Viendo el Arco 4 en El teatro de la desesperación

Capítulo 3: Episodio 2

La pantalla mostraba una panorámica matutina de la mansión Karsten. En el centro del patio, una caravana de carruajes de dragones se preparaba para partir.

"Emilia-sama y Natsuki Subaru-sama, con mucho gusto los recibiría en mi casa durante el tiempo que necesiten". La duquesa se dirigió a sus invitados.

"Lo apreciamos, pero queremos que los aldeanos regresen a casa". Respondió Emilia.

"Regresaremos después de llevarlos a todos a casa y hablar con su patrocinador, Roswaal". concluyó Natsuki.

"Muy bien. Cuando lo hagas, espero finalmente poder pagar mi gran deuda contigo".

"Vamos, no vale la pena. Tú nos ayudaste y nosotros te ayudamos. Sí, y obtuve mi recompensa, ¿no es así, Patrasche?" El joven complacido decidió acariciar a su dragón de tierra.

Patrasche respondió frotando amorosamente su cabeza contra su mejilla.

"Todos se preguntan quién ganará el corazón del capitán, pero de hecho, ¡la mejor chica ya lo tomó y construyó un nido allí!" Dijo Garfiel alegremente.

Numerosas risas del público respaldaron esta afirmación. Todos los miembros del campamento de los semielfos sabían bien cuán fuerte era la relación entre el dragón de tierra y su jinete.

Incluso Rem y Emilia se sintieron conmovidos por esta escena.

"Estoy de acuerdo contigo, hermano. Patrasche dijo más de una vez que Natsuki-san ya la había elegido y por eso ni siquiera considera a los demás como competidores. Por lo tanto, está absolutamente tranquila y contenta". El joven comerciante decidió echar más leña al fuego con fingida seriedad en su tono.

Esta vez hubo exactamente dos risas menos. Emilia de repente se preguntó si los sentimientos de un dragón de tierra son compatibles con los sentimientos de los humanos. Y Rem frunció el ceño al darse cuenta de que tenía razón en su corazonada cuando consideró a Patrasche un rival en el primer encuentro.

'¡ No te entregaré a Subaru-kun! ' Pensó desafiante.

"¡Ay, ay, ay!" El joven saltó hacia atrás, sujetándose la mejilla.

"¿Estás bien, Subaru?" Preguntó la semielfa con preocupación en su voz.

"¡Esas escamas duelen más de lo que esperaba! ¡Ahora sé cómo se siente un rábano daikon cuando lo rallan!"

En respuesta, sólo recibió risas de dos hermosas damas.

"Subaru-kyun, he asegurado a Rem-chan. ¡Asegúrate de mantenerla quieta!" Dijo Félix, asomado a la ventana de una rica diligencia con el emblema de la casa de Karsten.

"Bueno."

"Tú también necesitarás descansar cuando regreses a la mansión".

"¿A mí?"

"Has estado trabajando en tu puerta horas extras desde que te enfrentaste a Sloth. Limpié todas las toxinas en tu puerta, pero debes dejarla reposar durante dos meses". le aconsejó el curandero.

"Dos meses, ¿eh? Bueno, seguramente todas estas locuras no pueden seguir sucediendo por tanto tiempo..." dijo Subaru pensativamente y luego inmediatamente pareció horrorizado. "Espera, ¡¿acabo de poner una bandera?!"

"¡Eso es exactamente lo que acabas de hacer!" Dijo Otto desesperadamente. "Honestamente, después de todo lo que ha pasado, uno podría esperar que sea más cuidadoso con lo que dice. ¡Es sólo un imán andante para los problemas!"