Matrimonio Forzado (camren)

El desayuno primera parte

Había amanecido un nuevo día, Camila pasó la noche en la habitación de Lauren, por supuesto no había podido dormir bien a diferencia de la ojiverde que sintió que era la mujer más feliz del mundo tan solo conformándose con tenerla muy cerca aunque no pudiera tocarla.

Se había hecho muy tarde, eran las 8:30 de la mañana pero Camila en vista de no haber pegado un ojo en toda la noche, estaba profundamente dormida.

Por su parte Lauren había despertado y lo primero que hizo fue mirar a su lado de la cama para ver si Camila aún se encontraba allí junto a ella.

Al mirarla sintió una emoción por dentro que la envolvió a tal punto de sentirse la mujer más dichosa del mundo a pesar de la tragedia por la que estaba pasando al no poder caminar todavía.

Lauren apesar de ser una mujer de un carácter fuerte y muchas veces poco empática con las personas que estaban cerca de ella, valoraba mucho el esfuerzo que estaba haciendo Camila al haber aceptado dormir en su habitación, sabía perfectamente que la morena era una mujer virgen y no debía ser fácil estar cerca de alguien como ella y que se había casado obligada.

Por otra parte la relación entre Taylor y Guillermo había comenzado a surgir a partir de la boda de Lauren y Camila.

Ambos tenían intereses en común, Taylor estaba deseosa de poder casarse con Guillermo para así poder tener la parte de su herencia que Lauren tenía en su poder. Y por otra parte Guillermo quería mantener una relación con Taylor, porque de esta forma se vengaría tanto de Camila como de Lauren.

Ese día Guillermo fue a buscar a Taylor muy temprano en la mañana para llevarla a desayunar, por supuesto debía hablar primero con Lauren para que esta le diera el permiso porque de lo contrario ella no podía salir de la mansión.

La Nana Margarita recibió a Guillermo mientras le decía:

- Buenos días Guillermo, qué bueno que vengas a visitar a mi niña Taylor, no sabes la alegría que eso me da. ¿Pero ya desayunaste? ¿Quieres un cafecito? Justo en este momento estoy sirviendo la mesa.

- Guillermo enseguida le respondió primero que nada saludándola con un beso en la mejilla ya que él sentía un gran cariño por Margarita, definitivamente para él era lo mejor de esa mansión porque su dulzura y lo cariñosa que era con los demás, hacía que cualquiera se ganara su afecto.

- Hola Margarita ¿cómo está? Muchas gracias por la invitación, pero es que justamente vengo a invitar a Taylor a desayunar fuera de aquí.

Margarita enseguida le cambió la expresión del rostro y la sonrisa la disminuyó notablemente puesto que ella sabía perfectamente que la única forma para que Taylor pudiera salir de la mansión tenía que ser bajo el permiso de Lauren, y conociendo el carácter de la ojiverde y más aún sabiendo en las condiciones en las que se encontraba actualmente por el hecho de no poder caminar, su carácter estaba realmente insoportable. Enseguida le contestó algo nerviosa:

- ¿A desayunar? ¿Vas a llevar a mi niña Taylor a desayunar? ¿Pero por qué no desayunan con nosotras? Yo he preparado un desayuno para chuparse los dedos, sé que te va a gustar....

Guillermo enseguida la interrumpió diciéndole:

-Muchas gracias Margarita, lo que pasa es que quería llevar a Taylor un lugar muy especial y muy bonito que está muy cerca de aquí, quiero que respire aire puro y salga de esta casa. ¿Y por cierto ya Taylor se despertó? Anoche le dije que venía a buscarla temprano, ya debería estar lista.

Margarita le contestó manteniendo la misma cara de preocupación:

- Sí, claro, entiendo Guillermo, la verdad es que no sé si mi niña Taylor se despertó, no la he visto aún, pero con respecto a llevarla a desayunar fuera de la casa, creo que deberías esperar a que Lauren saliera de su habitación porque Taylor no puede ir a ningún lado a menos que Lauren lo apruebe.