De cara a la próxima salida del nuevo álbum de Kessuko Band, Kita ha tenido una idea para promocionar la banda: Aprovechar lo bien que sus senpais se ven juntas.
— Y luego Hippie-senpai se escondió en su basurero. ¡Cierto! ¡No te lo había dicho! Pasa que la gerente puso un basurero exclusivo para el uso de Hippie-senpai. Se enoja mucho si tiras basura ahí. A mí una vez me puso a limpiarlo con toallitas húmedas, a pesar de qué lo que tiré fue solo un envoltorio de helado.
Como le era costumbre, Nene hablaba mucho y muy rápido. En esta ocasión la pobre víctima de su inconmensurable energía era Tsubasa Matsuri, una chica de pelo castaño claro, bajita y de apariencia normalilla. Nada resalta en ella a simple vista, salvo por sus anteojos, que se denotaban caros. Perfectamente escogidos para la forma de su rostro, con todos los filtros posibles de añadir en los lentes y tan pulcros que uno podría imaginarse que cada mañana un equipo de técnicos especialistas en limpiar cristales se encargan de dejarlos como recién salidos de la óptica.
Tsubasa es compañera de clase de Nene en el primer año de la Preparatoria Shuka y aunque no pareciera, dado la familiaridad con la que la otra chica le está hablando, en realidad es la primera vez que conversan.
— Cuando Hippie-senpai está dentro del basurero me gusta acercarme y acariciarle la cabeza. Una senpai del equipo de baloncesto en secundaria me enseñó que si acaricias la cabeza de alguien talentoso, un poco de su talento se te puede quedar pegado. Así que lo hago cada vez que puedo, aunque aún no noto ninguna diferencia. ¿Será que tengo que acariciar más fuerte? A veces cuando lo hago, ella se derrite, así que puede que eso anule el...
— ¡Ohyama-san! -grita Tsubasa para interrumpir a su compañera- es... es fascinante todo esto que me cuentas sobre Gotou-senpai, pero yo sólo te pregunté si eres amiga de las chicas de Kessoku Band.
— Bueno, no sé si amiga sea la palabra correcta, pero hablo con todas en el trabajo y me apoyan con mi intención de formar una banda, por cierto, ¡¿te gustaría unirte?! ¡No se requiere experiencia, ninguna de las miembros sabe tocar! Aunque de momento yo soy la única miembro.
Mientras fingía una sonrisa amigable, Tsubasa se preguntaba si había tomado la decisión correcta al acudir a Nene. Después de enterarse que esa chica de su clase trabajaba en el mismo lugar que las famosas Bocchi y Kita, guitarrista y vocalista de la nueva banda revelación entre los adolescentes de Shimo-Kitazawa, esperaba poder aprovechar ese contacto para acercarse a Kessoku Band y conseguir una entrevista.
Como miembro del club de periodismo, Tsubasa está siempre atenta a cualquier cosa que pueda representar una primicia, y justamente el crecimiento de Kessoku Band, junto con el anuncio de que sacarían un mini-álbum, son el tipo de cosas que hace que la gente de verdad lea el blog del Club de Periodismo. Especialmente porque en las pasadas dos semanas, la actividad de la banda en redes había dado un extraño giro hacia mostrar más de la vida cotidiana de sus miembros, principalmente la de las dos músicos más experimentadas, Nijika y Ryou, cuya relación ya hacía activar el corazón shipero de varios fans, pero que ahora pareciera que la banda intenta que aquello que hasta ahora sólo ha sido una corazonada de algunos pocos seguidores, se convierta en el headcanon de todo el público.
De hecho, hace tan solo unas horas se dio el más reciente ejemplo de ello. Kessoku Band subió a sus redes una foto de su baterista y su bajista felices caminando al colegio, como hacen casi todos los días, mientras escuchaban alegremente música compartiendo los audífonos. La imagen es la siguiente:
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