¿Está prohibido?

Capitulo 5

Al día siguiente Bárbara sintió un peso en el pecho, abrió
lentamente los ojos y vio a Fernanda con la cabeza apoyada
en él. Sonrió de reojo y acarició el cabello castaño de
Fernanda, no quería despertarla pero tenía que levantarse
para arreglarse e ir a trabajar, se esforzó con todas sus
fuerzas en levantarse sin despertar a Fernanda.
Bárbara se duchó y fue a desayunar aún en albornoz.

- ¡Buenos días!-Saludó Bárbara a la camarera mientras se
sentaba a la mesa del desayuno.-

- ¡Buenos días señora!-Respondió la mujer.-

- Sírveme una ensalada de frutas.-Dijo Bárbara mientras
cogía el periódico para leer.-

Mientras Bárbara tomaba su café notó que su criada estaba
inquieta.

-¿Qué tienes que decirme María?-Bárbara enarcó una ceja al
preguntar.-

- Señora... hoy la señorita Fernanda recibió una llamada.

- ¿De quién?-Preguntó Bárbara seriamente.-

- Bueno... el chico se presentó como su novio. Lo peor es que
fui a buscarla a su habitación y no estaba, aunque esa noche
durmió allí.

- ¿Novio?-Arrojó la servilleta sobre la mesa. No te preocupes, ella se acostó conmigo.-Dijo Bárbara.-

- ¿Qué?-María abrió los ojos sorprendida.-

- Ella no se sentía muy bien así que la invité a dormir a mi
habitación.-Dijo nerviosa.-

-¿Y ahora está mejor?-Preguntó María.-

- ¡Eso no es asunto tuyo!-Se levantó.-Pero... sí, ella es
genial.-Dio una sonrisa de reojo.-

Bárbara salía para ir a su habitación cuando se dio vuelta y
dijo:

- Ah y no te preocupes, le diré a Fernanda que llamó su
"novio".-Puso los ojos en blanco.

Bárbara subió a su habitación, abrió la puerta y tuvo una
vista privilegiada, Fernada se había quitado la sábana del
cuerpo, estaba completamente desnuda, tenía las piernas
ligeramente abiertas. Bárbara pasó sus dedos por sus labios
y se acercó a Fernanda, se posicionó entre sus piernas, las
abrió un poco más, pasó su lengua lentamente entre sus
labios vaginales, haciendo que Fernanda se moviera un poco,
Bárbara comenzó a estimular el clítoris de Fernanda.

-Ahh-Gimió Fernanda, aún con los ojos cerrados.-

- ¡Buen día!-Dijo Bárbara mientras hacía rápidos movimientos hacia Fernanda.-

- Bárbara……. ah……. _ abrió los ojos y se encontró con la mirada
hambrienta de Bárbara.

- No me dijiste que tienes novio.-Deslizó dos dedos dentro
de Fernanda.-

- Y no tengo.-Habló con dificultad.-

- ¿Estás segura?-Bárbara comenzó a penetrar con fuerza a
Fernanda con sus dedos.-

- Yo tenía…..ah-Se agarró con fuerza al tapizado de la cama.-

Bárbara no respondió nada, solo siguió complaciendo a su
hijastra. Fernanda se mordió los labios con fuerza, su cuerpo
se retorcía en la cama, sus piernas insistían en cerrarse pero
fueron detenidas por Bárbara quien las apretó con fuerza,
Fernanda no pudo más y se corrió, Bárbara le sacó los dedos
y se los llevó. su boca y luego fue al baño.
Fernanda se quedó en la cama tratando de controlar su
respiración, luego de unos minutos Bárbara salió del baño
vestida con lencería.

- ¿Vas a la empresa?-Preguntó Fernanda.-

- ¡Lo haré!-Respondió y se puso una falda negra ajustada.-

- Um está bien... voy a darme una ducha.

Fernanda se levantó y fue al baño, tomó un trago y cuando
salió Bárbara estaba recogiendo su bolso para ir a la
empresa.

- ¡Bárbaro!-La llamó Fernanda.-Sobre lo que me preguntaste, es... Te juro que no tengo novio, yo...-La interrumpió Bárbara.-

- Mi vida-Se acercó.-No me debes satisfacción en tu vida.

- Pero...-Fernanda intentó explicarse.-

- Dejemos algo claro aquí. Lo que tuvimos fue sólo sexo y
nada más.-Acercó su boca al oído de Fernanda.-Y lo
seguiremos teniendo... cuando quieras.-Susurró y besó los
labios de Fernanda cerca de él y se fue.-

Bárbara se dirigió a la empresa, al entrar Sofía estaba
hablando con unos empleados cerca de la recepción.

- ¡Buen día! Te espero en mi habitación, Sofía.-Dijo seriamente y entró a la habitación.

- Vaya, parece que la serpiente hoy no amaneció de buen
humor.-Dijo uno de los empleados.-

- Buena suerte Sofía, la necesitarás.-Dijo el otro.-

- Mucho cuidado al referirse a la señora Bárbara, si escucha
uno de sus chistes se meterá en problemas.-Sofia habló
entre dientes.-

Sofía entró al despacho de Bárbara con su diario en la
mano.

- Hoy tienes que revisar unos modelos de ropa y tienes una
reunión a las 3:00 am y...-La interrumpió Bárbara.-

- ¡Cierra la puerta!-Ordenó Bárbara.-

Sofía cerró.

- Luego hablamos de trabajo.-Bárbara estaba sentada en la
silla del despacho.-Ven aquí...

Bárbara llamó a Renata quien se acercó a ella y se apoyó en
la mesa.

-¿Vas a volver a tratarme mal?-Preguntó Sofía mirándola.

- Quiero disculparme con usted.-Colocó una mano en el
muslo de Sofía.-Sé que actué mal……. estaba cansada y
terminé desquitarme contigo.-Deslizó su mano sobre el muslo de Renata.-¿Me perdonarás? ¿Oh?

- Está bien... te perdono. -Colocó un mechón de cabello detrás de su oreja.-

Bárbara se levantó y se posicionó frente a Sofía.

- Buena niña.-Le dio un besito a Sofía.-Hoy vamos a cenar.

- ¿En mi casa?-Preguntó Sofía.

- Hoy vamos a un restaurante.-Puso una mano en la cintura
de Sofía y la apretó.-

- ¿En serio?-Preguntó emocionada.-

- ¡Sí!-Sonrió de reojo.-

- ¡Aaa te amo!

Bárbara y Sofía comenzaron un beso lleno de lujuria, poco
a poco Bárbara recostó a Sofía sobre la mesa de la oficina,
repartiendo besos húmedos por el escote de Sofía. Bárbara
comenzó a abrir la blusa pero fue interrumpida por insistentes golpes en la puerta, rápidamente se alejaron.

- Puedes pasar.-Dijo sentándose en la silla y Sofía se posicionó a su lado.

- Señora Bárbara, el ejecutivo Rodrigues la espera en la sala
de reuniones.-Informó un empleado al abrir la puerta.-

- Ya voy, gracias.-Respondió Bárbara con tranquilidad.-

Pasaron las horas, Bárbara no llegaba a casa a la hora del
almuerzo, eran las 7:00 de la noche cuando Bárbara llegó a su
casa, había tenido mucho trabajo ese día y no tenía tiempo
de salir antes. Entró a la casa y fue directo a su habitación, no
vio a Fernanda, supuso que debía estar en su habitación.
Bárbara se dio una larga ducha y se estaba vistiendo cuando
se abrió la puerta de su habitación.

- ¡Fernanda! ¡Que susto! ¿No sabes golpear?-Dijo mientras
colocaba su mano en su pecho.-

- ¡Lo siento!-Sonrió.- ¿Vas a salir?