Paso mucho tiempo caminando bajo el tenue amanecer que ni siquiera se tomo la molestia de aparecerse en la mansión Black.
No sabía que tendría que decir ante la obvia desaparición de su prometido.
Era obvio que ya no habría boda, su compromiso dejo de existir.
Bueno en realidad no habría dificultad ahora que lo pensaba para encontrar un reemplazo, su madre ni se inmutaría.
Aunque el apellido Prince fue perteneciente a los Sagrados 28°, hoy en día había perdido relevancia en el circulo que ahora se conoce en Europa Mágico. Por supuesto que ya consideraba hacer planes en la finca y una que otra propiedad de la mínima herencia que le habían dejado a Severus tan siquiera para hacer una que otra ganancia a favor de los Black pero tampoco era tanto como para molestarse en ir a buscarlo hasta los confines del mundo.
El tiempo era el que diría si realmente había sido un buen derroche de inversión.
En un par de días había perdido a James y Severus. Sin olvidar que había sido el participe intelectual para ganarse nuevamente el odio y posiblemente corte de alguna posible relación con Lucius.
Agotado de caminar su algún rumbo fijo, tomo su varita apareciendo en su recamara. Tiro su capa de viaje al suelo adentrándose directamente a ducharse pronto lo llamarían a desayunar por lo cual tendría que avisar de los cambios que habrían.
[ . . . ]
Tal como lo había previsto su madre ni se molesto en preguntar, al contrario tan pronto empezó a deleitarme con los mejores prospectos para Lady Black.
Estaría mintiendo si dijera que me emociono su actitud. Hace poco estaban arreglando todo al gusto de Severus y alabando su exquisito gusto y ahora lo querían cambiar sin más.
¿Su familia era tan hipócrita?
Nunca le había molestado que hicieran aquello con otras personas, entonces ¿por qué con Severus le afectaba?
¿Qué tan profundo había llegado el capricho que le tuvo?
¿Por qué eso era no?
[ . . . ]
Debía aceptar que no siempre fue el hijo prodigo que ahora es. Oh no, tuvo en su niñez uno que otro desliz en en su comportamiento que hacia que su madre y padre le dijeran de vez en cuando que carecía de dotes de pertenecer o ser reconocido como el hijo de la Familia Honorable Black. Fue tanto el dolor que le oprimía el pecho cada que veía los ojos de sus progenitores cuando le gritaban que decidió ser todo y más con ser el único a sus ojos.
Practicaba todo lo que le dijeran o aconsejaran hacer, sin embargo en el proceso de selección termino en la casa de Gryffindor. Ese día tuvo que pasar recluido en la enfermería por el estado en que termino. Por más que trataron de hacerle entender que su casa era la mejor no lo creía.
Para su sorpresa sus padres solo le pidieron ser el mejor de aquella casucha lleno de héroes cabeza huecas guiados por un corazón soñador en las nubes.
Eso pensó al principio hasta que conoció a James, Remus y Peter -este ultimo si que daba mucho de que criticarle, una que otra oportunidad solía utilizarlo para divertirse entre ratos de aburrimiento-, lastima que no le gustaba el sentimiento de perder. Y cada que avanzaban de edad la competencia crecía desbordante.
Si James le ganaba en Quidditch, él le sobre pasaba en los estudios.
En el camino a la grandeza por supuesto que tuvo admiradores y uno que otro gusto por enamorar y hacerles creer que podría ser algo más que platónico sin ser del todo cierto.
Le empezó a encantar de sobre manera como algunos se emocionaban cuando les hablaba o les miraba, pero nada se comparaba cuando los hacia intimidar.
Y uno entre tanto que le llamo la atención fue Severus Snape o como en realidad lo tenía escondido: -Prince.
El muchachito prodigio en la rama de Pociones y DCAO era el ultimo heredero de la Honorable Familia casi Extinta Prince.
Toda una delicia y tan apetecible de enamorar.
Bueno el mismo supo que no le era tan indiferente como quería disimular. Sin embargo, no era el único que rondaba al escuálido Slytherin.
El Heredero Malfoy no sólo se había tomado la molestia de ponerlo bajo su ala, sino que lo llenaba de cuanto capricho se le antojaba. Aunque le daba gracia que Prince sólo lo tomara como regalos de su mentor favorito.
Fue así que le fue sencillo enamorarlo. De hacerlo caer.
Llevarlo a conferencias a puerta cerrada para sólo una clase de personas en especial, conseguirle libros inéditos y bueno una que otra recompensa física para engancharlo. Hacerlo dependiente de él y solo de su persona.
Por que quien era Lucius para creer que le ganaría, si el ególatra de James no lo hacia, tampoco lo haría él.
Y la cereza del pastel fue cuando le propuso matrimonio enfrente de las narices de Lucius, su rostro fue el mas exquisito mangar que pudo recibir como premio.
Nadie le ganaba con algo que se encaprichaba. Absolutamente nadie.
[ . . . ]
Entonces como un capricho, ¿le hacia sentir así con su familia?
No permitiría que Severus se interpusiera en su relación con su familia.
Él no era nadie, es quien es gracias a él, si huyo fue para hacerles un favor. Si con el simple temor de haberse enterado que caería con una familia clasista y pensado que le harían daño lo hizo huir que pocas agallas tenía entonces.
No había ido con Lucius para ahogar sus penas, fue para averiguar si sabia algo y bueno no lo sabía pero sabía que lo encontraría.
Y tal vez se hubiera tomado la molestia de irlo a buscar, pero ¿era necesario?
Realmente no, no lo era.
Severus Prince le pertenece en alma y le perteneció en cuerpo, lo hizo suyo antes que otra persona tan siquiera quisiera tocarlo. Había logrado hacerlo dependiente de sus atenciones, roces, caricias y todo en si de él.
Monetariamente no era suficiente para decir que era una perdida considerable.
Fue suyo, lo hizo suyo.
Si huyo, se lo agradece.
Si Lucius quería desposarlo, que lo hiciera.
Al fin y al cabo, Severus Prince es y será sus sobras de Sirius Black.
-Continuará...
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Tic Tic Tac - Snirius
FanfictionSirius Orión Black y Severus Tobías Snape Prince estaban comprometidos. Así es, "estaban". ¿Hubo inseguridades? No. ¿Algún engaño? En absoluto. ¿Entonces? Averígualo. [ . . . ] Aclaraciones El mundo de Harry Potter y todo lo que se relacione con la...