Capitulo IV: "Te Comprendo"

63 7 5
                                    

Menos de una semana había transcurrido desde tu llegada al infierno pero lograste establecerte en el palacio de Lucifer como su invitado de honor... No tenías ningún poder pero al menos así los sabuesos infernales no te perseguirán como la primera vez.

Estabas en el balcón de lo que solía ser la habitación de Charlie mientras reflexionas sobre todo lo que ha estado pasando a tu alrededor. Ya era hora de que te dieras un tiempo a solas para ti mismo después de todo.

*Nota de autor: Aún no se ha revelado ningún detalle en específico sobre el palacio de Lucifer en la serie de Hazbin Hotel más allá de la oficina/habitación del mismo, por lo que simplemente usaremos la imaginación (xD)

Mientras te perdías en tus pensamientos, recordabas la charla que tuviste con el rey del infierno apenas llegaste.

[Flashback...]

- T/N: Bueno, no tengo en dónde quedarme aún. Supongo que ahora que comprendo más el cómo funciona este lugar, intentaré conseguir un trabajo para subsistir.

- Lucifer: ¡Por favor, no digas eso, T/N! ¡Jajaja! No te he dicho que te vayas aún, es más, te pido que te quedes.

- T/N: Pero... No quisiera ser una molestia para usted---

- Lucifer: Déjame interrumpirte ahí, mi amigo. No puedo permitir que aún me trates de "usted", estamos en confianza... Además, no quisiera correr ningún riesgo, el Exterminio anual será en un par de días y no quisiera que terminaras herido o peor.

- T/N: Soy capaz de defenderme, señor Morningstar. Tal vez no lo parezca pero soy fuerte.

- Lucifer: No hace falta que me llames "señor" tampoco... Simplemente llámame por mi nombre. Y en cuanto a tu fuerza, no me refiero a que seas débil pero estás subestimando un poder que jamás has visto. Ni siquiera los Overlords más poderosos son capaces de hacerle frente a los Exterminadores por cuenta propia, no quisiera imaginar lo que haría un alma recién llegada como tú.

- T/N: *suspiro* Tienes razón... Creo que había olvidado en qué clase de lugar estoy ahora. De todas formas no quisiera molestarte, Lucifer.

- Lucifer: ¿Molestarme? Oh, no, para nada. ¡Jajaja! ¡Me encanta tenerte aquí, T/N! Ya me hacía falta tener algo de compañía. No te preocupes por nada, solo quédate e intenta descansar. Puedes usar la habitación de Charlie, ha estado vacía desde hace 5 meses.

- T/N: Si tu lo dices... Supongo que puedo estar aquí hasta volverme más fuerte y ser capaz de defenderme, pero prometo que te devolveré el favor.

- Lucifer: Sí que eres testarudo, pajarito... No quiero que me debas nada, quiero que tengas este lugar como un refugio. No quiero nada a cambio. ¿Quedó claro?

[Fin del flashback...]

Aún pensando en sus palabras, das un suspiro y vuelves adentro para recostarte en la cama. Miras el techo, aún reflexionando sobre cuál será tu siguiente paso pero no puedes evitar pensar en lo amable que Lucifer ha sido contigo a pesar de haberse conocido un par de días atrás. Aunque aún sigues cuestionando todo a causa de tu desconfianza, decides dejar de sobrepensarlo. Después de todo, no puedes culpar a alguien que ha estado solo durante un largo tiempo... Al final logras apiadarte y hasta sientes algo de lástima ya que te ves reflejado en él.

De repente oyes a alguien tocar en la puerta, lo que te hace saltar de la cama del susto.

- Lucifer: ¿Estás despierto, T/N?

- T/N: Ah, si, ya voy.

Te levantas. Ni siquiera fuiste capaz de desarmar la cama las últimas noches, aún tenías ese raro sentimiento de aún no pertenecer allí por lo que no te sentías en el derecho de usar algo ajeno como si fuera tuyo. Sin mencionar que sigues acostumbrado a no tener un muy buen horario de sueño a causa de tu trabajo cuando estabas vivo, así que te seguías despertando muy temprano y aburriéndote hasta que el personal del palacio se levantara. Últimamente te sentías muy inquieto por la falta de cosas que hacer... Definitivamente descansar no era lo tuyo.

Abres la puerta de la habitación y encuentras a Lucifer sosteniendo un desayuno para ambos en una bandeja de plata entre sus manos. Por alguna extraña razón había empezado a darte estas atenciones.

- Lucifer: ¿Tienes hambre? Apuesto a que te gustarán estás galletas que horneé para ti.

- T/N: Gracias, jeje. Pasa, por favor.

Pese a todo, no podías juzgarlo. Es bien sabido que normalmente él habría mandado a alguno de sus sirvientes a llamarte pero no, era más que claro que Lucifer quería ganarse tu aprecio mediante acciones propias. Aún así, no podías evitar pensar en ello como una acción paternal.

Finalmente, ambos disfrutan de una taza de café y para tu sorpresa, las galletas tenían un muy buen sabor, lo cual te hizo sonreír... El rey del infierno notó esto y sonrió cálidamente, probablemente le recordabas a Charlie en aquel momento.

- Lucifer: Perdón si te molesto con esto todos los días, T/N... Simplemente me siento muy solo en mi oficina y no puedo evitar preocuparme por ti.

- T/N: No te preocupes, jeje. Te comprendo y realmente aprecio estos gestos que haces por mi, nunca tuve la oportunidad de experimentarlo con alguien más... Significa mucho. Además, todo lo que preparas es delicioso.

Los ojos de Lucifer brillan con alegría ante tus palabras y sonríe de oreja a oreja, sintiéndose complacido al saber que lo aprecias. Su expresión logró hacer que tu corazón se derritiera por la ternura; claro que no lo reflejaste en tu rostro al igual que él.







Cuando terminaste tu desayuno, no pudiste contener tu curiosidad y por fin decidiste preguntar:

- T/N: ¿Por qué haces esto, Lucifer?

El rey del infierno sin querer se ahoga con su café al sentirse sorprendido por tu pregunta, así que después de toser, rápidamente se limpia y te mira con intriga.

- T/N: N-no lo digo en un mal sentido, jeje. Es solo que... No puedo evitar sentirme en deuda contigo y creo que eres demasiado bueno conmigo... Lo aprecio, por supuesto. Pero aún no comprendo el por qué.

Notando que estás algo nervioso, Lucifer simplemente te sonríe confiado.

- Lucifer: ¿No es obvia la razón?

Continuará...

Mi Pequeña Ave [Lucifer x Lector]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora