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Desde hace varios días le costaba demasiado levantarse de la cama. Se sentía sin energía, sin ganas de vivir.

Todo el tiempo se sentía agotado y si salía de su casa no estaba en paz nunca.

Observaba cualquier donde estuviera, siempre buscándola. Imaginaba que cualquier persona podría saber dónde estaba. Preguntaba por ella enseñando su foto a todos. Su desesperación crecía mientras las personas negaban conocerla. Se ponía agresivo ante la negativa de la gente y comenzaba a gritar que alguien la tenía secuestrada. Luego llegaba el llanto al no poder aceptar su realidad.

Sus padres se habían enterado de todo y tuvo que ser internado en un hospital con calmantes. Cuando se recuperó pasó a vivir con ellos abandonando la casa que había compartir con su esposa. De todos modos estar ahí lo atormentaba pues la veía en todos lados.

Cuando lograba escapar buscaba en, hospitales, en callejones, terrenos baldíos, en la morgue. En los peores lugares. Siempre estaba la terrible sensación de que haría si la encontraba ahí sin vida. Era un alivio salir y que ella no estuviera ahí pero a la vez la frustración de terminar el día y no saber nada de ella lo hundían de nuevo en la depresión.

Entonces llegaba la noche y no podía conciliar el sueño pensando que ella estuviera en peligro, que fuera golpeada o maltratada.

O cosas peores en las que no quería pensar.

Todo había cambiado desde que su amada Hinata había desaparecido del Hospital. Ya no era el mismo. Había perdido las ganas de vivir y ya no podía sonreír.

Dios sabe cuánto había luchado en contra del Hospital, había tratado de volver a entrar de muchas formas sin exito. Al no haber pruebas de su estancia ahí más que el suéter de Hinata y el testimonio de Naruto, ya no pudo hacer nada. Ya que no había registro de su cita, no había ningún expediente y todo el personal juraba no haberla visto. Sumando el hecho de que justamente ese día las cámaras de seguridad no estaban funcionando correctamente. Todo estaba en su contra para poder encontrarla.

Después de que el personal le pidiera que se marchara pues no tenían ningún rastro de su esposa, su actitud se volvió violenta tanto fue ese mismo día fue arrestado. No podía creer lo que estaba pasando, su esposa había desaparecido en el hospital y él era arrestado para que más tarde fuera declarado como el primer y único sospechoso.

No entendían que él necesitaba estar fuera para buscar a su esposa, encerrado no podría. Gritaba porque necesitaba salir a buscarla, repitiendo que a su esposa no le gusta estar sola.

Podía recordar con claridad las miradas de sus suegros, sabía que nunca fue de su total agrado. Ellos también creían que él era el culpable de la desaparición de Hinata.

Se sintió desolado hasta que su padre y su madre llegaron a la cárcel al día siguiente ya que no se encontraban en el país.

Minato, su padre, junto a su abogado y amigo Gaara realmente se habían esforzardo en sacarlo pues si actitud violenta en la celda no le ayudaban. Pero nadie comprendía que él necesitaba salir de ahí.

En las madrugadas solo podía llorar porque sentía que Hinata en algún lado estaba asustada y lo necesitaba. Además de pensar en su hijo que estaba a punto de nacer. Tenía por la vida de los dos. Sabía que estaban muy vulnerables. Su esposa embarazada y su hijo, un bebé a punto de nacer.

Lo que más le dolía era que sospecharan que él era el culpable, que él le hubiera hecho daño a Hinata, a su gran amor.

Después de una semana fue libre ya que se comprobó que realmente él salió por la carpeta de documentos y además la denuncia del robo de su auto se comprobó que fue falso, su auto en efecto era nuevo.

Volver a verte  ♡NaruHina♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora