8. La marca

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Izuku nunca se fue de aquella ciudad, cuando llego tenía la idea de estudiar más a fondo los eventos que sucedieron entre Inglaterra y Escocia, y sobre todo del villano Bakugo Katsuki, pero por alguna razón él fue enviado al pasado y eso ocasionó que cambiara la historia y por ende el Alfa no murió en esa guerra, y fue reconocido por lo que de verdad era un héroe de guerra.

Después de que la doctora Nemuri lo dio de alta pidió a Mirai que lo condujera a la tumba del gran Bakugo, cuando leyó lo que estaba escrita supo que él nunca lo olvido y que todo lo que vivió fue real y más porque en medio de aquel viejo cementerio había una pequeña lapida escondida y olvidada donde reposaba el nombre de "Midoriya Izuku amado omega del gran K.B. quien dio su vida por una causa mayor"

Era la confirmación definitiva de que lo que había experimentado no fue un simple sueño o ilusión, sino una realidad alterada por su intervención en el pasado. Aunque había sacrificado su propia existencia en el proceso, había logrado cambiar el curso de la historia y asegurar un futuro diferente para Bakugo Katsuki.

Izuku le había dicho al Kacchan del presente que él era descendiente del omega del que hablaba aquella lapida, nunca tuvo el valor de decirle a nadie todo lo que vivió, después de todo nadie lo creería y lo tacharían de loco.

—Hola, Bebe ¿Estas listo? — Katsuki había entrado a la habitación que compartía con su omega desde hace ya varios años

—Si, Kacchan, estoy listo — respondió feliz mientras se lanzaba a los brazos de su alfa, — No puedo esperar a ver que será — agrego su aroma danzaba de felicidad.

Ese día irían con la doctora Nemuri para ver por fin el género de su cachorro, se habían casado un año atrás, Izuku al inicio tuvo muchos conflictos internos porque a pesar de que su actual Kacchan era idéntico al Kacchan de 1943, sus personalidades eran distintas, era más dulce, comprensivo y cariñoso, y nunca mostró la hostilidad que recordaba del Katsuki Bakugo del pasado supuso que la guerra tuvo que ver con eso. A lo largo de los años, habían construido una vida juntos llena de amor y felicidad, además que habían descubierto que eran destinados razón por la cual el descendiente de Bakugo nunca dejo ir al omega.

Al entrar en la consulta del médico, fueron recibidos por la doctora Nemuri con una sonrisa amable. Después de algunos exámenes y pruebas, finalmente llegó el momento tan esperado: descubrir el género de su futuro hijo.

—Buenas noticias, chicos —dijo la doctora Nemuri con una sonrisa—. ¡Es un niño!

Katsuki abrazó a su omega con mucha alegría, el peliverde derramaba lagrimas de felicidad y un pensamiento cruzo por su mente "tal vez si no hubiera muerto aquel día este hubiera sido nuestro cachorro en ese pasado". Porque si, Izuku jamás olvido su experiencia y a su Kacchan de 1943

Estaban felices, pues pronto serían padres de un hermoso cachorro.

—Un cachorro —susurró Izuku con una sonrisa radiante—. ¡No puedo esperar a conocerlo!

Katsuki le dedicó una mirada llena de amor y adoración a su omega—Vamos a ser una familia increíble, Izuku —habló Katsuki con emoción—. Estoy seguro de que nuestro hijo será tan hermoso, curioso e inteligente como tú.

—Yo quiero que sea como tu — respondió Izuku — Valiente, fuerte y decidido

—Bien chicos, sé que tienen poco tiempo, pero necesito hablar seriamente con ustedes — hablo la doctora

— Como saben, les había prohibido hace años que Katsuki marcará a Izuku por las pruebas que le había hecho antes, pero han llevado el tratamiento al pie de la letra así que, ya pueden llevarla a cabo, ya no hay riesgo para Izuku, además a estas alturas Katsuki la marca dará un refuerzo en la gestación de su cachorro y seguridad de tu omega.

—¿De verdad ya puede marcarme? — pregunto emocionado el omega

—Si, Izuku, desde tus estudios pasados vi la mejoría en tu omega interno, ya no hay riesgos de rechazo, por lo que es seguro seguir adelante con esa etapa para ambos.

