Anécdotas de Una Chica Torpe ©

IV. Corbatas e insultos

 

—Y, ¿tendrá que levar uniforme? —le preguntó mi hermano a mi "nuevo director".

—Si, los uniformes se compran en Cáruma —informó aquel viejo con media calva en su cabeza,llevaba una corbata bastante llamativa en la que me fue imposible no fijarme, era de color rojo con puntos azules.

—Usted sabe más o menos cuanto sería el...? —comenzó a preguntar Jace, pero fue interrumpido.

—Muy interesante el tema pero, ¿puedo salir? Me duelen los ovarios —interrumpí.

—¡Sally! —exclamó mi hermano—compórtate, por favor.

—Lo siento, ¿ahora no me pueden doler? Soy una mujer, una nunca sabe cuando le vendrá el dolor—reclamé.

—No importa, ya hemos terminado —comentó el director— comienzas mañana a las 08:30 de la mañana —informó.

—Aquí estará —confirmó Jace sonriendo al hombre.

Mi hermano y yo nos levantamos de nuestros asientos y salimos de aquel lugar. Al estar fuera del instituto, Jace me miró como si quisiera matarme.

—¿Me duelen los ovarios? ¿Es enserio? Venga Sally, eres la reina de las excusas y, ¿no pudiste haber inventado algo mejor? —me echó la bronca.

—Lo siento, pero me aburría —me quejé

—Siempre te aburres. Olvídalo, al final ¿irás a la peluquería? —averiguó.

—Si, por favor —pedí.

—Está bien, vamos, que la peluquería más cercana queda a cinco cuadras —dijo .

—¿No podemos llamar a un taxi? Estoy cansada —solicité.

—Nada de eso pequeña, no hay dinero, además caminar es un buen ejercicio para las piernas —respondió.

—No me vengas con estupideces, yo estoy cansada —insistí.

—Que lastima, yo no —puntualizó.

—Eres el peor hermano del mundo, ¿lo sabías? —cuestioné.

—Yo se que me amas —comentó guiñando un ojo.

—Claro, como Voldemort amaba a Harry, o como Darth Vader amaba a su hijo —confesé.

—Ya comenzaste con tus cosas de niña friki —rió.

—No soy una niña friki, maldito orangután —insulté.

—Púdrete —respondió.

—Gracias —sonreí

Jace gruñó y comenzó a caminar. Comono quería quedarme parada, perdida en una enorme ciudad que no conozco, lo seguí. Estaba enojada, demasiado, a mi desde pequeña me fascinan las películas de Star Wars y me jode, que cada vez que digo algo referido a eso mi hermano me diga que soy friki. Porque a una persona le guste una saga de películas de ciencia ficción basada en una guerra estelar con el mejor villano del mundo, no implica que directamente sea friki.

Fue una caminata bastante larga hasta la peluquería, pero al llegar, Jace me dio algo de dinero y me dijo que iba a ir a una cafetería y que lo llamara cuando acabara.

Al entrar a el pequeño lugar una muchacha vestida de negro se encamino hacia mi.

—Buenos días, ¿qué es lo que deseas? —me preguntó

—Bueno, me gustaría cortarme las puntas y teñirme el cabello de rosado —la mujer me miro extraño.

—Bien, ven conmigo.