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Siete en punto am. Aquel chico pelirrojo, Kyle, estaba parado a un lado del estante de la cocina. Su cabello despeinado y su pijama aun puestos, eran indicios que el chico se acababa de levantar.

Sus ojeras eran grandes, no había dormido bien por asuntos escolares. A quien se le ocurría enviar una disertación sobre los pensamientos filosófico fundamentales que impulsaron la civilización moderna al sistemático político actual?! Ni siquiera estaba seguro de lo que significaba.

Con ambas manos, el chico judío sujeto una taza de café y la levanto hasta su boca dándole un sorbo. No le gustaba el café, pero lo necesitaba.

—Kyle— La pequeña voz de su hermano menor llamo la atención del chico. El cual solo movió su vista hacia el. Ike tenía las manos sobre la vitrina de la puerta al patio y miraba fijamente algo fuera. —Sam se está peleando con otro gato—

De un paso lento, el hermano mayor se acercó a la vitrina con café en mano. Escupió toda la cafeína que tenía en la boca sorprendió al ver lo que pasaba fuera. Su gato no se estaba peleando, estaba montando sobre otro gato en pleno acto de reproducción.

Rápidamente el pelirrojo dejo su café sobre la mesa y abrió la puerta del patio. —Sam! Basta!— le grito a su mascota mientras salió. No estaba dispuesto a dejar que su gato tuviera crias. Ya fue lo suficientemente difícil convencer a su madre de tener un gato, tener gatitos sería imposible.

El gato negro se quito de encima del gato anaranjado observando a su dueño. —Dios amigo, debería castraste— Dijo mientras se ponía de cuclillas ante ambos gatos. Su gato solo le respondió con un maullido, seguido de ello, comenzó a lamer una de sus patas delanteras indiferente ante la situación.

Echando un vistazo rápido sobre el segundo gato, pudo notar un collar marrón con un lazo del mismo color en la parte trasera de la cabeza. Lo mas desagradable fue el medallón que traía aquel gato, con el nombre de "Ken". —Mierda...— Dijo el chico a si mismo al recordar el problema que tuvo el día anterior. —Entonces tu eres Ken...—

Levanto el gato con ambas manos solo para llevarse otra sorpresa.....


Eric estaba buscando bajo los muebles de su casa mientras llamaba repetidas veces a su gato. Recalcando que era hora del desayuno y que era un gato tonto por no hacerle caso. Su búsqueda fue interrumpida por unos golpes en la puerta delantera. El chico ignoró los golpes la primera vez pero al ver la insistencia de estos, se enojo.

—Ma!! Están tocando la puerta que eres sorda?!— le grito a su madre la cual no respondió. Los golpes volvieron a insistir provocando mas enojo en el chico. —Carajo lo tengo que hacer todo yo!— Detuvo lo que estaba haciendo para abrir la puerta.

La puerta abierta, se encontró con el mismo chico de ayer, esta vez, él tenía a su gato. —Hey! Te robaste mi gato!!— le quitó el gato al pelirrojo en un gesto brusco.

El chico alto sólo rodó los ojos ante sus acusaciones que decidió ignorar. —Tu gato, es macho?—

—Si— Respondió mientras revisaba a su Ken.

—Mi gato también es macho...—

Los chicos intercambiaron miradas unos segundos analizando la información que acaban de recibir. Muchas preguntas llegaron a ellos y entre ellas, de si eso era siquiera posible.

—Tu gato es gay?— preguntó finalmente el castaño.

El mas alto frunció el ceño con molestias. —El tuyo también pendejo—

—Nu-uh!! Mi gato no es gay!!— fijo la vista sobre ken confundido ante la situación. Era siquiera posible que los gatos sean gays? —Solo está confundido..... ALEJA TU ASQUEROSO GATO GAY DEL MIO!—

Gato Tonto | Kyman & Stenny |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora