Capítulo 18

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Hacía más de un mes que Marcia estaba rara. Si bien el mensaje de número desconocido no resultó ser desconocido sino de una ex amiga que Esteban tuvo en España, ese había sido un conflicto que habían logrado solucionar.

Pero aún así el moreno notaba su lejanía, tal vez el cambio de trabajo, el ser abuelos, el hecho de que Lucia tomara la decisión de ir a vivir con su novio o el hecho de que en dos semanas Julia se iria a estudiar al extranjero podrían llegar a ser factores desencadenantes de ese comportamiento.

La habitación estaba oscura, solo iluminada por la luz de la luna que entraba a través de la ventana. El silencio era algo que estaba presente puesto que Julia había salido de fiesta con sus amigos y luego iba a dormir a casa de su mejor amiga dejando al matrimonio solo en casa. Marcia y Esteban estaban sentados en el sofá, pero con una distancia entre ellos que parecía insalvable.

El moreno tomó la mano de Marcia, pero ella la retiró, como si no quisiera ser tocada.
_ Marcia, ¿qué pasa?, preguntó, con su voz llena de preocupación.
Ya no somos los mismos. Estás más distante de lo normal. ¿Qué me estás escondiendo? Es por la pelea de hace un mes?

Marcia suspiró y se levantó del sofá, paseando por la habitación con la cabeza baja.
_ No hay nada que esconder, Esteban. Solo estoy cansada, eso es todo -le hizo un gesto con los hombros-

No muy convencido se levantó y se acercó a ella, poniéndole las manos en los hombros.
_ No me digas eso. Sé que hay algo más... Podría sentirlo. Nosotros siempre hemos sido una pareja abierta y honesta. ¿Qué me estás ocultando?

La pelirroja se detuvo y se volvió hacia él, sus ojos llenos de lágrimas.
_ Esteban, no sé qué quieres que te diga. Estoy cansada de todo, de la rutina, de la monotonía. No sé si puedo seguir así... Me siento... Sola!

Se sintió como si hubiera recibido un golpe en el estómago.
_ ¿Quieres decir que estás cansada de mí? ¿De nuestro matrimonio? Sola? Pero si estoy aquí contigo, estamos juntos...

Marcia suspiró y se acercó a él, abrazándolo.
_ No, Esteban. No es eso. Es solo que... no sé, siento que estamos en un callejón sin salida. No sabemos qué queremos ni dónde vamos. Yo creo que es el cambio, desde que recupere a mis hijos sole que siempre estaría juntos a ellos pero el tiempo pasó muy rápido... -se aferraba más a su agarre- se que es la ley de la vida pero me hubiera gustado estar más tiempo juntos a ellos.

Esteban la abrazó con fuerza, tratando de hacer que se sintiera mejor.
_Amor , nosotros siempre hemos superado los obstáculos juntos. Podemos hacerlo de nuevo... Es decir, podemos organizar visitas a casa de Alba y Hugo, invitar a Lucia y a su novio a cantar fuera. Incluso ir a visitar a Julia cuando esté en el exterior, de paso aprovechamos y salimos juntos de "vacaciones" -le dijo con la intención de animarla-

Pero Marcia solo asintió con la cabeza, sin decir nada. Y en ese momento, Esteban se dio cuenta de que la distancia entre ellos era más grande de lo que pensaba. Tenía miedo que ella entrara en una depresión o algo así.

Los días pasaban lentos en la mansión, la pelirroja últimamente pasaba más tiempo en la oficina que en su casa, Esteban había tenido un viaje relámpago de 4 días y al llegar lo primero que hizo fue subir a su recamara para ver a su esposa.

Eran casi pasadas las 21:00hs y la habitación solo estaba iluminada por los rayos de luz que desprendía el velador. Entro a su recamara y se encontró a Marcia dormida en el sillón. Se veía tan linda con esa expresión relajada en su rostro.
Se acercó a ella acaricio su cabello lentamente, ella se removió un poco y al abrir sus ojos se sorprendió al verlo.

_ Esteban... -se llevo sus manos a la cara restregando sus ojos-

_ No quería despertarte hermosa...

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⏰ Última actualización: Sep 13 ⏰

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