Domesticación mórbida

Capítulo 2

Este es el sexto día que me desperté en este dormitorio.

Mi nombre es Xu Tangyi. He perdido la memoria. Tengo un amante que me quiere mucho. Se llama Feng Jie.

Salí del dormitorio a tiempo a las 8 en punto. Cuando bajé las escaleras, Feng Jie estaba sentado en la mesa del comedor del comedor en el primer piso. Tenía una taza de café caliente a su lado, y sostuvo un IPAD en la mano, mirando algo con atención.

Parecía que me oyó bajar. Puso el IPAD en la mano, levantó la mano para mirar el reloj y luego me dijo con una sonrisa: "Buenos días, Xiao Yi, hoy eres muy puntual".

Me enganché las comisuras de los labios y grité educadamente: "Lo estoy".

Abrí la silla y me senté en silencio frente a él, pero pensé en mi mente que realmente no quería ser puntual, pero estaba cansado de que me instaran todos los días.

Feng Jie parecía estar de buen humor hoy. Después de verme sentarme, cogió los palillos a mano, cogió una bola de masa de camarones del abundante desayuno frente a él y la puso en mi plato.

"Pruébalo". Dijo en voz suave.

"Gracias". Le di las gracias primero, y luego cogí las albóndigas de camarones en el plato frente a mí y las masticé lentamente en mi boca.

"¿Te gusta?" Feng se preguntó y se respondió a sí mismo: "Solía gustarte mucho".

No dije nada, solo asentí con la cabeza.

Las albóndigas de camarones saben muy bien. ¿Te gustan? No lo sé.

Pero el secreto es correcto. Si digo que no me gusta, entonces puede que solo haya albóndigas de camarones para el desayuno todos los días hasta que diga que me gusta.

Porque me gustó en el pasado, también me debe gustar ahora.

Recordé que no me puse la camisa blanca que Zhang Bo me había preparado por adelantado anteayer, sino que me puse una sudadera más cómoda del armario.

Todavía recuerdo que cuando Feng Jie me vio con una sudadera, su cara sonriente se desvaneció lentamente.

"¿Cómo llevas esto?" Cuando Feng Jie me hizo esta pregunta, no había mucha expresión en su cara, y era difícil decir qué tipo de emoción sería.

En ese momento, me tiré de la ropa de manera casual y respondí descuidadamente: "Nada, solo creo que esto es más cómodo que una camisa".

En secreto dejó de hablar.

Ahora que lo pienso, la expresión de Feng Zhi debería estar insatisfecha.

Porque cuando me levanté al día siguiente y quise volver a usarlo, descubrí que todas las sudaderas de mi armario habían desaparecido, dejando solo todo tipo de camisas, la mayoría de las cuales eran camisas blancas.

"No, las cosas familiares te recordarán el pasado más rápido". Frente an mis dudas, Feng Jie lo explicó así.

Cuando dijo esto, su voz era suave, y sus ojos todavía estaban llenos de profundo amor por mí.

No pude refutarlo.

Estoy lleno de confusión. No entiendo si esta práctica es realmente útil, y este comportamiento ligeramente coercitivo me hace sentir incómodo, pero no tengo derecho a decir que no, no tengo memoria, y todo lo que tengo ahora está proporcionado por el en secreto.

Además, está en nombre de amarme.

¿Feng Jie me quiere mucho? Los ojos que siempre están obsesionados conmigo me dicen que me ama.