Jaque Mate

Capitulo 13

Marcia se levantó temprano esa mañana, el aroma del café recién hecho llenando la cocina. El sol apenas asomaba por la ventana, pintando rayas doradas en el suelo de baldosas. Hugo, ya estaba sentado en la mesa, hojeando el celular y tomando pequeños sorbos de su taza de café.

"¿Cómo dormiste, mamá?" preguntó Hugo, levantando la vista de las noticias del móvil.

Marcia sonrió y se acercó a la mesa. "Bien, gracias. ¿Y tú? ¿Listo para otro día en la oficina?"

Hugo asintió, su expresión seria. "Sí, pero no puedo esperar a que llegue el fin de semana. Necesito un descanso."

Lucía y Julia, aparecieron en la cocina con sus mochilas al hombro.

"¡Buenos días, mamá!" exclamó Lucía, besando a Marcia en la mejilla. "¿Hay pan tostado?"

Marcia asintió y comenzó a preparar el desayuno. "Sí, hay pan tostado y mermelada. ¿Y tú, Julia?"

Julia se sentó en silencio junto a Hugo. "Café, por favor."

Hugo se levantó y le sirvió una taza de café. "¿Cómo va la universidad, chicas?"

Lucía se encogió de hombros. "Bien, supongo. Las clases son interesantes, pero estoy ansiosa por las vacaciones de verano."

Julia asintió. "Sí, yo también. A veces siento que los exámenes nunca terminan."

Marcia colocó las tostadas en la mesa y se sentó junto a ellos. "Recuerden disfrutar de esta etapa. La universidad es un momento único en la vida."

Hugo sonrió y miró a su madre. "Tienes razón, mamá. Y tú, ¿qué planes tienes para hoy?"

Marcia se encogió de hombros. "Quizás haga algunas compras o visite a la abuela. Pero primero, disfrutemos de este desayuno en familia."

Últimamente entre Marcia había cierta tensión. A Marcia no le agradaba nada la presencia de Laura en la empresa, pero Esteban estaba en desacuerdo con echarla sin tener una causa real.
Honestamente hacia bien su trabajo y eso era lo importante para la empresa y para Esteban.

No se habían vuelto a presentar situaciones de coqueto, al menos la abldaga no había vuelto a ver esas actitudes. Pero aún así no estaba del todo tranquila con su presencia.

Oficina de Marcia

Marcia: (levantando la vista de su escritorio) Esteban, ¿qué te trae por aquí?

Esteban: (frunciendo el ceño) Marcia, necesito que cambies las protecciones legales en el contrato de la empresa. No podemos seguir asumiendo tanto riesgo.

Marcia: (cruzando los brazos) Esteban, las protecciones están ahí por una razón. No puedo simplemente eliminarlas sin evaluar las consecuencias legales.

Esteban: (exasperado) Pero esto está afectando nuestra flexibilidad y capacidad para crecer. Necesitamos más libertad para tomar decisiones estratégicas.

Marcia: (serena) Entiendo tus preocupaciones... Pero también debemos considerar los riesgos. Si cambiamos las protecciones, podríamos enfrentar demandas o sanciones.

Esteban se sienta en una silla frente al escritorio de la pelirroja.

Esteban: (suspirando) Marcia, confío en ti. Pero necesito que encuentres una solución que nos permita avanzar sin poner en peligro la empresa.

Marcia: (sonriendo) Haré mi mejor esfuerzo, Esteban. Pero recuerda que mi trabajo es asegurarme de que estemos protegidos legalmente.

Esteban se levanta y sale de la oficina, dejando a Marcia con la tarea de encontrar un equilibrio entre la protección legal y las necesidades del negocio.