El contrato prenupcial

535 31 1
                                    

Había mucha gente en la recepción, Lauren se había perdido de vista porque ya se acercaba la hora de la ceremonia, el juez ya había llegado puntualmente junto con su secretaria y ya los invitados estaban cada uno en sus puestos nada más a la espera de la entrada triunfal de Camila.

Guillermo y Lauren no se habían encontrado aún frente a frente, era casi imposible en ese momento por la cantidad de invitados que había, además del personal contratado de la agencia de festejos que estaba laborando en ese momento. Sin mencionar a los guardaespaldas de Lauren que eran unos cuantos y que estaban vigilando en cada punto del enorme jardin, todo estaba divinamente preparado, la mesa donde iba a ser realizada la ceremonia estaba decorada con flores naturales y muy exóticas que había mandado a buscar personalmente Lauren desde un lugar muy especial del interior del país, todo estaba decorado realmente con un gusto demasiado exquisito donde se veía claramente el desborde de dinero que había hecho Lauren para celebrar su boda con Camila.

Julián Navarro el abogado de Lauren, estaba muy al pendiente de la llegada de Camila a la mansión, ya que antes de que ésta hiciera su entrada triunfal para celebrar la ceremonia, ella debía firmar el contrato prenupcial.

Este al enterarse de que la novia ya había llegado, enseguida le dijo a Lauren:

-Ya tu futura esposa está en el auto enfrente de la mansión, voy en este momento a llevarle el contrato para que lo lea y lo firme.

- Muy bien, asegúrate de que lo lea y lo firme, no quiero errores a última hora, sabes perfectamente que confio en ti.

- No te preocupes por eso Lauren, jamás te he fallado.

Por su parte Camila estaba dentro del auto acompañada de su padre a la espera de que Lauren diera la orden para que entrara a la mansión. Sinuhe estaba llegando en otro auto.

Julián salió de la mansión y se acercó hasta el auto donde se encontraba Camila, Omar al verlo enseguida le abrió la puerta para que este también se subiera y así poder hablar dentro del auto sin que nadie se diera cuenta de lo que estaba sucediendo.

Él enseguida entró saludando y diciendo:

- Hola, ¿Cómo están? Mi nombre es Julián Navarro, y soy el abogado de Lauren Jauregui, solo vine a traerle este contrato a usted Camila, debe leerlo muy bien y si está de acuerdo firmarlo al final de la hoja.

Alejandro enseguida que ya se encontraba a la defensiva y muy consternado con todo lo que estaba pasando, le preguntó a Julián:

- ¿Pero de qué contrato está usted hablando? No comprendo, ¿Ya Lauren no consiguió lo que quería haciendo que mi hija se case con ella? ¿Entonces ahora qué es lo que quiere? Mi hija no tiene por que firmar absolutamente nada, ya le dio su palabra de casarse con ella y de hecho está aquí vestida de novia para cumplirlo.

Por supuesto que Julián ya se veía venir que el padre de Camila podía actuar de esa forma o inclusive la misma Camila, sin embargo él tenía órdenes muy claras por parte de Lauren en donde debía llegar hasta las últimas consecuencias, hasta que Camila firmara el contrato prenupcial o de lo contrario la única que perdería todo sería ella.

- Señor Cabello, entiendo su desconfianza y su inquietud, pero recuerde que las palabras se las lleva el viento, y aunque su hija esté aquí cumpliendo su promesa de casarse con Lauren, ella quiere dejar muy en claro y por escrito todo el acuerdo.

Camila permanecía callada escuchando lo que su padre y aquel abogado al que era primera vez que veía hablaban entre sí, ya estaba demasiado atormentada como para encima tener que caer en una discusión por un contrato del que ella no tenía ningún tipo de conocimiento ya que Lauren no se habia comunicado con ella en días.

- Señor Alejandro entiendo su malestar, pero como comprenderá estamos hablando de muchísimo dinero que Lauren ha invertido en pagar las hipotecas y todas sus deudas. Si la señorita Camila no firma el contrato, no habrá boda y ustedes no podrán regresar a su casa porque esta ya le pertenece a Lauren.

Julián era un abogado de armas tomar y justamente por esa misma razón Lauren le había encomendado que hiciera firmar el contrato a Camila. Se valía de cualquier cosa para lograr llegar a su cometido, no había nada imposible para él y es por esa razón que siempre le hacía ganar las batallas más difíciles a Lauren, y estaba seguro de lograr su cometido ya que Alejandro estaba totalmente entre la espada y la pared, él tenía una sola alternativa para salir airoso de todo eso, y era justamente acceder a que su hija firmara ese contrato.

- ¿Y bien señor Cabello? ¿Ya pensó muy bien lo que acabo de decirle? ¿Va a aceptar que su hija Camila firme el contrato? ¿O prefiere pasar la noche en la calle con su traje de etiqueta y su hija vestida de novia?

Camila no soportó más la presión por parte de Julián, y enseguida le dijo su padre tratando de contener las lágrimas:

- ¡Ya basta papá! No sigamos haciendo de esto un tormento, yo tomé la decisión de casarme y estoy aquí para cumplirlo, sí a la Señora Lauren no le basta con verme aquí personalmente cumpliendo mi promesa y tiene que hacerme firmar un contrato para así sentirse segura de que yo no voy a faltar a mi palabra, pues muy bien, yo no tengo ningún inconveniente en firmarlo, solo quiero terminar con esto de una vez por todas.

- Pero hija por favor, ¿Acaso no te das cuenta que puede ser una trampa? ¿Qué si firmas ese contrato condenarías tu vida de por vida a una mujer tan despiadada y ruin como Lauren?

Camila ya no pudo aguantar sus lágrimas y enseguida le contestó a su padre entre sollozos:

- ¿Y no crees que el solo hecho de estar aquí apunto de casarme con esa mujer que ni siquiera conozco y además a la que no amo y jamás llegaré a amar, ya no es una condena para mí? Acaso no te das cuenta de lo que está pasando aquí realmente? ¿Qué más tiene que suceder papá para que puedas terminar de entender que ya mi vida está totalmente desgraciada por el solo hecho de haber perdido al hombre de mi vida a consecuencia de este maldito matrimonio que destruyó por completo todos mis sueños.

La pobre estaba deshecha y sin imaginarse qué Guillermo era uno de los invitados a su boda.

Sinuhe ya había llegado a la recepción y la había recibido Lauren por supuesto con una alegría totalmente fingida porque ambas estaban muy claras de que todo lo que iba a realizarse en ese día era exclusivamente un negocio en el que ambas partes estaban siendo beneficiadas.

Matrimonio Forzado (camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora