Día7: Despedidas y encuentros

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El gran día de la pareja conformada por John y Mary llegó antes de que Sherlock fuese consciente de ello. Había estado trabajando en todo lo referente a los atuendos que se llevarían en la boda. Tuvo que idear un código de vestimenta donde tanto hombres como mujeres debían cumplir con las exigencias. Aquello lo hizo sorprenderse a sí mismo, pues nunca pensó que sería él quien dictará como los demás debían vestirse en un evento así.

—Pero esto es por John, Mary y el bebé—dice mientras termina de ajustarse la corbata.

Como está soltero no tiene una pareja a quien llevar a la ceremonia, pero aquello no le molesta. Es decir ¿Por qué tendría que estar con alguien solo para no sumirse en la soledad?

Aquello es estúpido en todo sentido desde su propio razonamiento, teniendo la moda y un par de amigos es suficiente ¿no? Mycroft siempre lo había molestado con ello a pesar de que no había hecho un movimiento directo hacia su secretario. Sherlock podía deducir fácilmente eso, pues la ropa de su hermano siempre lucía impecable y su cabello siempre estaba en su lugar. Si se hubiese hecho un movimiento más directo en el secretario su apariencia no sería tan pulcra. Cuidar de cada detalle de su apariencia era una señal de que le gustaba este, pero no se había atrevido a hacer un movimiento.

—¡No es momento de pensar en la vida amorosa de Mycroft! La boda empezará en menos de una hora.

Su apariencia es increíble pues lleva un traje de color oscuro con una camisa blanca ceñida con los primeros botones bien abrochados junto a esa corbata que John le suplicó que llevará.

Además, llevaba su largo cabello atado en una coleta dándole un aspecto elegante y sexy, por lo que seguramente se llevaría todas las miradas. Sus Mocasines de cuero de un bonito color negro no podían faltar, también va perfumado. Debido a que su hermano le dijo que a pesar de vestirse de la manera adecuada también debía oler bien.

Se dirigió en un vehículo hacía la iglesia donde se celebraría la ceremonia y sintió como su corazón se sobrecogía al ver a su amigo tan elegante pero nervioso. Se río un poco al verlo en aquel estado y eso le causó una profunda ternura. Cuando sus miradas se encontraron este se lanzó a sus brazos, lo cual descolocó a Sherlock quien no sabía por qué su amigo se comportaba así.

—¿Y si ella dice que no? ¿Qué haré? ¡No puedo vivir sin Mary!

—Tranquilo John, ella no dirá que no. Te ama más de lo que puede ser expresado con palabras. Además, esperan un hijo o hija juntos, sería muy difícil para ella dejarte.

—Gracias amigo, tus palabras me tranquilizan.

Sherlock se comienza a reír y contagia al novelista disipando cualquier rastro de tensión que pudiese haber. Es evidente que solo hizo ese comentario para provocar la risa de su amigo. Ay como iba a extrañarlo cuando este se fuese definitivamente a la vida matrimonial. Sherlock sabía lo mucho que John había estado esperando este momento y sabe que no hay manera en que este no sea un día feliz.

Entonces una vez todo está preparado es momento de que la ceremonia comience, Sherlock también ha traído su violín y empieza a tocar para dar comienzo al evento. Los ojos de John se llenan de lágrimas al ver a su hermosa novia caminar hacia el altar. Ella está bellísima y sonríe de una manera tan brillante que hace doler el corazón del futuro esposo. Cuando se reúne no pueden contener su alegría y toman sus manos cuando el sacerdote empieza a hablar.

—Estamos aquí reunidos para consagrar la unión de dos personas que se aman y han decidido recorrer el camino de la vida uno al lado del otro. Hoy seremos testigos de cómo deciden intercambiar votos que han preparado especialmente para este día. Ahora es el turno del novio para dedicar sus mejores palabras a su futura esposa.

Sherlyweek 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora