El ángel de la muerte [hazbin hotel]

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⚠️ Precaución ⚠️

Mención de temas sensibles como lo son: la ansiedad, auto-lesiones, paranoia, etc.

Leer bajo su responsabilidad

⚠️ Precaución ⚠️

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El dia de la reunión había llegado, Charlie y Vaggie se hallaban en su habitacion preparando lo necesario para su viaje de un día.

En otra pieza del hotel, un canino no paraba de dar vueltas, de una esquina a otra. Después de todo, viajar al cielo sería una sentencia muy grande para él.

La preocupación comenzó a surgir en su pecho, sus nervios se alteraron, su ritmo cardíaco aumentó, su respiración se aceleró, la desesperación predominaba en sus emociones.

Tenía que hallar una manera de apaciguarse, evitando hacer alguna clase de tontería y preocupar a Charlie.

Se detuvo frente a un espejo y respiro profundamente, en un intento de calmarse. Volteo para observar su propio reflejo, pero lo que vizualizo no fue de su agrado. En su rostro, mantenía una expresión de angustia, y en respuesta, dió un golpe al espejo, partiendolo en varios pedazos.

Atisbo con paranoia los trozos de vidrio en el suelo, apartando la mirada al instante, topandose nuevamente con su expresión plasmada frente al cristal de una ventana. La ansiedad comenzó a apoderarse de sus sentidos, así que, decidió romper todo lo que reflejara su rostro, al sentirse expuesto y vulnerable frente a una simple imagen de él mismo.

Del suelo, recogió un pedazo de vidrio y con fuerza lo apreto, importandole poco que su mano comenzará a sangrar.

Tenía que detener su inquietud de una u otra manera.

Su respiración se acelera cada vez más, con brusquedad alzó el trozo de vidrio, dirigiendolo directamente a su brazo. Pero antes de tal siquiera tocar su piel, un golpeteo leve en su puerta lo detuvo, sacodolo bruscamente de sus pensamientos.

Quedó un momento en shock, ante las acciones que estaba cometiendo. Inhaló, llenando sus pulmones de aire y lo exhaló, para relajarse.

Castiel: ... -Visualizo por un breve momento, el cristal en su mano- ¿Quién es?

Alastor: Alastor, mi pequeño cachorro.

Castiel: Lo lamento, señor -Observó el techo- En este momento... me encuentro algo indispuesto -Recargo su espalda contra la pared, cerca de la ventana rota, y se deslizó hasta sentarse en el frío suelo, agachando la mirada-

Alastor: Ya veo por qué -Vislumbro, el desastre a su alrededor-

Castiel: -Rapidamente elevo la mirada, topandose con el pelirrojo- ... No debería entrar a las habitaciones, si no le han dado el permiso.

Alastor: Entre, porque me preocupó por ti. Aún que no lo parezca, siempre preciso el bienestar de mis mascotas -llevo su atención a la palma del peli-plata, la cual sostenía el vidrio- ¿Acaso, estás preocupado por lo que pueda suceder en la reunión celestial? -Pregunto burlonamente-

Castiel: No es de su incumbencia, señor Alastor.

Alastor: -Su mirada se aseveró y con fuerza sujeto la muñeca ajena, acercandolo a su rostro- Recuerda que tienes un trato conmigo y sin importar, si poseo tu alma o no, aún estás a mi servicio -Apretó su agarre- Y más vale, que empieces a tratarme con más respeto, si no quieres que tú "querida princesa" se entere de las atrocidades que has hecho y sigues haciendo a sus espaldas.