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UN BELLAQUEO
—¡Olivia tu papá está afuera! — Llamo a mi hija, mientras cierro la mochilita de ella y la de su hermano. Viene corriendo hacia mí y sonrío acomodándole los pelos despeinados. Cargo a Benja en mis brazos y bajo las escaleras con mi hija detrás.
—¿Te ayudo amor? — Mi novio hace una mueca sentado en una de las sillas de la barra de desayuno. Sin dejarme responder se levanta y me ayuda con las mochilas. Tomando la mano de Olivia mientras yo alzo mejor a Benja.
Abro la puerta encontrándome el cuerpo tatuado y marcado de mi ex marido. Al verme sonríe ladinamente, pero su sonrisa flaquea al instante.
NARRADOR OMNISCIENTE
Cuando la puerta de entrada termina de abrirse por completo Enzo se tensó al ver a su hija de la mano del novio de su ex mujer, riéndose de algún chiste que el le habría dicho.
—Hola. — Intento cambiar su expresión y saludar a Julieta. Al ver a Benja, se acercó hasta los brazos de ella y lo alzó en los suyos. —Vamos, Oli. — Enzo estiró su brazo hasta su hija, la misma le toma la mano no sin antes despedirse del novio de su mamá.
Enzo paseó su lengua por toda su boca, estaba celoso, celoso de que su ex mujer y sus hijos convivan con el novio de la misma cuando él los dejaba en su casa.
Observó como su hija hacía un saludo especial con Paulo y reía al finalizarlo. A este punto Enzo quería recagarlo a trompadas por comprarse a su hija.
Cuando Paulo se reincorporó le susurró algo en el oído a Julieta y se metió dentro de la casa. Nunca se habían llevado bien con Enzo. Cuando Paulo intentó entablar conversación con él este lo cortaba con respuestas secas e irrespetuosas.
Julieta, quién quedo recargada en el marco de la puerta observando lo lindo que estaba Enzo salió de su trance cuando él habló.
—¿Me vas a decir porque está acá? — Dice en un tono autoritario. Julieta bufó, siempre era la misma charla.
—Si sabés que viene los findes conmigo, no empieces.
—No empiezo nada, Julieta. Te dije que no quería que se cruce a mis hijos ¿Qué no entendes? — Ella frunció el ceño.
—Tienen que conocerlo, Enzo, es mi novio. No es siempre lo que vos querés. — Julieta explicó enojada. Siempre le hacía el mismo problema, hasta le había mandado mensajes diciéndole que no quería verlo cerca de sus hijos.
'Es mi novio' las palabras que hicieron que Enzo suelte una risa sarcástica. —¿Y le dijiste a tu noviecito dónde estuviste el finde pasado? — Preguntó acercándose con una sonrisa que Julieta deseaba borrar de un beso.
