El agua caía en mi cabello y todo mi cuerpo, mientras terminaba de quitarme el shampoo del pelo. Me di unos segundos para pensar todo, ¿Estaba bien lo que habíamos hecho con Victoria? No lo sé.
Ví las cicatrices en mis brazos, no sé de cómo Vic no lo notó, pero yo tampoco lo hubiera notado, la verdad.
¿Cómo había vuelto a esta mierda? ¿En qué momento? Llevaba bastante tiempo sin hacerlo, y realmente me dolía volver. ¿Enserio era necesario? No sé, pero lo único que se es que si seguía de esta manera, con las drogas y los cortes, me iba a terminar cegando por completo y terminar de la misma forma que mi padre. ¿Saben la razón por la cual no me he matado aún?
María Victoria Ramírez de Arellano Cardona.
(. . .) Al día siguiente, volviendo del colegio, me sentía muy mal, no sé. Pero mi cara lo reflejaba.
Dejé la mochila en el suelo, y me senté en el sofá cuál estaba Vicky mirándome atentamente. Me acosté en el sofá, dejando mi cabeza en el regazo de Victoria, en dónde mi pelo comenzó a recibir mimos — bebé, que pasó? — la escuché como pude, realmente estaba tan mal que nisiquiera oía bien. Mis ojos estaban rojisimos, pero no me había drogado, exactamente no me había drogado por lo mal que me sentía.
No podía mantener los ojos abiertos, a lo que se me cerraron solos pero siguiendo consciente, como si solo estuviera descansando los ojos.
Sentí la mano de Victoria en mi frente, tomando si tenía fiebre.
— mami, estás vola' en temperatura —. Se escuchaba su preocupación, me dejó acostada en el sofá para ir a buscar un paño húmedo, el cual me puso en la frente. Me tomó la temperatura, que estaba a casi 41°.
Vicky se quedó un buen rato cuidándome, cancelando todas las cosas que tenía que hacer. Pasaron al rededor de veinte minutos supongo, y ya estaba bastante mejor, la fiebre había bajado, pero yo aún seguia acostada en el sofá, con mi cabeza en las piernas de Vicky.
— sabías que te amo? No era necesario que canceles todo, yo podía cuidarme sola —. Me sentía culpable, ella tenía que ir al estudio, y canceló todo a último momento por mi...
— shh, estás enfermisima, como te voy a deja' así sola, estás loca —.
— pero Vi- —.
— sin peros, Ámbar —.
(. . .) Comenzó el contador de días para el tour, 23 días para tener que alejarme de mi novia. Teníamos q aprovechar al máximo este tiempo, no la iba a ver como por durante seis meses.
Lo que estaba enferma se pasó en cuestión de dos días, al parecer era un virus que estaba rondando por PR, y al parecer a los menores afecta de peor manera.
Llevaba tres días sin consumir nada, yo digo que de hoy no paso un dia mas...
Ya era por la noche, típico viernes aburrido en el cual pensaba q no íbamos a salir a ningún lado, hasta q al cuarto entraron Mariana y Vic a salvar el viernes.
— Acho, nena, prepárate q vamo' a janguea' —. Oí a la de pelo corto.
— tengo sueño, pero okei —.
— si quieres te quito el sueño de una besuquia' —. Victoria me guiñó el ojo, y yo me puse como un tomate.
(. . .)
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Llegamos a la fiesta, pero antes, habíamos pasado un rato por la playa todas juntas; Mari, Vicky, y yo. Solo salimos nosotras como un "tiempo de chicas" no sé, me trajeron obligada.
Empezó a pasar los minutos, pongamosle que como a la media hora, ya empecé a pedir tragos para ellas y para mí.
— estás loca que vas a tomar eso — Miré a Victoria de reojo, y le di el primer sorbo a mi vaso.
— amor, estoy a nada de los 16, te piensas que no tomo? —.
No la veía a Vic muy convencida, pero no me importó, la noche siguió. El fuerte olor a droga que había en el lugar me tentaba demasiado, y de hecho, tenia algunas cosas en el bolso, pero no sé...
Vicky y Mari se quedaron esperándome en la pista de baile, en lo q yo subí a la planta alta a buscar nuestra mesa en la cual estaban mis cosas. Cuando volví, me gané una mala mirada de Victoria, como regañandome sin hablar al verme volver junto a ellas con un cigarro entre mis dedos, y no era exactamente tabaco.
Vic me agarró del brazo lentamente llevándome a una esquina de la disco, en dónde habia menos gente. Mariana nos siguió el paso.
— coño Ámbar, que te he dicho de fumar? —. La notaba no sé si enojada, o mas como haciendome recordar lo mal que me hace...
— no puedo Vic, no puedo... Sabes bien cómo soy los ambientes de fiesta aquí en PR, es muy difícil aguantar... —
— pero baby, te hace mal, apenas ere' una nena —.
— no es necesario que te drogue' pa' divertirte —
La escuchaba atentamente, pero creo que no entiende lo difícil que es no hacerlo si mi adicción a otras drogas es diaria, a parte de que consumí cosas peores, algo de marihuana no me iba a matar.
(. . .)
El tiempo pasaba rápido, yo ya tenía varios tragos encima, y estaba bastante drogada. Según el documento con el que entré tengo 18, pero me me ven mucho de 18 que digamos. Aún se refleja esa niña que soy, ya sea en acciones, o a simple vista.
____________________ HOLAAAA, aparezco por acá. Igual es re choto el capítulo, pero enfin.
