Capítulo 7

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EMILY

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EMILY

Me levanto a por un vaso de agua unos minutos después. Mi respiración se ha calmado y eso se lo debo enteramente a él. Cole consigue que sus brazos alrededor de mi cuerpo y el latido de su corazón pegado a mi oreja, ralenticen mis pulsaciones, y esto es algo que descubrí cuando salíamos.

Cada vez que peleaba, me aterraba pensar que algo pudiese salir mal y no era capaz de sacarme de la cabeza la idea de que esa noche no volvería a casa. Por eso, cuando estábamos tranquilos y abrazados como hace un momento, y notaba el latido de su corazón, me sentía en calma. Sabía que estaba bien y que estaba a salvo; era todo lo que necesitaba.

—¿Cómo vais?

Regreso a la sala cuando escucho a Abi bajar las escaleras. Dejo el vaso en la encimera que Cole y ella cubrieron cuando alquilaron la casa —con un vinilo adhesivo que imita el mármol y que le da un aspecto más nuevo—, y camino descalza sobre la moqueta en dirección al sofá donde estaba sentada antes. Veo cómo mi mejor amiga pasa por detrás y Cole apoya la cabeza en el respaldo cuando ella acaricia su pelo con cariño.

—¿Estás más tranquila? —me pregunta Abi mientras se sienta en el sillón, a nuestra derecha.

—A ratos. —Me encojo de hombros y un escalofrío recorre mi espalda cuando Cole alarga el brazo para retirar los mechones de mi pelo a un lado, rozando, así, la piel de mi cuello.

—¿Qué quieres hacer? —pregunta después de soltar un suspiro—. Deberías denunciarlo y... contarnos qué te ha hecho, Em.

Cole se incorpora hacia delante y los dos me miran con detenimiento. Sé que, si les doy detalles, todo empeorará, pero también soy consciente de que, a pesar de que lo sucedido ha sido horrible, lo que se imaginan es aún peor.

—No es lo que pensáis —digo mirándolo directamente a él—. No me ha... —Aprieto los labios y Abi asiente con un poco más de tranquilidad.

—Pero lo ha intentado. —Muerde su labio con fuerza y se levanta del sofá, como cada vez que necesita relajarse—. Te arrancó todos los putos botones de la chaqueta y un tirante, Emily.

Apoyo los codos en las rodillas y me paso las manos por el pelo al mismo tiempo que lleno mis pulmones de aire. Recordar lo sucedido me produce náuseas y ni siquiera reconozco a Trey; mi mente es incapaz de relacionarlo con el que era mi novio hasta hace pocas semanas. Simplemente ese no es el Trey que yo conocí.

Me lleno de fuerza y comienzo a hablar, aun sabiendo que esto no será fácil para ninguno.

—Cuando he llegado a casa, estaba con otros tres amigos bebiendo en el salón.

Hago una pausa cuando los dos abren los ojos con fuerza y Abi levanta una mano en dirección a su hermano para impedir que este salte. Cole apoya la espalda en la pared y clava la vista en el suelo, sus hombros se mueven arriba y abajo por la velocidad con la que empieza a respirar y casi puedo percibir la cantidad de pensamientos que empiezan a sucederse por su mente. Trago saliva y me debato entre contarlo todo o saltarme algunos detalles.

La debilidad de Cole Monroe [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora