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Entró sin pensarlo más y la vió. Su respiración se detuvo por unos segundos. 

Era como el milagro que por tantos años había esperado.

Ahí a unos pocos metros se encontraba su felicidad completa.

Ella le sonrió. Naruto solo pudo permanecer en su sitio observando a su angelical mujer, seguía tan hermosa como la recordaba.

—Hinata… mi amor. 

Naruto caminó lo pocos metros que los separaban. Hinata estaba en una cama conectada a un suero, su rostro lucía débil. Apenas podía mantener los ojos abiertos y mostrarle una débil sonrisa. Se veía tan cansada y pálida.

La enfermera se acercó hasta él evitando que llegara hasta Hinata.

—Por favor tengo que explicarle algo importante, ella tiene un gran daño emocional. 

—¿Daño?— sintió como si le hubieran dado un golpe en el estómago.

—Su mente presenta amnesia y se comporta a veces un poco infantil. Tiene que tomar esto con calma. Su esposa no es la misma que usted recuerda. Por favor no puede darle tanta información de golpe. Ella está aún muy débil física y mentalmente. 

Naruto escucha atentamente a todo lo que le dice y simplemente asiente, después de todo Hinata acaba de pasar por un proceso quirúrgico.

—Todo debe llevarse con calma. No le haga preguntas por ahora. Debe tener mucho reposo por su operación. Pero comprendo que han pasado mucho tiempo separados. Así que voy a dejarlo un momento a solas con ella.

Naruto asintió y con calma caminó hacia ella. Aunque su corazón estaba acelerado y sus manos temblaban quería mantener la calma. Habían muchas preguntas pero por ahora lo importante era que estaba viva y parecía estar bien.

Con tanto cuidado se acerca para comprobar que lo que sus ojos ven es una realidad. Quiere abrazarla y tenerla entre sus brazos para comprobar que es ella. Que no desaparecerá con el viento.

Pero entiende que ha pasado por una operación hace muy poco. Se conforma con tomar su mano.

—Hinata, estás viva. No sabes cuánto sufrí sin ti. 

Ella solo lo miraba muy confundida.

Se acercó poco a poco. Acarició su mejilla. Ella cerró los ojos y disfrutó de su calidez.

No podía creerlo, la abrazó con tanto cuidado y lloró en su hombro sin poder evitarlo. Eso la asustó un poco.

La enfermera le pidió que saliera, eso ya era demasiado para su paciente.

—No. No me voy a alejar de ella nunca más— suplicó.

—Ella no irá a ningún lado. Debe tranquilizarse por favor, ya que la está asustando.

—De acuerdo. Solo permítame estar con ella, no haré ningún ruido. Ella es mi esposa, a la que no he visto en muchos años. Entienda que no voy a separarme de ella.

—Primero debemos comprobar que es su esposa.

Naruto sacó su teléfono móvil y le mostró un álbum de fotos de él y Hinata juntos. 

La enfermera miró las fotos y definitivamente si era su paciente en todas esas imágenes.

Mientras Naruto pasaba tiempo con Hinata, la policía llegó al hospital para interrogar a todos los involucrados. Con una prueba de huella digital comprobaron que efectivamente se trataba de la misma mujer que había desaparecido hacia tantos años de manera tan misteriosa en otro hospital.

Hinata pronto se quedó dormida y Naruto la miró antes de salir de la habitación.

—Falta muy poco Hinata, pronto estaremos juntos con nuestro hijo.

Debido a la condición de Hinata tuvo que esperar hasta la recuperación de ella para llevarla a su ciudad, a su hogar.

Naruto la visitaba todos los días esperando su mejoría, esperando que ella pudiera recordarlo. Pero ella solo le dedicaba tímidas sonrisas, ni siquiera hablaba con él más que unas cuantas palabras. 

Luego estaba su hijo, Boruto. Él no podía enterarse aún que su madre estaba viva porque ella no estaba en óptimas condiciones para conocerlo. 

Dolía tanto que ella no lo recordara, fue un duro golpe para él. A pesar de todos sus esfuerzos ella no mostraba mejoría en sus recuerdos. Hablaba con ella de muchas cosas, le enseñaba fotos y videos pero Hinata no reaccionaba a nada.

Naruto se repetía todo el tiempo que eso no lo debía desanimar ni ponerlo triste. Tener a su esposa valía toda la pena. Si necesitaba volver a enamorarla lo haría de nuevo cuantas veces fueran. 

Después de dos largos meses Naruto pudo llevarse a su esposa con él. A pesar de que su mejoría requería máximo un mes, su proceso había tardado más días. 

Hinata estaba en muy malas condiciones de salud. Estaba débil y algo anémica. 

Sumándole su amnesia, por lo que su caso seguía abierto. No tenían más pistas de quién o quiénes fueron los involucrados en su secuestro debido a que ella no recordaba absolutamente nada.

Tampoco se sabía quién era la persona que la encontró, la llevó al hospital y la abandonó ahí a los pocos minutos. No hubo ningún registro por su parte. Solo había comentado que había encontrado a la mujer a un lado de la calle y por compasión la había llevado al hospital. 

Naruto estaba feliz por tener a su esposa con él pero no estaba en completa paz porque ahí afuera se encontraba una persona que había hecho tanto daño a la mujer que amaba hasta hacerla olvidar todo, incluso el inmenso amor que se tenían.

Necesitaba encontrarlo y hacerlo pagar.

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⏰ Última actualización: Jun 03 ⏰

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