Sentado en esta silla desafiante, la sombra de la muerte se cierne sobre mí, y en mi mano, la carta, testaruda e inmutable, parece contener todas mis ansiedades. La presencia de la muerte, envuelta en su belleza inquietante, me hipnotiza y paraliza al mismo tiempo. Su sonrisa, esa mezcla de dulzura y desdén, me recuerda que cada elección que he hecho me ha llevado a este preciso momento, este cruce de caminos – "¿Por qué temes, infeliz?", dice el deseo, surgiendo como un susurro ardiente en mi mente. "Tu vida ha sido un escenario de llamas, un fuego del que podrías haber sacado oro. Todos esos anhelos que llevas como cicatrices, son las marcas de las experiencias que atesorarías si solo te atreverías a vivir."
– "Vivir," repito, un eco de incertidumbre. "Pero ¿y si al final, todo lo que encuentro es el vacío? ¿Qué si siento, consumo, y solo encuentro desilusión? La muerte puede ser más atractiva que un amor que se marchita como una flor olvidada."
El deseo se ríe, un sonido musical y suave, "Pero el amor no siempre es monótono. Hay matices que aún no has explorado. Cada latido, cada roce, tiene su propia narrativa. Y si te detienes a escuchar, el amor puede enseñarte lo que significa verdaderamente estar vivo. No te aferres a los miedos, a esas sombras. Abre tus ojos y tu corazón" – "Y si lo intento y encuentro más dolor que placer?" interrumpo, una nube de angustia oscureciendo mi mente. "La muerte siempre ha sido un refugio, una respuesta a las preguntas que no puedo soportar. Mientras el deseo brilla, el miedo se agazapa, esperando para atraparme en su red. No puedo darme el lujo de caer en la trampa de lo efímero" – "Pero el miedo es solo una ilusión," responde el deseo, su voz ahora más firme. "Tu corazón no fue hecho para vivir en la sombra de la muerte, sino para explorar cada rincón de la vida. Cada amanecer puede ser un nuevo comienzo. No dejes que la muerte decida por ti. Elige el amor, elige sentir. Sí, puede doler, pero también puede sanar. Solo arriesgándote descubrirás los matices que han estado ocultos tras tus dudas."
Mis pensamientos danzan entre el deseo y el miedo, como si fueran dos hojas atrapadas en un torbellino. Sigo sentado, la silla vieja cruje suavemente bajo mí, pero su inestabilidad también refleja mi situación. Con un suspiro profundo, me doy cuenta de que tal vez no se trata solo de elegir entre amor y muerte, sino de entender que cada experiencia puede coexistir. El miedo puede ser un maestro, pero el deseo puede brindarme alas.
– !Quizás!, murmuró, "tal vez sea hora de mirar a la muerte a los ojos, no como una enemiga, sino como parte de un ciclo. Y al mismo tiempo, permitir que el deseo me guíe hacia la vida, con sus risas y sus llantos. Intentar sentir de nuevo." Le doy un vistazo a la carta en mi mano, sintiendo el peso de las palabras aún no leídas. Tal vez sea el momento de abrirla y enfrentar lo que contiene, para finalmente decidir si mi camino me conduce al abismo o a una nueva aventura. Abrazo la posibilidad de que, a pesar de la muerte, hay un vasto mundo de experiencias esperándome.
Desde mis "15", quise saber qué hacer y qué debería sentir. ¿Qué es el amor? Lo experimenté, pero todo siempre ha sido monótono. Después de alcanzar una meta sencilla, la repetía y, al final, me preguntaba: ¿y ahora qué? Sin embargo, dos años después de mis quince, solo experimenté dos cosas: amor y muerte. Más muerte que amor.
Los días se sentían diversos, la carga de la vida se tornaba pesada, y el romance, en su crudeza, se aplanaba. Me encontré estancado, atrapado en un punto muerto, hasta que el destino me asestó un golpe con un cuchillo en el pecho . Pero sobreviví y, en mi recuperación, pude crear ese lienzo en blanco donde comencé a pintar con rojos, mis trazos impulsivos.
Cuatro simples amores marcaron mi vida; son la génesis de mis cortes y alegrías, la esencia misma de un sentimiento que nació, sufrió y desgarró cada fibra de mi ser, cada fragmento de mi identidad. En el laberinto de mi mente, persisten recuerdos indelebles que no puedo olvidar; imágenes fugaces de pieles y sonrisas grabadas a fuego, sombras de momentos que me resultan imposibles de dejar atrás.
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.. LA HISTORIA DEL PEQUEÑO MUNDO ...
ContoLa historia del mundo de este libro se desarrollara desde la perspectiva del personaje llamado Fran de los angeles , perspectiva simple y pero con historia un poco risible , donde se presenta el abismo del día , la presión del pasado , y la inconfun...