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—MaaamMMMAAAAAAAAA!!!!— El agudo grito de un jovencito de pelo castaño resonó por toda la casa.

Eric Cartman era un chico de apenas 17 años, de estatura baja y con algo de sobrepeso. El chico odiaba a todo ser humano viviente del planeta tierra, no tenía amigos y su única familia era su madre la cual suele ausentarse por cosas de trabajo. Siendo tan joven, el odio que guardaba hacia la humanidad era tal extremo, que si tuviera la oportunidad, lo destruiría sin pensarlo dos veces. Sin embargo, había una sola cosa la cual Eric amaba mas que su propio vida, algo por lo que estaría dispuesto a matar.

—No en cuentRO A KEEEEEENN!!!— Su gato. Un hermoso gatito de pelaje esponjoso y de un color anaranjado tan clarito que parecía color marfil. Un gato tan juguetón como cariñoso, era su mas grande amor.

—Seguro fue a dar una vuelta amor— Le respondió cariñosamente su madre desde la cocina.

—AAAARRRGGGHH!!! ESTUPIDO GATO!! MAAAAAAA!! VE A BUSCA A KEN!!— Le gritó su hijo haciendo un enorme desastre en la sala.

—Esta bien amor— La madre salió de la cocina, tomando su bolso de mano, salió de casa para ir a la búsqueda del gato de su hijo.

—Y vuelve antes de las 6 para hacerme de comer!!— Ya más tranquilo, el chico se sentó sobre su sofá prendiendo la televisión.

El tiempo transcurrió, pero su madre no volvía. Esto provocó que el castaño comenzara a molestarse, no entendía porque tardaba tanto.

Al rededor de las ocho de la noche, el chico escuchó finalmente la puerta delantera abrirse. De forma rápida, Eric se levantó dirigiéndose corriendo a la puerta esperando encontrarse con su mejor amigo. —Ya era hora!!— Una desagradable sorpresa se llevo al percatarse que su madre volvió con las manos vacías y una triste expresión en ella. —Ma, donde esta Ken?— Preguntó de un tono de voz más bajo.

—Lo siento amor, no lo encontré. Dale un tiempo, seguro vuelve por si solo— Respondió la madre mientras se metía a su casa dejando su bolso sobre un perchero.

—Pero Maaa! Ken nunca ha pasado la noche fuera antes! Le puede pasar algo!!— Se quejo su retoño mientras caminaba tras su madre.

—Es normal que los gatos escapen de casa en temporada de celo, no te preocupes amor volverá cuando este listo—

—MALDITA SEA MA!! PORQUE NO ME HACES CASO!!?—

Aquella noche, Eric no logró dormir bien. No podía evitar pensar que cosas terribles pudieron pasarle a su gato. Ken era un gato tan lindo y pequeño, le pudo haber pasado cualquier cosa. Dios que tal si una maldita vieja lo encontró y lo llevo a su casa? Si alguna maldita abuela decidió secuestrarlo, pensaba acabar con ella y toda su familia! Y que tal si un auto lo atropella y decidió esconder el cuerpo?! Lo mataría a el y toda su familia también!!

Eric escondió su rostro bajo las cobijas de su cama. Ken solía dormir con el. Que solo se sintió sin su peludito...

Los días transcurridos, la paranoia de Eric fue aumentando al igual que sus miedos. Millones de muertes pasaron por su mente de su pobre bebe. Ken no volvía a casa y Eric no estaba dispuesto a dejarlo tan fácilmente. Cada día después de clase, Eric exploraba cada callejón de South Park en busca de su gato. Había colocado millones de anuncios de "se busca" con una foto de su gato. Para asegurarse que nadie ignorara su anuncio, colocaba el mismo anuncios cinco veces en cada lugar.

Una semana de la desaparición de Ken y Eric estaba considerado seriamente en prenderle fuego a la ciudad hasta que le devolvieran su gato. Aquella noche, Cartman estaba revisando un mapa de la ciudad pensando si había algún lugar que no había revisado aun. Quizás estaba en el patio de alguien, debería empezar a buscar entre las casas.

Gato Tonto | Kyman & Stenny |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora