Es sorprendente lo rápido que pasaba el tiempo cuando no te encuentras entretenido, ya tenía trabajo y el único inconveniente era que debía ser una especie de espía, ninja o cualquier cosa para que nadie y sobretodo Seventeen notará mi presencia. Aunque con la suerte que tengo y contando el hecho de que trabajamos en el mismo edificio, les doy mínimo 2 días para que se den cuenta de todo.
Un jeans ajustado junto a una camisa azul y unas zapatillas blancas eran mi vestimenta de hoy. Entro al edificio a las 5 de la mañana, está vez viendo a la primera secretaria que ahora se que se llama Kin Nayeon. Saludo con cortesía caminando hacia el elevador.
Ya era mi segundo día en la compañía, después de insistir la empresa logro contactar a mi antiguo manager, cuando le facilite su número esté aceptó gustosa, no sin antes regañarme por no avisarle con anticipación.
Había programado una reunión con todo el personal a cargo de mi debut para dentro de una semana, había enviado bocetos de mis ideas respecto al vídeo y vestimenta y esperaba que estos diseñaran algo que cumpla o se asemeje a mis expectativas. Ahora solo iba a la empresa a trabajar en las músicas ya que en mi casa no tenía las herramientas para grabar mis composiciones.
El Ceo Bang me dejó tomar unos de los estudios a mi libertad, ya que los Idol y productores de la empresa en su mayoría tenían su espacio para trabajar desde sus hogares o ocupaban otras áreas.
Al llegar al piso correspondiente y entro al estudio, el tono grisáceo de las paredes me parecían deprimentes, pero los muebles cómodos y los aparatos profesionales para crear música lo recompensaba.
Dejo mis cosas en la silla, me acerco a la guitarra que descansaba en uno de los rincones, tomo asiento en el pequeño sofá y comienzo a afinar las cuerdas de la guitarra, seguido de eso toco algunos acordes de una canción ya conocida, incluso importante para todas las Carat, Thanks una canción que escribí especialmente para despedirme y agradecer a todas los fans cuando había demasiadas posibilidades de irme del grupo, el equipo Hip-hop y Woozi fueron fundamental para la finalización de la letra y música, pero la idea original nunca se perdió.
Sacudo mi cabeza negandome a recordar, prendo el grabador preparándome para grabar la canción en la que he estado trabajando, mentiría si dijera que me faltaba inspiración si lo único que he hecho desde que dejé el grupo es plasmar mi frustración con papel y lápiz.
A las 7:30 de la mañana, mi barriga me recuerda que no había ingerido ningún alimento en lo que llevaba en el día y me arrepentí mentalmente por no haber comprado algo para comer, antes de venir. Recipnada tomo mi cubre boca y bajo a la cafetería.
Al llegar el olor del café hacen gruñir me barriga "tengo demasiada hambre"
- Buen día, un Tteokbokki y caramel macchiato por favor - el chico toma mi orden y aviso que en 3 minutos estaría listo.
Pague y espere en la barra mi pedido, mientras revisaba los mensajes de mis hermanos y mi madre asegurándole que seguía comiendo bien.
- Un americano por favor - la voz grave y a la vez cantarína hace que mi cuerpo se tense, me niego al voltear para comprobar mi sospecha, muerdo mi labio en gesto ansioso esperando que mi orden ya esté lista.
- Orden 3 - el chico se acerca y deja mi orden en la barra.
- Soy yo, gracias -hablo apresurada, no me gustaba comer dentro del estudio pero en este momento era una emergencia.
Giro, pretendiendo salir corriendo y desaparecer del lugar, pero la suerte nunca estará de mi lado y termino chocando con un cuerpo más musculoso que el mío pero si de mi misma estatura, por suerte no derrame mi café.
- Perdón -digo bajito y apenas audible, veo esos ojos gatunos, maldije mentalmente mientras salía corriendo por los pasillos está vez cuidando de no chocar con nadie.
Al parecer Seventeen si logro descubrir todo en 2 días porque con todo y lo cubierta que me encontraba, estoy segura de que Woozi sería capaz de reconocerme.
Me encondo de nuevo en las cuatro paredes del estudio, suspiro con fuerza cansada, no tenía caso molestarme tarde o temprano se enterarían de que me encontraba aquí, aunque me hubiera gustado que hubiera sido después del debut. Pero tenía que ocultarme de 13 personas, los cuales son curiosos y se mantienen esparcidos por todos lados, solo era cuestión de tiempo para saber la verdad, si son lo suficientemente inteligente se mantendrán lejos de mi y evitarán hacerme preguntas.
Los toques en la puerta me sacan de mis pensamientos, extrañada me levanto para abrirla.
- Hola princesa - Jungsan me regala una sonrisa adentrándose al estudio, tomando asiento en el sofá.
- Pensé que no vendrías hoy -admito volviendo a sentarme en mi silla.
- Hoy firmaría el contrato, además de que debo ponerme al tanto con tus actividades, por ahora estás libre tienes un plazo de un mes para entregar las canciones para el primer mini álbum, luego se programara la reunión para elegir los temas principales y comenzar con las prácticas y grabaciones -revisa su tablet y luego me mira -Luego vendrán la falta de sueño, promociones, entrevista, en poco palabras la vida de un idol.
Jung-san era mi antiguo y nuevamente manager, por suerte el contrato de San expiró junto al mío, claro que con un novio millonario un trabajo no era algo que le preocupara, aún así agradecía que haya aceptado regresar conmigo.
- ¿Si estás al tanto de que Seventeen anda usando las instalaciones de la empresa? - pasa sus dedos por su cabello negro, estirandolos hacía atrás -Vi a Hoshi y a Dino cuando estaba entrando, fue suerte que ellos no me notarán a mí.
- Yo choque con Jihoon en la cafetería.
El silencio invade el lugar, giro a ver a mi amigo, el cual estaba con los ojos abiertos esperando que le diera uns explicación.
- ¿Qué? -pregunto distraído.
- ¿Cómo que, qué? - exclama incrédulo -¿Acaso no te reconoció?
- Estaba con un cobre boca, además si me reconoció o no, desde aquel día dejaron en claro que yo y nuestra amistad nunca les importo -hable tranquila -Después de todo, era inevitable que no me descubrieran.
- ¿Podrás soportarlo?
- Ellos ya no me importan, para mí no son más que desconocidos, con las que en algún momento trabajé, pero nunca conocí realmente -mentí descaradamente.
- Sigo pensando que tal vez todo tuvo su razón -admite en voz baja -aunque eso no justifica lo que hicieron.
- Exacto no lo justifica, creo que lo mínimo que me merecía era un explicación, al menos una disculpa, se suponía que eramos una familia - resoplo frustrada -Pero nada fue real.
Jung-san mantiene su expresión comprensible, sabe lo mal que la pase, desde el mal trato que me dió la empresa y hasta que los chicos de un momento a otro cambiaron su forma de tratarme. Y es que él estuvo presente en todo momento, hasta logro defendeme en algunas ocasiones.
- ¿Quieres escuchar en lo que he trabajado? -pregunto animada -Necesito la opinión de alguien con buen gusto.
- Pues soy la persona correcta -sonríe feliz.
Le ofrezco los cascos y pongo play a las canciones que muy pronto formarían parte de mi nuevo álbum.
Chicos perdón Wattpad me borró todo y luego subió la historia cuando la estaba volviendo a escribir. Se supone que el capítulo sería más largo pero debido a que ya la aplicación me está j*diendo la paciencia lo dejaré hasta aqui.
Estaré publicando rápido porque la historia la tengo casi terminada pero ¡Wattpad no colabora conmigo!
Bye🩷🩵
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La ex integrante de Seventeen
FanfictionHabía puesto mi confianza en esos 13 chicos, los considere familia, pero al final todo fue más que una mentira. Pero no me iba a callar por mucho tiempo ni Pledis, ni Seventeen harán que yo renuncie por lo que había trabajado por años...