Capitulo 7

121 8 0
                                    


Escena retrospectiva

Bárbara y Rodrigo se encontraban en un lujoso restaurante,
cuando una pareja se sentó en una mesa al lado de la de
ellos.

- A este tipo de personas se les debería prohibir la entrada a
un ambiente como este. -Dijo Rodrigo refiriéndose a una
pareja gay.-

- Tienen derechos como cualquier otro ser humano. -Dijo
Bárbara.-¿Que te molesta?

- Siempre defiendes a este tipo de personas.-Dijo irritado.-

- Y siempre los defenderé. Son buenas personas que saben
respetar a todos, no sé por qué hay tanto prejuicio.-Se puso
de pie.-

- ¿Donde vas?

- A un lugar lejos de ti.

- No vas a ninguna parte.-Rodrigo se levantó y tomó el brazo
de Bárbara.-

- ¡Déjame ir!-Bárbara habló entre dientes.-

- Vamos a casa.

- No voy a ir a ninguna parte contigo.

La pareja que estaba sentada cerca de la mesa donde
discutían Bárbara y Rodrigo, notó la forma en que el hombre
sujetaba a la mujer.

- Señora, ¿se encuentra bien?-Preguntó uno de los hombres
mientras se acercaba.-

- No es asunto tuyo si mi esposa está bien o no. Será mejor
que vayas a cuidar los tuyos...

Bárbara imaginó que Rodrigo ofendería al novio del chico e
intervino en la conversación.

- Todo está bien, gracias.-Forzó una sonrisa.-Mi marido está
un poco molesto pero ya nos vamos a casa. ¿No es cierto, amor?-Bárbara miró a Rodrigo esperando una respuesta.-

- Sí...-Se alejó.-

- Permiso. Y gracias de nuevo.

Bárbara habló con el niño y acompañó a su marido.

-¿Cuál es tu problema Rodrigo?-Preguntó Bárbara mientras
subía al auto.-Me trajistd aquí para disculparte y mira lo que
acabas de hacer.

- Mi problema eres tú.-La miró seriamente.-

- Esto es muy fácil de resolver, dame el divorcio y tus
problemas terminarán.

- ¡No! Te amo... no puedo dejarte.

- ¡Eso no es amor! Es una enfermedad, ¿Me entiendes?

- Será mejor que te calles. No quiero discutir.

Rodrigo arrancó el auto y aceleró, Bárbara lo miró asustada,
él manejaba como loco.

- Más despacio.-Dijo Bárbara.-Nos vas a matar, idiota.

Rodrigo no escuchó y aumentó aún más la velocidad, por
mucho que Bárbara preguntara, a él no le importaba.
Llegaron a casa e inmediatamente comenzaron una
discusión.

- ¡Me voy ahora mismo!-Dijo Bárbara casi corriendo
escaleras arriba.-

- ¡No irás a ninguna parte!-Gritó Rodrigo mientras iba tras
ella.-

- Tú no me mandas.-Dijo Bárbara mientras entraba a la
habitación y cogía una maleta para guardar su ropa.-

- No eres tan estúpida como para irte, olvidaste que no tienes
nada, invertiste todo tu dinero en la empresa y no está a tu
nombre.-Dijo tomándola de ambos brazos.-

- Eres miserable. -Gritó Bárbara.-Maldita sea la vez que
decidí casarme contigo. ¿Sabes lo que eres? Un viejo inútil eres
un inútil.

- ¡Cállate la boca!

-¿Que pasó? ¿No soportas escuchar la verdad? Nunca
lograste hacerme llegar al orgasmo.-Habló burlonamente.-Sepa que una mujer... me hizo venir como nunca lo logró.

Rodrigo abrió los ojos sorprendido.

- ¿De qué diablos estás hablando? ¿Estás diciendo que eres...

- ¡Sí! Siempre he estado con mujeres y te engañé, no con una
con varias, y no me arrepiento. Y me dieron orgasmos maravillosos.

Rodrigo empujó brutalmente a Bárbara sobre la cama,
comenzó a quitarle el cinturón, Bárbara lo miró asustada.

-¿Qué vas a hacer?-Preguntó Bárbara.-

- Lo que se merece todo el mundo como tú.

Bárbara se levantó de la cama y corrió hacia la puerta pero
estaba cerrada. Rodrigo se acercó a ella y la abrazó con
fuerza, la arrastró de regreso a la cama y la arrojó sobre ella.

- No puedes hacer eso.-Dijo Bárbara al verlo quitarse la ropa.-

- Eres mi esposa y puedo hacer lo que quiera contigo. -Se
subió encima de ella y la sujetó con fuerza por los brazos.-

- ¡Sueltame! ¡Sueltame!

Bárbara empezó a intentar quitárselo de encima, luchó con
todas sus fuerzas pero fue inútil, Rodrigo además de pesado
tenía mucha fuerza. La violó sin piedad.

Fim de flashback.

- ¿Bárbara? Yo te hice una pregunta. -Dijo Sofía.-

- Él lo sabía... Le dije.

-¿Estás bien?

- Yo... ¿Nos vamos? Estoy cansada.

- Vamos, déjame pagar la cuenta.

- ¡No! Yo pago... Yo te invité.

Bárbara pagó la cuenta y se ofreció a llevar a Sofía a su casa
ya que ella había tomado un taxi para ir al restaurante.

- Entra conmigo... tengo algo para ti.

- Sofía, estoy cansada y...

- Mañana es domingo... por favor.

- Está bien... pero no tardaré.

- Te prometo que será rápido.

Entraron Bárbara y Sofía.

- ¿Quieres tomar algo?_ preguntó Sofía.

- No, gracias.-Sonrió.-

- Ok...

Sofía se acercó a una pequeña mesa y tomó una pequeña
caja negra.

- Esto es para ti...-Dijo Sofía mientras extendía su mano
hacia Bárbara.

- ¿Para mi? Yo...no...

- Ábrelo, te gustará.

Bárbara abrió la caja y encontró un hermoso collar, el
colgante era una mujer cargando a un bebé con alas. Cuando
Bárbara lo vio no pudo contener la emoción, sus ojos se
llenaron de lágrimas, detrás del colgante había una frase.

- No me fui de ti mamá.-Bárbara leyó la frase y dejó que las
lágrimas mojaran su rostro.-

- Él siempre estará contigo... ahí en el cielo hay un angelito
cuidándote.-Sofia se acercó a Bárbara y se secó las
lágrimas.-

- Ay Sofía... no sabes cuánto me duele.

- Me imagino mi amor.

Sofía le dio a Bárbara un tierno beso en los labios y ella
respondió, luego se abrazaron.

- Necesito irme...-Dijo Bárbara.-

- ¿Puedo ponerte el collar?

Bárbara solo asintió, Sofía hizo lo que le pedía. Bárbara le
agradeció y se fue. Al llegar a su casa buscó a Fernanda pero
no la encontró, imaginó que había salido a caminar. Bárbara
tomó una botella de whisky y se dirigió a la oficina, se sirvió y
encendió un cigarrillo. Habían pasado como dos horas
cuando llegó Fernanda, estacionó el auto en el garaje,
Bárbara ya se había bebido media botella de whisky,
Fernanda vio encendida la luz de la oficina y se dirigió hacia
allí.

¿Está prohibido?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora