Controlando las repercusiones

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Ha pasado una semana desde que la iniciativa "NijiRyou para nuestros fans" ha estado activa en las redes sociales de Kessoku Band y en ese tiempo ha cosechando los resultados esperados. La cantidad de seguidores nuevos aumentó en un moderado pero significativo 30% con respecto a la semana anterior y las impresiones en general subieron hasta en un 18%. Lo que es más, la iniciativa inclusive ha logrado tener efectos en su canal de YouTube, donde canciones cuyas visitas se habían estancado, han estado teniendo un aumento en sus visualizaciones.

En primera instancia todo estaba perfecto, solo llegaban buenas noticias tras buenas noticias, pero... bueno... siempre tiene que haber un pero.

— ¡Ijichi-san, quiero hablar contigo un momento!

Habiendo terminado la última clase del día, una chica del salón de al lado se paró en la puerta del aula de Nijika y con voz firme dijo lo anterior. Se trataba de Sara Tsukamoto, una estudiante seria y estricta de tercer año, conocida en primer lugar por siempre estar entre los mejores promedios del colegio y en segundo lugar por ser la presidenta del club de música ligera. La disonancia entre su actitud como estudiante modelo y su gran fanatismo por el rock es razón de fascinación para algunos y de burla para otros.

Sara ha sido fan de Ryou desde que la conoció cuando ambas entraron a la preparatoria y supo que estaba en una banda, la cual pretendía tener actividades oficiales en el colegio al crear el club de música ligera, tal y como lo habían hecho en la secundaria de la que venían. La propia Sara sabía tocar la guitarra, así que aunque no se unió a la banda, si se unió al club, para poder estar cerca de esa chica peliazul tan rebelde, quien era capaz de encarnar lo que el rock se supone que debe ser.

Sin esperar respuesta, Sara ingresó al aula y caminó hasta el escritorio de Nijika, bajo la atenta mirada de todas las personas en el lugar.

— Ijichi-san, yo siempre he sabido que en esta batalla nuestra, desde el principio he estado jugando con desventaja. Pero aun así...

— ¿Eh? ¿Tsukamoto-san? No te estoy entendiendo. 

— Eres su amiga desde la secundaria y definitivamente eres más linda que yo.

Sara, aparta la mirada al terminar esa frase. Jamás lo admitiría en voz alta, pero realmente le dolió reconocer su inferioridad. 

— Espera, ¿estás hablando sobre Ryou? -Nijika aún no logra procesar lo que esta pasando. 

La gente en el aula miraban atentamente, mientras susurraban entre ellos. Parecía que estaban entendiendo la situación mejor que la propia baterista. 

— ¡Sí, estoy hablando de Yamada-san -Sara se reincorpora y vuelve a mirar a su interlocutora directo a los ojos-, la que fue mi querida compañera de club, hasta que se peleó con las chicas de su banda y tu aprovechaste para reclutarla! 

— ¡Hey, no le grites! -dice la chica sentada detrás de Nijika, al tiempo que se levanta y se interpone entre las dos- ¡¿Quién te crees que eres como para que salgas de la nada y te pongas a gritarle a mi amiga?!

— Tranquila Haruka-chan -Nijika jala suavemente a su amiga de la camisa-, Tsukamoto-san no es el tipo de persona que empieza peleas solo porque si. 

En efecto, Sara se arrepintió inmediatamente de la forma en la que elevó la voz. Miró en todas direcciones y al notar como todos le estaban viendo con miradas reprobatorias,  se sintió más pequeña que nunca en su vida y perdió la capacidad de hablar con claridad. De forma bastante lamentable, intentó explicarse hablando con la voz entrecortada. 

— Pe-pe-perdón, no, no era mi intención po-ponerme así. 

La pobre chica estaba a punto de ponerse a llorar ante la presión de las miradas juzgadoras que la estaban apuñalando desde todas las direcciones. Nijika, correspondiendo con su fama de ser atenta y amable, sacó un pañuelo de su bolsillo y se lo ofreció. 

NijiRyou para Promocionar la Banda (Bocchi the Rock)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora