El plan de Keana

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Mientras tanto en la clínica...

Camila y Lauren se encontraban angustiadas por la salud de Margarita, estaban esperando a que saliera el médico que la estaba atendiendo.

Lauren estaba muy inquieta, caminaba de un lado a otro nerviosa, sentía que la angustia la estaba sacando de control, Camila la miraba con mucha preocupación y de pronto se levantó de la silla y se acercó a ella mientras la tomaba por los hombros y le decía:

-Por favor Lauren, mi amor trata de calmarte, poniéndote así te vas a sentir peor, esperemos con fé, de que Margarita va a salir con bien de todo esto.

El apoyo de Lauren era Camila, la abrazó fuertemente y le dio un tierno beso en sus labios. Justo en ese momento venía Guillermo de la cafetería de la clínica y se encontró con esa escena de amor entre ambas. Fue otro duro golpe para él, ya que todavía sentia algo por Camila.

Fue un momento de incomodidad en el que tanto Camila como Guillermo se sintieron con ganas de desaparecer en ese mismo instante. Pero por otra parte Lauren se sintió totalmente satisfecha de saber que Guillermo estaba viendo el amor que había nacido entre ellas a pesar de las condiciones en las que se habían casado, para ella era un triunfo que las hubiera visto porque sabía que Guillermo todavía estaba enamorado de Camila.

Luego Lauren de forma irónica le dijo:

-¡Ah no sabía que estabas aquí Guillermo! Estaba tan concentrada en mi esposa que no te vi llegar. Pensé que te habías ido a casa con Taylor.

Guillermo tragó grueso y luego le dijo:

-Mi deber es estar aquí cerca de Margarita que es la madre de mi esposa.

Lauren le contestó:

-Pero ¿Y se puede saber por qué no buscas a Taylor? Ella es la que tiene que estar aquí al pendiente de su madre y al lado de su marido, la verdad es que no entiendo cómo llevan ustedes ese matrimonio. ¿No será que tú solo te casaste con mi hermana por la herencia que va a recibir?

Guillermo enseguida se le encimó queriendo darle su merecido a Lauren, estaba cansado de aguantar sus ironías y además no soportaba verla al lado de Lauren.

-Mira imbécil, no te permito que me ofendas de esa forma.... -Camila tuvo que intervenir de inmediato.

-¡Por favor cálmense! No es necesario que busquen más problemas de los que ya tenemos, así que les pido que se controlen, se encuentran en una clínica ¡Por Dios!

Guillermo enseguida le contestó a Camila:

-¿Pero acaso no te das cuenta con la clase de mujer que te casaste? Es tu esposita la que me está ofendiendo y no voy a permitirlo, ella te tendrá prisionera y atada a un contrato, pero a mi no me va a poner un pie encima a cuenta de que es la gran Lauren Jauregui.

Lauren tampoco se quedó callada:

-Ya cállate imbécil, te molestas porque en el fondo sabes que lo que estoy diciendo es verdad.

Guillermo no aguantó y en ese momento se acercó aún más pero Camila se metió entre los dos, ella no podía permitir que armaran un escándalo en medio de la sala de espera como la vez anterior cuando su padre estaba hospitalizado.

-Pero ya basta por favor, parecen salvajes, ¿Es que no se dan cuenta que están en una clínica? Los pueden echar de aquí. ¿No les da vergüenza? Margarita está dentro de esa sala de emergencia sin saber cómo se encuentra y ustedes lo único que saben hacer es discutir, estoy harta de ustedes dos yo...yo....

Camila no pudo decir una sola palabra más porque justo en ese momento cayó al piso desmayada ante la mirada de asombro de ambos, que no dudaron ni un solo minuto en socorrerla y levantarla del suelo.

Lauren desesperada gritaba:

-¡Camz, mi amor! ¿Qué te pasa? ¿ Qué tienes? Por Favor mi vida dime algo.

Guillermo muy angustiado también la tomó de la mano y al mismo tiempo le decía:

-¿Camila qué te pasa? Por favor¿ Qué tienes?

