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Quackity se había despertado con un dolor de cabeza horrible, no sabia que había pasado ni el por que en esos momentos estaba en un cuarto que no era suyo, mas bien, como si estuviera en el castillo de aquel par que prometió no ver nunca en su vida, cosa que le asusto, rápidamente intentando levantarse pero al hacerlo se tambaleo, por el mareo y dolor de cabeza que sentía, sentándose en la cama y mirando embobado a la nada, pensando en nada, simplemente estando ahi.

-Quackity? despertaste patito ¿Te sientes bien? ¿Deseas desayunar o tomar algo?- Cellbit entro de la nada a la habitación, mirando como Quackity solo levantaba en seco su cabeza, asustado al parecer.

-Me tengo que ir... perdón por molestar- Dijo intentando levantarse pero cayendo al instante, el alcohol lo había dejado mal, sentía mareos horribles, por lo que Cellbit rápidamente se acerco, tocando la frente de Quackity, sintiéndola con temperatura.

-No molestas, ahora ven y vuelves a la cama, estas hirviendo casi y eso no es bueno- Dijo Cellbit, cargando a Quackity y recostándolo en la cama -Descansa, probablemente te enfermaste-

-No... estoy bien- Dijo el hibrido de pato, alejando casi con brusquedad a Cellbit

-No lo estas, si lo estuvieras, no estarías de esa manera- Dijo Roier entrando con una bandeja de comida -Ayer estabas realmente tomado, tal vez no tengas resistencia, pequeño- Se reía mientras ponía la bandeja sobre la mesa de noche.

-Basta... ¿no hice nada imprudente anoche?- Pregunto tímido Quackity, tratando de recordar que había hecho, sin ningún recuerdo claro de ello.

-Aparte de vomitar en la camisa de Cellbit, todo bien- Dijo Roier riendo al recordar como Celbit, en un intento de darle cariñitos, Quackity termino vomitando en su camisa -Luego, luego que te puse en la cama, te dormiste-

Quackity rio levemente, maldiciéndose por haber hecho eso y no medirse, su intención era amanecer de esa manera pero en otro lugar, no en ese.

-Quackity- Llamo Cellbit quien lo habia sacado de sus pensamientos -Te queremos-

-Ya lo se, yo también los quiero- Dijo sin pensar en el peso que contenían esas palabras en ese momento, simplemente estaba en sus pensamientos.

-Tu sabes que no lo decimos de ese modo- Dijo Roier, acercándose a Quackity aun que no tanto -Te queremos como algo mas que amigos, no es juego, es verdad- Dijo serio, mirando a Quackity a los ojos, cosa que hizo que este mismo se pusiera nervioso.

-Sabemos que no es el momento adecuado por tu estado pero ¿Cuando lo seria?, estas siempre rodeado de personas y esta es la primera vez que te tenemos para nosotros solos- Dijo Cellbit, quien miraba con ternura al chico -Quackity, nosotros te amamos en verdad-

Rápidamente un miedo lo invadió en ese momento, primero se quedo paralizado ¿Como podían sentir eso por alguien como el? ¿Como lo podían amar? ¿En serio lo hacían?

No pensó mucho y se levanto rápido de la cama, empujando no tan brusco a los chicos que tenia delante, saliendo de aquel castillo casi llorando, no sabia el por que de su reacción, se sentía horrible y a la vez lo amaba, pero tenia miedo, miedo de volver a ser lastimado y raramente, amado.

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