𝗖𝗮𝗽 8 𝐸𝑙 𝑑𝑟. 𝐹𝑎𝑔𝑢́𝑛𝑑𝑒𝑧

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Luego de aquella noche ambos muchachos se fueron a sus respectivos hogares en donde en casa de Paul ocurrió lo siguiente.

Cerró la puerta cuidadosamente. Para su sorpresa, su madre ya estaba ahí.

─Qué hacías allá afuera? ─Preguntó la señora con un tono algo enojado

─Me desperté y no podía volver a dormir ─Mintió Paul ─Recuerdo haber leído en alguna parte que salir a caminar es bueno para despejar la mente y así dormir mejor

─Y por qué afuera?

─La luz de la luna y las estrellas es muy linda y tranquilizante, mamá

La mujer lo miró con desconfianza y luego subió las escaleras para ir a su cuarto

─Ahora que lo pienso ¿Qué hacía mi mamá despierta? ─Pensó el pelinaranja ─Meh, al menos no me descubrió

Con Cris

En el tiempo que estuvieron en el pueblo, la madre de Cris entró a su habitación porque su hermano le había dicho muy asustado de que Cris no estaba en casa.

Fue ahí cuando encontró un cúter manchado de sangre.

Temiendo lo peor, la mamá bajó las escaleras buscando a su hijo quien estaba abriendo la puerta.

Corrió hacia él diciendo con un tono preocupado

─Por Dios, Cris! ¿Dónde estabas? me tenías muy preocupada ─Lo abrazó fuertemente

Cris se quedó quieto, no sabía que decir, no sabía que excusa poner para que su madre no lo regañara por estar afuera a estas horas

─Y ese vendaje? ─Se soltó del abrazo. Fue ahí cuando su cerebro conectó la imagen del cúter con el vendaje en su muñeca. ─Mi niño, que te pasó ahí?

El peliazul bajó la mirada subiendo la manga de su camisa y comenzó a temblar. Quería decir algo pero no sabía que.
Estaba pensando en algo, tal vez le creería si le dijera que se cayó y se lastimó la muñeca. Pero necesitaría una excusa para el vendaje pues no tienen vendas en su casa.

─Cris... ─Lo miró a los ojos ─Te cortaste?

El chico no sabía que decir. Al fin su madre se había dado cuenta de lo que estaba "escondiendo" pero no sabía si confirmarle o negarle sus cortadas. Si mentía, todo seguiría igual pero conociendo a su madre seguro insistiría en que le mostrara la muñeca para curarla ella misma y entonces descubría la verdad.
Estaba atrapado, debía decir la verdad o si no, ella la descubriría.

Finalmente asintió con la cabeza mirando al piso, acción que le destrozó el corazón a aquella mujer.

─No... Dime que no lo hiciste, por favor dime que no ─Abrazó a su hijo, consolandolo por primera vez en mucho tiempo. ─Perdón hijito, perdón por decirte marica. ¿Por qué lo hiciste?

─Mamá... ─Cris quería decir algo pero no sé le ocurrió nada. Solo sintió las lágrimas recorrer sus mejillas.

Esa noche no pudo dormir, se quedó sobrepensando lo que pasó con Paul, sentía vergüenza de que lo hubiera visto llorar, de que se hubiera enterado de sus cortes, pero el hecho de que se hubiera preocupado por él era algo muy bonito. Miró su vendaje y puso su mano en su pecho acariciandola como lo hizo Paul.

Recordó la dulce voz con la que le habló, su personalidad tan cambiada. Por un momento lo desconoció. Él no era así, no era para nada serio pero esa vez lo fue. Al parecer solo se ponía así en momentos específicos.

También se quedó pensando en su mamá, ella no lo había regañado como él había esperado, de hecho se disculpó por la forma en la que lo había llamado.

𝗔𝗺𝗼𝗿 𝗘𝗻 𝗘𝗹 𝗥𝗮𝗻𝗰𝗵𝗼 (𝑪𝒓𝒊𝒔 𝒙 𝑷𝒂𝒖𝒍)•˚₊‧⋆. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora