La explosión del Reactor 2 de Mako sacudió el suelo con una fuerza desgarradora, enviando a los soldados de Shinra volando en todas direcciones. Goku, quien ya estaba cayendo en picada, se vio acelerado aún más por la onda expansiva. Mientras tanto, Barret cargaba a Tifa sobre sus hombros, sintiendo el temblor pero sin detener su avance, su única meta era alejarse de los soldados de Shinra y encontrar un lugar seguro.
Después de un tenso y agotador escape, finalmente llegaron a un área fuera del reactor, lejos de la presencia de los soldados. Tifa, aún aturdida por la explosión y con el corazón pesado por la pérdida de un amigo de la infancia, no encontraba fuerzas para continuar. Barret intentaba consolarla, recordándole que si no fuera por el sacrificio de su amigo, podrían haber sido capturados o peor aún, estarían muertos. "Tenemos que asegurarnos de que su sacrificio no haya sido en vano", insistió Barret con firmeza, mirando a Tifa con determinación. A pesar de su tristeza, Tifa asintió con la cabeza, aceptando las palabras de Barret y reuniendo un poco de fuerza para seguir adelante.
Mientras tanto, en otro rincón de Midgar, Aerith se dirigía hacia el Sector 2 llevando consigo un par de canastas llenas de flores. En su camino, se topó con un inesperado encuentro. Un chico yacía inconsciente en el suelo, reconocible por su cabello distintivo. Era Goku, el mismo chico al que le había regalado una flor poco antes. Estaba tirado boca abajo, con la parte superior de su ropa hecha jirones y visiblemente herido, aún sangrando de sus heridas. El corazón de Aerith se llenó de preocupación al ver su estado, y sin dudarlo, se arrodilló a su lado para revisar sus heridas y ver si podía ayudarlo.
Una vez que Aerith revisó las heridas de Goku, se dio cuenta de que no podría hacer mucho por él en ese lugar. Decidió dejarlo en un lugar seguro, donde los monstruos no pudieran hacerle daño, antes de salir corriendo para entregar las flores. Sabía que el dinero que obtuviera de esa venta sería útil para ayudar a Goku en su recuperación.
Después de entregar las flores y recibir el pago, Aerith se apresuró hacia el centro médico. Al ver que no podrían hacer mucho por Goku allí, tomó la decisión de llevarlo a su casa en el Sector 5. Compró una silla de ruedas y regresó al lugar donde lo había dejado.
Una vez que encontró a Goku, Aerith lo acomodó en la silla de ruedas y aseguró su espada para evitar cualquier accidente. Mientras se dirigían hacia su casa, se preguntaba en voz alta qué le habría pasado a Goku para dejarlo en ese estado, pero no obtuvo respuesta, ya que él seguía inconsciente.
Al llegar al Sector 5, Aerith llevó rápidamente a Goku a su casa para tratar sus heridas. Su madre, Elmyra, se sorprendió al ver a su hija llegar con alguien tan gravemente herido y aún sangrando. Sin embargo, se levantó rápidamente y examinó a Goku, dándose cuenta de la gravedad de sus heridas.
Elmyra preparó un baño para limpiar a Goku, quien estaba cubierto de sangre, polvo y tierra. Antes de comenzar a curarlo, decidió limpiarlo para poder evaluar mejor sus heridas y brindarle el cuidado adecuado que necesitaba.
Elmyra prohibió a Aerith entrar al baño mientras ella limpiaba a Goku. Sabía perfectamente que su hija no estaba preparada para ver el cuerpo desnudo de un hombre, y aunque la situación requería ayuda urgente, Elmyra decidió encargarse ella misma de esa tarea. Una vez que terminó de limpiar a Goku y le proporcionó ropa interior limpia, lo llevó a la habitación donde Aerith lo esperaba con todo lo necesario para curar sus heridas.
Después de curar las heridas y vendarlas, decidieron tomar un descanso, ya que la noche estaba por caer. Aerith expresó sus deseos de que Goku se recuperara pronto, mientras que Elmyra se ocupaba de preparar un suero para él y luego comenzaría a preparar la comida.
