Capitulo 10

70 0 0
                                    

El trío de amigos entraron aprisa a un pequeño apartamento donde los invadió con una atmósfera acogedora, iluminada por la suave luz de una linda fogata en el centro de la habitación. Mientras una mujer con cara alegre y unos lindos rizos cuidadosamente peinados sale de la cosina con una tasas de café , dandole la bienvenida.
El sonido reconfortante de la lluvia golpeando las ventanas se filtra desde afuera. Se sientan juntos alrededor del fuego, compartiendo risas y conversaciones mientras el calor del hogar y el aroma a leña llenan el ambiente.

Por otro lado lejos de hay Un chico rubio llega a su mansión , pero al entrar, se detiene bruscamente en la entrada al sentirce abrumado por la inmensidad y la soledad del lugar. Se dirige a su habitación, donde se recuesta en la cama y contempla cómo la lluvia golpea contra la ventana. A pesar del lujo que lo rodea, se siente vacío y aislado en medio de tanta grandeza, sumergiéndose en la profunda soledad de una casa tan grande Pero nadie quien lo espere o la comparta , frunce el que ya acostumbrado ya no espera nada de nadie , mucho menos compania la compania nunca lograron llenar por completo ni siquiera la de sus padres los cuales siempre estaban fuera muy ocupados no tenían tiempo para el si no era para indicarle que devia hacer .
Se levanto de la cama frustrando se apollo en el marco del inmenso ventanal y observo la lluvia , un pequeño recuerdo de unos ojos miel aparecieron en su cabeza haciéndole sonreir , _ curioso , muy curioso __
dijo cogiendo una manzana de ensima de pequeña mesa de vidrio y pegándole un mordisco su humor cambio por completo , a Draco nunca le llamaban la atención nadie pero cuando ponía atención en alguien era toda su atención para bien o para mal .

_ Un nuevo Día _

La mañana se filtraba a través de las cortinas entreabiertas, tiñendo la habitación de un suave tono dorado. Con un bostezo, Hermione se estiró entre las sábanas y se sentó en la cama, notando cómo su cabello rebelde se alborotaba alrededor de su rostro. Al levantarse, su gato, se estiró perezosamente en el sofá, lanzándole una mirada somnolienta.
Después de acariciar a su gato Hermione bajó las escaleras hacia la cocina, donde una nota pegada en la heladera captó su atención. La nota, escrita con la letra curvilínea de su madre, le deseaba un lindo día y le recordaba lo especial que era para ella. Una sonrisa iluminó el rostro de Laura mientras pensaba en su madre, quien siempre encontraba maneras de alegrarle el día.
Hermione preparó su desayuno : tostadas con mermelada, Mientras la cafetera gorgoteaba en la encimera, Hermione miraba por la ventana hacia el exterior. Una fina lluvia caía suavemente, pintando el mundo con tonos grises y refrescantes.
Sin dudarlo, Hermione tomó su paraguas y salió de casa. El camino hacia la parada del autobús estaba salpicado de charcos brillantes, y el suave sonido de la lluvia creaba una melodía reconfortante en el aire. Con cada paso, Laura sonreía, disfrutando del frescor de la lluvia en su rostro y la sensación de renovación que traía consigo. Para ella, la lluvia no era una molestia, sino una bendición que traía consigo una sensación de paz y serenidad.

Con el paraguas protegiéndola de las gotas, Laura se dirigió hacia el autobús con una sonrisa en los labios y un corazón ligero , no sabía por qué Pero se habia levantado en alegre .
Al llegar al instituto bajo la ligera lluvia, Hermione vio a sus dos mejores amigos, Harry y Ron, esperándola cerca de la entrada principal. Sus rostros se iluminaron al verla, y Harry levantó su paraguas para cubrir a Hermione mientras se acercaba.

"¡Hola, herms! ¡Te ves genial hoy!", exclamó Harry con entusiasmo.

"¡Hola, chicos! Gracias", respondió Hermione con una sonrisa.
Ron asintió con aprobación.
Juntos, los tres amigos entraron al edificio del instituto.
Mientras Hermione y sus amigos caminaban por los pasillos del instituto, un chico rubio, apoyado contra su casillero, los observaba descaradamente. Sus ojos grises seguían cada movimiento de Hermione con una intensidad casi hipnótica. Estaba acompañado por dos amigos uno Blaise y Theodoro, quienes intercambiaban miradas cómplices mientras observaban la escena.
Harry y Ron notaron la mirada insistente del rubio y compartieron una mirada rápida entre ellos. Hermione sin embargo, parecía ajena a la atención no solicitada. Continuó caminando con confianza, su paso firme y decidido mientras conversaba animadamente con sus amigos.

El Capitán De Mi Alma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora