Mi Pequeña Ave [Lucifer x Lector]

Capitulo I "El Inicio De Todo"

Tu vida nunca fue tan fácil. Siempre fuiste un chico solitario con una cara seria, muy inteligente para tu edad, pocos amigos, una familia que no apoyaba tus sueños... Puede que no suene tan malo al simplificarlo con palabras pero detrás de todo eso, había una enorme tristeza y un vacío inmenso en tu corazón que parecía no poder llenarse con absolutamente nada.

Terminaste tus estudios pero como ya no tenías la paciencia suficiente para seguir aguantando los regaños y críticas de tu familia, decidiste unirte al ejército para tener un trabajo fijo y ya tener que rendirle cuentas a nadie. Fue liberador el estar lejos de aquellas personas que ni siquiera mostraban algo de respeto hacia ti o tus aspiraciones, sin mencionar que sacrificaste tus sueños de estudiar en una academia de arte como tanto anhelaba de niño.

Los años pasaron y antes de que te dieras cuenta, ya tenías amigos y compañeros fieles que estaban dispuestos a dar la vida por ti, así como tú lo harías por ellos... En pocas palabras, se convirtieron en tu segunda familia y te respetaban por tu buen desempeño en el campo de batalla.

Lamentablemente, uno de tus días de trabajo se tornó en una pesadilla cuando una banda terrorista terminó por acorralarte a ti junto a tu grupo y en una acción imprudente, te sacrificaste una vez más...

Ya ni siquiera te importaba el dolor de las balas enemigas impactando tu cuerpo, estabas completamente cegado por la ira y por el sentimiento de proteger a tus compañeros. Para algunos eso sería algo estúpido de tu parte, simplemente jugando a ser un héroe, pero en aquel momento te sentías impotente. Sin embargo, esa adrenalina no duraría demasiado ya que la perdida de sangre haría lo suyo, causando que tú cuerpo colapse y ni siquiera te des cuenta.

Estabas a punto de acabar con uno de los pocos enemigos que quedaban. A punto de realizar el golpe de gracia cuando todo a tu alrededor cambió por completo en solo un parpadeo... Sin dudas, moriste jóven y aún no lo sabías.

El cielo era de un tono oscuro, casi todo a tu alrededor era de un rojo brillante pero estaba... ¿Decorado de forma elegante?

Tu tranquilidad duraría poco, puesto a que unos guardias sabuesos infernales notaron tu presencia y comenzaron a correr hacia tu dirección para capturarte.

"Hey!! No tienes permitido estar aquí!"

Uno de ellos exclamó haciendo que comenzaras a correr desesperadamente por reflejo. No tenías ni la más pálida idea de por qué estabas en ese lugar o por qué te estaban persiguiendo por esos interminables pasillos. ¿Acaso todo esto era una pesadilla? Rogabas porque lo fuese, querías despertar y seguir tu vida diaria con normalidad en vez de estar siendo perseguido por todo ese raro lugar que parecía ser una mansión en una dimensión paralela...

Los minutos pasaban, se sentían tan largos y eternos como horas. Apenas podías mantenerte a raya de aquellos sabuesos quienes ahora eran más y sin dudas tenían intenciones asesinas hacia ti.

Fue entonces cuando por fin decidiste buscar refugio en una de las muchas habitaciones por las que habías pasado, eso al menos te daría tiempo para recobrar el aliento hasta que los guardias derribaran la puerta y si tenías suerte, habría una ventana por la cuál podrías escapar fuera de aquel lugar. Parecía el plan perfecto.

Recorriste unos cuantos metros más hasta que tus pesados pasos y tu cansancio te guiaron hasta lo que parecía ser una oficina. Entraste y cerraste la puerta con brusquedad detrás de ti para luego poner el seguro.

Pero en tu intento desesperado por escapar de tu problema, no te hizo darte cuenta a dónde habías entrado... La habitación estaba llena de patitos de goma y la decoración se asemejaba a un circo, lo cuál te hizo levantar una ceja por lo absurdo que se veía.

"¿Dónde carajos me metí?"

Fue el primer pensamiento que cruzó por tu mente, ni siquiera sabías si eso era una buena señal o no.

De repente, notaste una presencia al fondo. Estaba sentado en lo que parecía ser una mesa de trabajo por las herramientas que habían colgadas en la pared. ¿Quién podría ser?

Continuará...