Izuku estaba que no cabía en su felicidad, había querido la marca de su Kacchan actual pero su omega interna estaba confundida, por el tema del viaje del tiempo, quería al actual, pero deseaba a su Kacchan de 1943, eso era algo que él no podía explicarles pero con el tratamiento correcto, la dedicación y amor de su Alfa actual eso fue cambiando hasta este momento.

—¿Cuándo nos recomienda hacerla? — pregunto Katsuki

—Lo más pronto posible chicos.

Llegaron a su hogar y no perdieron tiempo comenzaron a besarse desde el primer momento en el que la puerta principal fue cerrada, habían esperado el visto bueno de la doctora Nemuri para poder realizar la marca y ahora que tenían luz verde no esperarían mucho tiempo más.

El Alfa cargo a su omega sin dejar de besarse, Izuku aprovecho la postura para enredar sus piernas alrededor de su amado, una vez en su habitación el cenizo lo acomodo en el centro del nido, luego espero a que el omega le diera luz verde para entrar por completo al nido y comenzar a desvestirse con prisas.

Comenzó con un beso demandante lleno de pasión desbordada, las manos del cenizo recorrían sin descaro el hermoso cuerpo del menor hasta llegar a la entrada, comenzó a jugar con un dedo alrededor de la entrada que ya estaba muy lubricada.

El alfa gruño de satisfacción al oler aquel dulce aroma — Ya estas tan mojado aquí abajo mi amor — susurro contra sus labios para luego comenzar a besarlo nuevamente, metió un dedo en la entrada y simuló las embestidas.

Su omega estaba perdida en el placer que sentía, amaba como lo trataba su alfa, era tan dulce y tierno con él. Soltó un gemido más fuerte cuando sintió la intromisión de un segundo digito.

Los aromas de excitación mezclados de ambos los estaban volviendo locos, ya no podía saco sus dedos y se colocó para entrar en su omega.

—¿Estas listo, bebe? — pregunto con su voz afectada por el mar de emociones — si te lastimo avísame de inmediato, no quiero lastimarte a ti o nuestro cachorro.

El peliverde solo asintió con la cabeza, el alfa comenzó a entrar y cuando lo sintió correcto comenzó a moverse, Izuku ya no podía hilar palabra solo salían gemidos, conforme las embestidas comenzaban a subir de intensidad, Katsuki sintió el cosquilleo que anunciaba su nudo formarse, se acercó al cuello de su amado, le dio besos húmedos y lamio ahí donde su marca estaría dentro de un momento, al tiempo que su nudo llego, y su semilla era liberada en el interior de su amado, mordió con fuerza, ambos soltaron un fuerte gemido.

Sintieron un tirón dentro de ellos, una torrente de emociones tan fuertes e increíbles que se sentía tan bien. Pero luego un pinchazo de dolor de cabeza saco al Alfa ese clímax de felicidad.

—¿Kacchan? — Izuku había sentido a través de lazo recién formado el dolor y la confusión de su alfa — ¿Qué sucede? — intento moverse, pero el nudo hizo que se lastimara, su alfa se dio cuenta de inmediato y evito que se moviera.

—Si, bebe —respondió — estoy bien, no te muevas aun, pronto pasara — agrego con una mueca de dolor.

Izuku no era tonto sabía que algo le estaba pasando, pero supuso que no lo quería lastimar, espero a que el nudo bajara, Katsuki salió de su omega y se tambaleo cayendo estrepitosamente en el suelo, se había desmayado.

—¡Kacchan! — el omega se apresuró a su lado, estaba muy asustado, tomo su móvil y le marco a sus suegros, necesitaba ayuda, cuando los padres llegaron les contó lo sucedido, ambos llevaron al alfa al sillón, notaron que solo estaba dormido así que esperarían a que despertara, mientras Masaru dejaba salir su aroma mientras calmaba a su yerno, las emociones fuertes pueden afectar al cachorro.

Después de un tiempo, Katsuki finalmente comenzó a despertar, parpadeando lentamente mientras se reincorporaba. Izuku se abalanzo sobre su Alfa quien lo recibió sorprendido.

—¿Deku? — pregunto confundido

—¿Deku? — Izuku repitió la pregunta sorprendido, desde que conoció a Katsuki años atrás nunca le había dicho así, el único que lo hizo fue el Bakugo de 1943

—Perdón, bebe, me siento extraño — comentó apenado al notar la mirada extraña de su omega

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