🏝️- luminoso.

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[Yandere sirena x reader salvavidas]

[...]

En una calurosa tarde de verano se podía ver a una hermosa joven, aquella joven disfrutaba las olas con su tabla de surf, era tan tranquilo y emocionante el pasar por las olas.

—¡Tn! Regresa a la caseta de vigilancia—

—¡upps!—

Tal vez no debió de haber disfrutado tanto.

—¿Que haces muchacha? Te vas a nadar por disfrute y aquí me dejas solo, ¿y si pasa algo?, ¡yo no sé nadar!—

Eugine un señor viejo y rechoncho era tu compañero salvavidas, era el tipo de persona que habla hasta por los codos, pero que sin duda era buena.

—entonces, ¿Para que se metió a trabajar de salvavidas?—

—es que me veo divino con este traje ¿si o no?, la señora Marvela de allá enfrente me hace ojitos cada vez que voy allá —

Sonríes con comprensión, sabías que esa pareja tenía potencial y amor así que solo lo dejaste pasar.

Volteaste tu vista al mar, aquel cuerpo de agua que cautivaba a quien lo viera, muy en tu interior te preguntabas que habría en aquel mítico lugar.

Tus pensamientos se interrumpieron con el golpear del agua.

(¡Alguien se está ahogando!)

Con velocidad corriste a la lancha, y en un rápido movimiento tenías amarrado a aquel que se estaba 'ahogando'.

Sin notar su mirada sorprendida y totalmente consciente le diste RCP de boca a boca, provocando un sonrojo furioso.

—ya estás bien, respira lento, sigue mi respiración...oh tu traje de baño se escapo, no te preocupes tengo algunos de emergencia completamente nuevos claro.—

Fuiste rápidamente al compartimiento de guardado y sacaste un short azul, no notando la mirada abandonada de tu acompañante.

—toma pontelos, y dime ¿qué sientes?¿Te duele algo?—

Aquel acompañante no dijo nada, aún seguía impresionado por el shock de haber sido sacado del agua y no haber sido puesto en alguna vitrina.

—n-nada—

Con nerviosismo respondió, y a tus oídos llegó su voz una tan hermosa y equilibrada que por algún instante pensaste que estaba cantando.

—bien, ahora necesitaré que me des algunos datos de ti—

[...]

—lo único que me dio fue su nombre y después intento correr y se cayó...me dio tanta pena que le ofrecí cargarlo.—

Tenías a aquel joven en brazos cuál princesa, el tenía ambos brazos en tu cuello.

Eugine se quedó atónito, no era normal la situación que se presentaba y el cambio de mirada fría a cálida del chico le dio un escalofrío.

—d-deberias llevarlo a la policía reader...—

Jack el extraño chico, lo vio amenazante, se lo terminaría comiendo si seguía jodiendo se decía a si mismo.

—cada vez que digo algo de policía se pone a temblar...ya veré qué hacer,hasta mañana Eugine—

Sin más fuiste a tu casa con el brazos.

—tienes mucha fuerza—

Jack tenia una mirada enamorada.

—tengo que tenerla, si no, ¿como cargaría a las personas inconscientes? —

Al entrar lo dejaste en el sillón de manera cuidadosa, el de quejo un poco al ya no tener contacto contigo, pero sonrió cuando te sentaste frente a el.

—mira no se que suceda contigo,pero tampoco puedo dejarte ahí a la deriva...así que tienes que hablar—

—...¿puedes volver a enseñarme a caminar?—

—¿volver a-...?—

Al ver la mirada suplicante de Jack, decidió dejarlo por la paz.

Equivocación.

Enseño a Jack a caminar, y cuando pudo hacerlo solo y bien regresaron al sofá.

—¿Entonces?—

—lo que me pasa...¡eres tú!—

Con rapidez Jack se abalanzó hacia a ti poniendo tus manos arriba de tu cabeza.

—tu no me metiste a una vitrina,no me pediste nada más que mi nombre, ¡incluso confiaste tanto en mi como para llevarme a tu casa! Eres realmente tonta, pero, ahora eres mi tonta, tienes tan lindo corazón que temeria que se desperdiciara con algunos de estos asquerosos humanos—

Le diste una patada en los testículos y escapaste,corrías por las calles sin ver realmente a donde ibas la adrenalina la sentías al respirar era un dolor desagradable.

Terminaste en la playa.

Descansaste un segundo cuando viste la luminiscencia en la orilla del mar, era hermoso ver aquel toque azulado,por un momento olvidaste de que escapabas.

—reader, amor, no lo intentes...—

Corriste unos metros cuando empezó a cantar, las olas bajaron de la arena reagrupandose en una feroz subida que impacto contra ti, fue ahí donde volteaste a verlo, sus ojos resplandecian al igual que la luminiscencia del mar el mismo color azulado, se acercó con tranquilidad.

—hay que irnos amor—

Y sentenciando así su enfermizo amor, comenzó a cantar llevando tu mente y tú cuerpo al oscuro mar.


Fin.

Yandere {one-shots} x reader🖤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora