🤡- maravillas/2

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Segunda parte, por qué amo tanto el terror como la comedia.

[Yandere x reader.]

[Temática: trabajo.]

[...]

Alejandro no era fanático de dejarse sobreexplotar por idiotas que eran incompetentes pero con egocentrismo extenso.

Pero tal parece que tú si, ya que contra todo pronóstico conseguiste un empleo en un supermercado, y enseguida te siguió.

Por un momento se arrepintió de no haberte secuestrado, si lo hubiera hecho se hubiera ahorrado el infierno que tuvo que pasar en atención a clientes.

[...]

Era un lunes por la mañana, y tenía que levantar costales de harina y azúcar y acomodar los estantes,cuando una señora se acercó esta era baja, de cabello corto, usaba diadema, una servilleta en el cuello y lentes pequeños.

-disculpe joven, ¿es el estante de harina y azúcar?.

Alejandro volteo a ver el gran cartel que entre otras cosas venía en grande "azúcar y harina", después volteo hacia el estante y vio la harina y el azúcar, y confundido respondio.

-si señora, aquí es, de hecho ahí está.

-ay muchas gracias hijito...¿Que precio tiene el azúcar?

-el medio a catorce y el kilo a treinta.

-ah...¿y el medio?

Respirando hondo respondió.

-a catorce...-

-ah...ay mijo déjamelo a diez ¿no?, es que ya no ajusto...

-no puedo hacer eso señora, los precios están fijos...

-¡ay no como eres malo!, ¡yo te estoy comprando y todavía no quieres vender!

Alejandro tenía problemas de irá, pero aún así el mismo se había educado como un caballero.

- no soy yo quien pone los precios, si gusta puede ir con mi gerente y platicarlo.

-¡igualado que me contesta! Quiero hablar con tu gerente.

-le estoy hablando señora.

-¡ahora hasta me gritas niño estupido!

Alejandro contó hasta diez.

[...]

Era hora de descanso, y con felicidad fue hasta las cajas registradoras donde te encontrabas, inconscientemente sonrió al verte, pero se desvaneció al instante cuando veía que le sonreias a los clientes.

"Lo cual era una razón estúpida para enojarse", se dijo a si mismo, "era tu trabajo después de todo", se dijo.

- ya es hora de comer t/n.

-ah Alejandro, es cierto, solo espera un momento y estaré contigo...pero, ¿Cómo hiciste para que ambos tuvieramos la misma hora de comida?.

-yo también me sorprendí, pero supongo fue una casualidad...una muy agradable.

[...]

Se podía ver a un señor rechoncho caminar hasta su auto en la noche, salía del trabajo cansado.

-disculpe, ¿usted es el gerente de aquí?.

Con cara arta de la vida volteo a ver al sujeto que hablaba con el, lo reconoció como el nuevo empleado que recursos humanos envío en mensaje.

- ¿y tú vas a ser el nuevo no?, hasta mañana empiezas.

-si, solo quería cambiar mi hora de comida.

-¡Ja! ¿Y que más quieres?, eres empleado quédate con lo que tienes y no estés jodiendo.

Alejandro estampó al sujeto contra el auto y retorció su brazo en su espalda.

-creo que no me he explicado bien.

[...]

Alejandro sonrió.

- hice el desayuno, ¿Vamos?.

Sonreiste un poco avergonzada, ya no tenías que gastar en comida pero, el tuvo que levantarse más temprano para hacer ambos almuerzos.

(tal vez cocine para el devuelta...voy a sacrificar a Petra ya dio dos camadas de puerquitos), te dijiste.

Ya en el área de descanso ambos comenzaron a conversar amenamente, pero Alejandro seguía con cierta duda.

-¿Porque quisiste trabajar?.

-pues...

[...]

-¡no puedes venderlo, es el hermano de Jacinto!.

Te arrodillaste al lado del pequeño cerdo y lo abrazaste y el pego su nariz a tu nariz en un acto de juego.

-patitas ya está grande, nos van a dar mucho dinero por el.

-¡yo te doy el doble, el dinero para mí no es problema!.

-ay t/n ...tienes a fin de mes para conseguirlo, si no, lo vendo, ¿Te parece?.

[...]

-y este es el único empleo en el que no necesitaba experiencia.

Alejandro sonrió compresivamente y te dio un apretón de hombro como manera de reconfortante sin ser demasiado invasivo.

(Maldita sea ese cerdo)

-admiro tu determinación cariño.

[...]

Ambos regresaron a trabajar, pero al llegar a su pasillo Alejandro se percató de lo sucio que estaba, tal parece que a alguien se le cayó una bolsa de azúcar y otra de harina.

-ay joven una disculpa, ya son muy viejas mis manos.

La misma señora del altercado seguía allí, y sin más se fue a otro lugar.

Alejandro tuvo que usar todo el autocontrol que tenía para no asesinarla, en cambio suspiro y comenzó a limpiar.

Y así siguió el turno hasta la hora de cerrar, con alegría se dirigió hacia las cajas donde te encontró llorando sentada en el piso.

-¡Cariño! ¡¿Qué paso?!.

Corriendo se acercó a ti y te abrazo.

-e-es que el corte no cuadra, pero si cuadraba cuando lo conté las primeras veces pero me hablaron y cuando regrese ya no cuadraba.

Gimoteos salieron de tu boca, al igual que lágrimas, mismas que Alejandro limpio, te abrazo aún más fuerte.

-¿Notaste a alguien raro antes de irte?.

-a una señora, tenía un pañuelo en el cuello, diadema y lentes chiquitos.

Alejandro sabía quién era, sabia perfectamente quién era, era la misma señora con la que tuvo que lidiar todo el turno.

-renunciaremos hoy.

-¿pero y el dinero?.

-lo pagaré, al igual que tú cerdito, pero vámonos ¿Si?, quiero que vayamos a comer y despues al cine, no quiero que estés triste, me partiría el corazón.

-p-pero

-sin peros cariño, tuvimos suficiente.

(Definitivamente voy a sacrificar

A Petra mi cerdita.

A la maldita desgraciada esa.)

Y ambos caminando abrazados se dirigieron a recursos humanos.



Fin.

Yandere {one-shots} x reader🖤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora