Capitulo VII "Por Poco..." Pt. 2

25 6 0
                                    

- ???: ¿Qué haré contigo, T/N? Por poco y casi te pierdo...

Esa voz...

Apenas abriste los ojos y lo viste ante ti con una sonrisa, cargándote entre sus brazos, levitando en el aire con sus enormes alas. El rey del infierno te había salvado de una muerte segura y tu primer reflejo fue abrazarlo y disculparte por tu actitud.

- T/N: ¡¡Lucifer, perdóname!! ¡No sabía lo que decía y..! ¡Dije lo primero que se me cruzó por la mente, actúe sin pensar y olvidé que hoy era el Exterminio!

- Lucifer: Shh... Tranquilo, todo estará bien, T/N. ¿De acuerdo?

- T/N: Si tú lo dices...

- Lucifer: Solo mírate, estás tan lastimado, jeje. Cuando lleguemos a casa, curaré tus heridas y te cambiarás de ropa...

El ángel Exterminador que estaba persiguiéndote simplemente se alejó al ver que estabas en brazos del rey del Infierno pues sabía que no tendría oportunidad contra él...

Lucifer te toma entre sus brazos con firmeza y regresan juntos al Palacio nuevamente. Todo es un completo caos en el suelo del Anillo del Orgullo, gritos, sangre y muerte de miles de pecadores y demonios son el pan de cada día en ese día específico del año y a pesar de tener miedo por tu propia vida, te sientes a salvo junto a él. Nunca fuiste alguien que creyera en mitos o fuera muy devoto a ninguna religión pero el verlo tan de cerca bajo la luz del cielo rojo del infierno realmente hacía que pareciera un verdadero "lucero de alba" como muchos lo apodan...

Ahora te sientes desconcertado y conflictuado con tus sentimientos pero algo es seguro: estás empezando a sentirte atraído por el mismísimo rey del Infierno. ¿Qué podría salir mal? Todo, por supuesto. Podrías convertirte en la burla de todo el Inframundo y el Cielo juntos, por no mencionar que Lucifer podría sentirse disgustado y sabiendo que es un ser de gran poder, seguramente no duraría dos veces en asesinarte o devorar tu alma para sentenciarte a una tortura infinita en el Limbo. Por ahora lo más coherente sería esconder tus pensamientos, pero te quedas estupefacto mirando su rostro, sus ojos amarillos grandes y brillantes, su sombrero de copa, su cabello rubio y sus mejillas rojas tan características...

- Lucifer: T/N... ¿Acaso tengo en el rostro?

Su voz te trae de vuelta a la realidad, por lo que, algo nervioso intentas inventar una excusa.

- T/N: ¿Ah? No, no, para nada. Es solo que... No quiero mirar abajo. Ya sabes, los Exterminadores asesinando Pecadores no son una muy linda vista."

El rey del Infierno suelta una carcajada al escuchar tu comentario y denota estar de acuerdo contigo. Después de todo, él ya está acostumbrado a ver lo mismo una y otra vez cada año.

- Lucifer: Tienes razón, jaja. Alguien nuevo como tú seguramente se siente intimidado por todo esto y no te juzgo... A veces los ángeles pueden ser peores que los humanos...

Después de esa frase, Lucifer da un suspiro y notas algo de tristeza en su rostro; seguramente se está culpando a sí mismo por todo lo que ha pasado desde el inicio de todo. Cargar con el peso de solo poder ver lo malo de la humanidad y de cada ser vivo no debe ser una tarea fácil para nadie, por lo que intentas ser empático y no causarle tantos problemas.

Después de un rato en las alturas, finalmente llegan al Castillo. Aún te encuentras algo lastimado y lleno de sangre por lo que pasaste unas horas antes pero para tu sorpresa, Lucifer está más que alegre de poder cuidar de ti; te lleva hacia tu habitación y te ayuda a desinfectar y vendar tus heridas, además de darte algo de la ropa que ordenó confeccionar específicamente para ti. ¿Cuándo tomó tus medidas? Nadie sabe...
Aceptas su amable gesto con una sonrisa y ambos tienen una buena plática.

- T/N: Lo siento... No debí haberme ido de esa forma. Todas estas cosas... Estos días han sido un caos.

- Lucifer: Hey, tranquilo. No mueres todos los días, jeje. Es normal que te sientas algo aturdido por todo lo que está pasando.

- T/N: [suspiro] Agh, lo sé. Simplemente no quiero ser una carga para ti... Seguramente debes tener tantos pendientes como rey y solo te estoy quitando tu tiempo al cuidarme.

Apenas esas palabras salieron de tu boca, los ojos de Lucifer se abrieron con sorpresa y la preocupación invadió su rostro, como si estuviera recordando los errores que cometió dejando a Charlie de lado, claramente no queriendo repetirlos contigo.

- Lucifer: T/N... Por favor, no digas eso. Estoy muy feliz de tenerte aquí y no quiero que te sientas así... Tengo trabajo pendiente, si, pero es así todos los días... Al menos tu compañía es algo positivo para mi y de verdad aprecio que estés conmigo.

Ahora eres tú quién se sorprende. Sientes cómo el rey del Infierno posa su brazo sobre tus hombros para acercarse más a ti. Por alguna razón no puedes dejar de sentir esa pequeña espina; el presentimiento de que Lucifer de alguna manera intenta ser el padre que nunca pudo para su propia hija. Es bastante cómico considerando su baja estatura a comparación de ti, pero aún así te sientes... Pequeño. Es raro, si. Pero es una sensación tan familiar pero nueva al mismo tiempo. Nunca fuiste muy unido a tu familia por lo que se siente bien que alguien te acepte incondicionalmente por primera vez. Tus plumas se esponjan aún por la sorpresa pero dejas caer tu mejilla sobre su cabeza.

- T/N: Gracias, Lucifer...

Tus grandes brazos lo rodean cálidamente en un tierno abrazo, demostrando que estás empezando a confiar más en él.

Mi Pequeña Ave [Lucifer x Lector]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora