Capítulo 4: Una declaración

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Odiaba a Chloe con cada fibra de mi ser. Era terca, odiosa, ególatra, una loca maniática que solo pensaba en ella misma y siempre se ha creído mejor que todos. No me sorprende que fuera la persona más solitaria en el mundo, su mala actitud terminaba alejando a todos tarde o temprano.

—¡Erin!

—¿Qué? —Contesté de mala manera a Meredith.

—¿Quieres explicarme por qué están tú y Noah viviendo con Chloe?

—Es temporal y no es como si yo quisiera. Créeme, es lo último que quiero en el mundo. Esa mujer es... ¡Ahhh!

Ella debió darse cuenta de mi malestar, porque dejó todo su enojo con el cual me había recibido cuando llegué hace un momento y me ofreció una taza de té. Se sentó frente a mí y esperó que abriera mi corazón para contarle cualquier cosa que fuera en contra de Chloe. Conocía muy bien a Meredith.

—¿Qué está sucediendo? —Preguntó, con su tono de madre afligida.

—Fue idea de Noah, quería tenerme cerca. Chloe se aprovechó para no dejarlo ir de su lado porque esa mujer es una... araña venenosa.

—¿No te va a dejar verlo? Ella no puede hacer eso, tú eres su madre. Te dije que esto pasaría.

—¡Lo sé!

—Debemos hacer algo cuanto antes. Llamaré a tu padre.

—No. No es necesario. No quiero enredar más las cosas.

—No estoy entendiendo.

—Te estoy diciendo que fue idea de Noah, él no parece estar adaptándose del todo bien, que se escapara de la escuela de esa manera no es normal.

—Seguro va a estar bien. Los niños se recuperan rápido.

—Eso espero. No quiero que tenga problemas por mi culpa.

—No tienes la culpa de nada. Es comprensible que estés tan molesta, me parece terrible que ella se esté aprovechando de esto para hacerte ver mal, seguro está metiendo cosas en la cabeza del niño para que nos odie.

—No. No es por eso que estoy molesta. Ella solo está siendo una súper mamá con Noah y es bueno que una de nosotras sepa qué hacer.

—Ella no puede hacerte a un lado. Conozco muy bien a Chloe y no me sorprendería si estuviera planeando algo ahora que estás de regreso.

—¿Planear algo?

—Sí. Ella se aprovecha de los momentos de debilidad para atacar, y de esa forma lograría ser la única persona en la vida de Noah. Es lo que siempre ha querido.

—¡Maldición!

Me levanté y caminé dando vueltas por la sala. Ella iba a usar esto en mi contra, les dirá a todos que soy un mal ejemplo para Noah, que soy una persona horrible que no merece tener derechos sobre el niño y no va a dejarme volver a verlo. Va a convocar una reunión y va a convencer a todos de quemarme en una hoguera.

—¡Erin! ¿Qué pasa? ¿Qué es lo que no me estás diciendo?

Me detuve, miré a Meredith fijamente a los ojos. ¿Debía decirle? ¿Qué es lo peor que podría pasar? Dos cabezas piensan mejor que una, y no es como si pudiera hacer algo más terrible que lo que ya hice en el pasado. Recuerdo cuando le dije que no me sentía bien conmigo misma y que lo único que deseaba en el mundo era ser una chica. Podría decirse que lo tomó mal el tiempo suficiente.

—Erin.

—Noah estuvo haciendo un montón de preguntas, que si me gustaba Katy, que si me iba a casar con ella.

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