes una mejor idea?, porque la cabeza la tienes de adorno, solo ocupas la que tienes en las piernas.
—Ese florero se ve hermoso, seguro le gustará a Larisa— se alejó de nosotros centrando toda su atención en uno de los floreros de las mesas centrales.
—Lo más resaltante de este evento, es que el líder de familia no está presente, sino su hija mayor— el camarógrafo enfoco la cámara en diferentes ángulos, logrando grabar todo del evento.
—Es momento—menciono Alexis.
Caminamos hasta el frente del evento, llamando la atención de todos los invitados. La única reportera que llamamos para que cubriera el evento, hizo que enfocaran la cámara en nosotros lo más cerca posible.
—Agradecemos mucho su asistencia a este evento con tan poco tiempo de anticipación, esperamos que nuestra ayuda pueda ser de utilidad para ellos, la donación de esta noche no solo será por esta vez, desde ahora en adelante, cada año recibirán una donación de nuestra parte.
—Queremos que nuestra gente se encuentre bien, con esto damos una pequeña ayuda, y llamamos a más personas a dar su granito de arroz — pidió Alexis mientras ponía su mano derecha sobre su corazón, haciendo una pequeña reverencia.
Los invitados aplaudieron después del discurso menos preparado y concreto que hemos dado en público, la periodista se acercó a nosotros después de despedirnos de uno de los invitados.
—Gracias por la invitación.
—Gracias a ustedes por aceptar con tan poco tiempo y cubrir todo el evento, ustedes solos.
—Con su permiso me retiro, debo seguir grabando— explico.
