Domesticación mórbida

Capítulo 4

Este es el duodécimo día que me desperté en este dormitorio.

Desde esa noche, mi relación con Feng Jie se ha vuelto más estrecha.

De hecho, la fórmula del sello siempre ha sido muy buena para mí. Lo que dije es que comencé a tomar la iniciativa de responder a Feng Jie. Esperaré a que vuelva a casa por la noche, de vez en cuando recogeré comida para él durante la cena y, de vez en cuando, tomaré la iniciativa de preguntarle si está cansado hoy.

Con mis pequeñas acciones, Feng Jie parece ser mejor para mí.

Por la mañana, iba a salir como de costumbre. Lo envié a la puerta y le dije: "Adiós, señor".

Feng Jie sonrió, me tiró con una mano y me frotó la cabeza cariñosamente con la otra: "Espérame en casa. Si hay algo que tengas que hacer, puedes ponerte en contacto conmigo".

Bajé la cabeza y volví a poner lo que quería decir a mi corazón. Finalmente, acabe de repetir: "Está bien".

"Está bien, Xiao Yi, vuelve rápido. Hace frío por la mañana".

"Está bien".

Feng Jie finalmente me pellizcó la mano, me miró profundamente y luego se dio la vuelta y se metió en el coche de negocios negro detrás de él.

Me quedé quieto y vi cómo el coche arrancaba, luego lo vi alejarse, y luego lo vi hacerse cada vez más pequeño a mi vista hasta que desapareció al final de la carretera.

Vi que la única carretera se extendía hasta la distancia, y a ambos lados de la carretera había tierra con malas hierbas y arbustos - la villa en la que estaba parecía aparecer aquí abruptamente, sin ningún rastro de actividades humanas.

¿Por qué Feng Jie compró una villa aquí? Tal vez no se compró en absoluto, sino que se construyó deliberadamente.

Eso es aún más extraño. ¿Por qué Feng Jie eligió un lugar así?

"Sr. Xu, es hora de que volvamos". La voz de Zhang Bo sonó a su lado.

Mis pensamientos fueron interrumpidos. Eché un vistazo al tío Zhang con una sonrisa profesional, y luego miré fuera de la puerta. Pregunté tentativamente: "Bo Zhang, quiero salir a dar un paseo, ¿está de acuerdo?"

La expresión del tío Zhang no cambió en absoluto. Él respondió: "Sr. Xu, no se ha recuperado completamente y no es adecuado para su estado. El Sr. Zhang dijo que se quedara en casa".

La respuesta esperada, pero aún así me sentía incómodo.

El tío Zhang volvió a mirar el reloj en la mano, levantó la vista y continuó recordándome concienzudamente: "Sr. Xu, ahora son casi las nueve en punto. Es hora de que haga ejercicio".

De las nueve a las diez en punto, está escrito en el formulario. Hacer ejercicio durante una hora todos los días.

"Llevare más abrigos para asegurarme de no coger un resfriado. Solo quiero salir a caminar o correr. También corro en la cinta de correr, y correr afuera también es ejercicio, ¿verdad?" No voy a retroceder.

"Sr. Xu, si sale y se resfría, nos castigará".

"Entonces llama a mi marido y dile que quiero salir ahora". Pensando en las palabras justo antes de que Feng Jie se fuera, agregué: "¿No acabas de decir que si hay algo que quiera me ayudaras a contactar con él?"

Zhang Bo no se movió, y todavía había una sonrisa decente en su cara: "Sr. Xu, no quiero que se moleste con este tipo de cosas, así que, por favor, no me avergüence".

La actitud incomputable de Zhang Bo me molestó mucho, pero también vi que no saldría por esta puerta sin importar lo que dijera hoy.

Dejé de hablar, solo calmé mi cara y volví sin decir una palabra.