Lauren le dijo a Guillermo molesta:

-Suéltala, en vez de estar aquí tocando a mi mujer, ve y busca un médico rápido.

Guillermo no vio conveniente el ponerse a discutir en ese momento con Lauren, estaba muy asustado de ver a Camila desmayada totalmente inconsciente, él jamás en su vida la había visto en ese estado.

En vista del escándalo que tenían ambos, una de las enfermeras que se encontraba en los alrededores de la sala de espera, corrió a auxiliar a Camila mientras al mismo tiempo llamaba a uno de los camilleros para que la trasladara al área de emergencias y así poder examinarla.

Lauren se puso demasiado nerviosa, ya no era solo la preocupación por su Nana Margarita, también tenía a sus espaldas el desmayo de Camila, eso la había sacado de control, definitivamente se había dado cuenta de cuánto amaba a aquella mujer.

Tanto Guillermo como Lauren se encontraban en las mismas circunstancias, tenían la doble angustia de lo que pudiera pasar con Margarita y ahora con Camila.

(...)

Mientras tanto Taylor, ya se había comunicado con Keana y le había contado todo lo que había extraído de la caja fuerte de Lauren. Especialmente le dijo que tenía en su poder el testamento. Cuando llegó al hotel de mala muerte en dónde se encontraba escondida Keana, ella no esperó para preguntarle con mucha ansiedad:

-¿Trajiste el testamento?

-Claro que lo traje, aquí está. Tienes que leerlo y explicarme porque yo no sé nada de esas cosas. Y con lo rápido que salí de la mansión, no alcancé a leerlo.

-¿Te aseguraste de que no te siguiera nadie?

-¡Claro! No soy tonta, además nadie tiene por qué sospechar de mi, y en la mansión no hay nadie porque todos están en la clínica velando por la vida de la sirvienta.

Keana enseguida le preguntó:

-¿Y trajiste el dinero que te pedí?

-Aquí está todo en mi bolso. -le dijo de la forma más ingenua.

-Dios mío, es bastante dinero, con esto me alcanza para pagarle a un abogado que conozco que puede facilitarme unos documentos falsos y así lograr escapar del país antes de que la policía me atrape.

Taylor muy contrariada la miró y le dijo:

-Oyeme Keana, pero es demasiado dinero, no te lo puedo dar todo, recuerda que acabo de despojar a Lauren de una gran fortuna, y ahora tengo que buscar un sitio en donde vivir, porque te advierto que no pienso quedarme en este hotel de mala muerte. Además me he arriesgado bastante y ni hablar en el problema que se va armar cuando Lauren se de cuenta que ya no tiene ni un centavo en la caja fuerte.

-Pero Taylor no seas egoísta, sabes que necesito de tu ayuda, además te dije que te voy a devolver hasta el último centavo, solo necesito salir del país para asi despistar a la policía, pero no puedo continuar con mi identificación, solo tengo que pagar por un pasaporte a nombre de otra persona y comprar unos boletos de avión que me lleven lejos de aquí y a penas pueda encontrar la forma de recuperar mis cuentas bancarias, te prometo que te voy a devolver hasta el último centavo. Ahora solo te pido que me muestres el testamento, quiero saber qué es lo que dice y hasta qué punto te beneficia.

Taylor no sabía qué hacer, veia a Keana muy interesada en el dinero, pero al mismo tiempo no tenía a quien más acudir. Y analizó que Keana era una mujer con mucho dinero por lo que era muy probable que cuando recuperara sus cuentas bancarias, le devolvería todo lo que le estaba prestando.

-Aquí está el testamento Keana, por favor léelo y dime ¿Qué debo hacer?

-Muy bien Taylor, déjame darle una miradita a este tesoro, vamos a ver qué fue lo que te dejaron tus padres.

Keana se sentó cómodamente en la cama de aquel cuartito, mientras Taylor la miraba ansiosa, se frotaba las manos, había comenzado a sudar frío, quería saber de una buena vez en cuánto ascendía la fortuna que le habían dejado sus padres.

(...)

Matrimonio Forzado (camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora