Viendo el Arco 4 en El teatro de la desesperación

Capítulo 7: Episodio 6

De pie frente a la habitación de Emilia, Rem intentó predecir cómo resultaría la próxima conversación. La última vez vino aquí para echar una mano. El resultado fue... desagradable por decir lo menos. Después de eso, se formó una brecha invisible entre las chicas, que ninguna de las partes había superado aún.

Entonces, ¿por qué Emilia decidió iniciar una conversación por su cuenta ahora? ¿Querías volver a acusar a Rem de algo? No, poco probable. ¿Podría ser que Emilia quisiera decirle a Rem que se mantuviera alejada de su caballero? Bueno, a ella no le va a gustar la respuesta en este caso. Rem ya ha decidido todo por sí misma.

" No tiene sentido adivinar y retrasar lo inevitable ". Ella pensó y llamó a la puerta.

"Sí, sí, entra." Vino del otro lado.

La habitación se veía mucho mejor que la última vez que la visitó la criada. La cama estaba hecha, la ropa no estaba tirada. Emilia estaba sentada en la misma mesa de té que la última vez, pero ahora parecía serena. Tenía el pelo peinado, la ropa en orden y el rostro sin lágrimas.

"Quería hablar contigo, Rem. Y me gustaría comenzar con una disculpa. La última vez, viniste a mí con la sincera intención de ayudarme a salir del agujero en el que me había metido. Y en respuesta, "Te insulté, te dije palabras terribles y me comporté como una vil arpía. Pido disculpas por eso".

Rem guardó silencio durante unos segundos, decidiendo qué hacer. Por un lado, tenía un desagradable deseo de rechazar las disculpas del semielfo. Las palabras de Emilia habían herido gravemente a Rem. Sin embargo, por el bien de Subaru-kun y de un futuro en el que todos pudieran reír juntos, no valía la pena guardar rencor. Además, la chica oni también quería acercarse a Emilia. Para compensarla por su actitud indiferente hacia la princesa solitaria cuando Subaru-kun aún no había llegado y ella estaba completamente sola en la mansión.

"Se aceptan disculpas, Emilia-sama." Dijo Rem con voz tranquila, inclinándose elegantemente.

"Gracias. Ahora, ¿podrías sentarte? Tenemos algo de qué hablar".

Cuando la criada tomó su lugar, Emilia respiró hondo, como si estuviera reuniendo fuerzas.

"Como puedes ver, escuché tu consejo y dejé de deprimirme. Y tú, a tu vez, viste lo que quise decir cuando dije que Subaru te ama no menos que a mí".

"Sí, a Rem todavía le resulta difícil creer que su héroe haya dicho eso. Es una pena que no hayamos podido implementar nuestra idea original y contarte todo en... circunstancias más agradables".

"Para ser honesto, te envidio mucho. Después de todo, a diferencia de mí, pasaste por mucho con Subaru e hiciste mucho para que él se ganara su amor. Ustedes dos se convirtieron en verdaderos compañeros de batalla. Hasta el punto de que él está listo sin muchas dudas..."

"Emilia-sama..." comenzó Rem, pero la princesa la interrumpió con un gesto de su mano.

"¡No hablemos de eso!"

Tratando de distraerse de los macabros recuerdos de su caballero apuñalándose en la garganta, tomó un largo sorbo de té. Rem hizo lo mismo.

"Te llamé aquí para decirte que seguí tu consejo, Rem. Quiero que lo sepas. Finalmente me di cuenta de que amo a Subaru y quiero estar con él de ahora en adelante y para siempre. Todavía no entiendo muchas cosas". Cuando se trata de amor. Por supuesto, estamos obligados a cometer más de un error en el camino, pero una cosa sé con seguridad. No voy a entregar mi Subaru. Ni a ti, ni a Crusch, ni a Petra. , nadie. Él es mi caballero. ¡Mi Subaru! No me rendiré más. Sé que no soy digno de su amor en este momento, pero he entendido una cosa firmemente. Que no debo encogerme y llorar. Debido a mi incompetencia, ¡pero haz todo lo posible para convertirte en una mejor persona! ¡Y me convertiré en una mujer y una gobernante digna del amor de mi caballero!