Pasaron tres días en los que Goku estuvo inconsciente. Finalmente, al tercer día, se despertó en la cama, sentándose con cautela mientras se preguntaba dónde estaba. Notó que ya casi era medio día, lo que lo hizo sentir desorientado y confundido sobre lo que había sucedido.
Aerith entró en la habitación para revisar el estado de Goku y se sorprendió y alegró al verlo despierto. Se acercó a él con una sonrisa y le preguntó si tenía algún dolor en alguna parte.
Goku, sorprendido al ver a la chica que le había regalado la flor, respondió amablemente que no sentía ningún dolor y que ya se sentía mejor, agradeciéndole por haberlo ayudado.
Aerith, feliz de verlo recuperándose, le dijo que no podía dejar a alguien herido a su suerte y le aseguró que esperaría a que su madre lo revisara.
Cuando Elmyra revisó las heridas de Goku, se sorprendió al ver su estado. Las heridas que tenía no eran las típicas que se curarían en solo tres días. Goku explicó que era un exsoldado de Shinra, lo que provocó una reacción de disgusto en Elmyra al escuchar esa revelación.
Sin embargo, también le preguntó por qué no tenía los ojos característicos de los soldados de Shinra, esos ojos verdes como el Mako. Goku admitió que no sabía la razón, ya que era el único con ojos normales; todos los demás soldados que había conocido tenían los ojos verdes. Esta anomalía desconcertó tanto a Elmyra como a Aerith, planteando más preguntas sobre el misterioso pasado de Goku.
Después de cambiarse de ropa y comer un poco, Goku salió de la casa con Aerith, quien le pidió que la acompañara. Goku aceptó sin dudarlo, viendo esta como una oportunidad para expresar su agradecimiento.
Después de una caminata, Goku y Aerith llegaron a una iglesia abandonada. Al entrar, Goku se sorprendió al ver un campo de flores en su interior, similar al que había en la casa de Aerith, pero mucho más grande, rodeando la estructura.
Mientras charlaban y Aerith recogía algunas flores, una persona desconocida entró en la iglesia. Sin embargo, tanto Goku como Aerith lo reconocieron de alguna manera.
Goku identificó a la persona como un turco de Shinra, mientras que Aerith lo conocía debido a que había interactuado con él en ocasiones anteriores.
Después de intercambiar algunas palabras, el turco, conocido como Reno, reveló que había venido a llevarse a Aerith de regreso a Shinra. Sin embargo, Aerith se negó rotundamente, afirmando que ahora tenía un guardaespaldas personal, señalando hacia Goku.
Goku se sorprendió al escuchar esto, ya que Aerith no le había informado sobre su papel como guardaespaldas. Sin embargo, decidió mantenerse en silencio, observando atentamente a Reno y esperando ver cuál sería su próximo movimiento.
Reno ordenó a sus ayudantes, algunos soldados de Shinra, que atacaran a Goku. Sin embargo, Goku rápidamente se deshizo de ellos con habilidad y determinación. Al ver la habilidad de Goku, Reno decidió enfrentarse a él personalmente.
En la pelea, Reno demostró una actitud arrogante, mostrándose superior a Goku. Sin embargo, Goku se negó a rendirse y, después de estudiar los patrones de ataque de Reno, comenzó a tomar ventaja. Después de una intensa batalla, Goku finalmente logró derrotar a Reno.
Después del combate, Aerith y Goku intentaron escapar por la parte trasera de la iglesia. Al verse acorralados, decidieron dirigirse hacia el ático. Lo que no se dieron cuenta fue que los espectros que habían encontrado anteriormente los ayudaron, facilitando su huida.
Una vez fuera de la iglesia, caminaron por los tejados del Sector 5 hasta llegar a un lugar donde podrían bajar. Sin embargo, la caída sería demasiado alta para Aerith. Goku, sin dudarlo, saltó primero y le aseguró que la atraparía.
Aerith, confiando en Goku, saltó y él la recibió en sus brazos como una princesa. Se miraron el uno al otro por un momento y Aerith, con una sonrisa, le dijo: "Mi héroe".
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El Renacer del Guerrero
FanficEn esta versión de Final Fantasy 7 Remake, Goku asume el papel principal en lugar de Cloud Strife. Renacido en forma humana con recuerdos de su vida pasada,