Capítulo 10

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Becky se estaba cuestionando porqué había aceptado acompañar a Jane a la estación del tren, pasando su brazo sobre su frente para apartar su cabello al sentirse abrumada entre la gran marea de personas que transitaban por el lugar. Su amiga había decidido recoger su pedido en la parte más concurrida del lugar y sin ningún asiento a la vista, haciendo que la castaña se arrepintiera por haber ido,

¿Por qué cambiar la comodidad de su departamento por esto? Oh, se imaginaba en su sala, acostada sobre el sillón sin tener a tantas personas a su alrededor, considerando si pedir comida o hacerse algo, pero esa respuesta era lógica.

"[De ser así y tienes antojo de comer algo, puedes llamar...] [...así siempre será contestado sin importar a qué hora del día sea.]"

Sintió sus mejillas sonrojadas al recordar sus palabras y palméo su rostro contra sus manos, tratando de disimular el rojo que comenzaba a colorearlo.

¿Por qué sentía tan presentes esas palabras?

Se repetía que solo era amable, además de que era una de sus clientes frecuentes, probablemente ese era el trato especial que daban por su preferencia. Pero recordar su comida, sobre todo aquellos platillos que había probado cuando fue a visitar el restaurante, solo hacía que su estómago gruñera en señal de hambre.

—Alguien está hambrienta. —Cuando escuchó a Jane detrás suyo, se giró de manera rápida.

—¡No hagas eso! —Reclamó con el ceño fruncido, cruzándose de brazos.

—Te estuve hablando que ya podemos irnos, ya me desocupé de aquí, pero parecías algo distraída como para siquiera voltear a verme.

—Oh, perdón. —Se disculpó, desviando la mirada.

—Está bien ¿A dónde quieres ir a comer? Viendo que estás distraída, tu estómago exige comida y que ya te hice pasar por mucho al estar aquí, es turno de que escojas en qué lugar quieres comer, yo invitaré todo.

Becky sonrió apenada ante las evidencias que su amiga decía, pero pensando en qué lugar podrían ir a comer. Aunque antes de ser interrumpido tenía una idea, se preguntaba si sería algo bueno volver hacía aquel lugar.

—Creo tener una idea a dónde podemos ir, espero que te guste. —Agarrando su brazo, era turno de guiarla por el resto del día en busca de algo para comer.

Quitándose el casco, Freen ingresó por la puerta trasera del restaurante después de terminar con labor de repartir los pedidos acumulados. Dejó su equipo sobre la encimera a un lado de la puerta y caminó con curiosidad por la cocina, observando la forma en que Opp y Nutt cocinaban a la par una serie de platillos ante lo concurrido que estaba aquel día el restaurante.

—¿Necesitan ayuda? —Cuestionó, recargando su cadera contra el mesón a un lado, tratando de no molestar en su área de trabajo.

—Estamos bien aquí en cocina, solo asegúrate de ayudarle a Nam con la parte de enfrente del restaurante, hoy amanecimos siendo populares. —Opp soltó con una carcajada, señalando el montón de pedidos que habían recibido en menos de la mitad de su jornada. Creían que al cierre del restaurante duplicarían las ganancias de un día promedio.

Freen se limitó a asentir, quitándose su chaqueta antes de colocarse uno de los mandiles, atándolo mientras se dirigía al mostrador. Sonrió en cuanto observó un par de personas esperando ser atendidos en la caja, apresurándose para ayudarles; Nam terminó de retirar un par de platos y vasos sucios de una mesa, caminando con paso apresurado hasta el mostrador.

Sintió un alivio al verla ayudarla en la caja, por lo que dejó los trastes sucios junto con el cúmulo que ya había anteriormente, se aseguraría de limpiarlo en cuanto pudiera tener un respiro. Limpió la pequeña capa de sudor que se estaba formando sobre su frente y volvió a donde la azabache terminaba de tomar dos nuevas órdenes, encontrándose a mitad del camino.

Delivery girl「 Freenbecky 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora