PROLOGO:

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Lily Potter estaba en su taller arrojando más textos para investigar sobre su mesa, la cual ya estaba llena de documentos. Seguramente ese desorden haría que su marido no se diera cuenta de nada de lo que estaba haciendo, y eso era lo que más le convenía en ese momento. Esto era importante, su trabajo si lo lograba podría significar el final de la guerra mágica. Una guerra que cada día era más era cruel y dura aumentando así la desesperación de todos, incluido la de Dumbledore, de hecho el viejo mago aun consciente de que jugar con el tiempo no era algo que se debiera tomar a la ligera había estado de acuerdo en que una opción como ésta debería ser explorada. La pelirroja una vez, cuando todavía asistía a su escuela muggle, había sido parte de un debate para el que probamente era demasiado joven y, sin embargo, se había quedado con ella durante muchos años. ¿Y si fuera posible retroceder en el tiempo? ¿Qué harías?

Nunca respondió esa pregunta debido a la contestación de otro niño, recitada con toda la seriedad que un niño de nueve años podía reunir. Le pareció obvio una vez que el chico, lo dijo y ella en el fondo estuvo de acuerdo con el. Entonces si aquello fuera posible, deberías hacer algo que cuente, ¿verdad? Algo que marcará la diferencia, algo que ayudara a la gente en el largo plazo, La bruja no se inmutó ante la perspectiva de matar a Voldemort, incluso si fuera antes de que se convirtiera en el señor oscuro, incluso si estuviera matando a un bebé, o que aquello pudiera destruir el flujo temporal en el que vivía actualmente, incluso si nunca pudiera regresar al presente por esa razón. Tenia que hacerlo o al menos intentarlo porque Tom Marvolo Riddle era un monstruo y según Albus siempre lo fue, y el director de Hogwarts era alguien en quien confiaba tanto como confiaba en su marido. Si pudiera hacer el hechizo para retroceder en el tiempo, encontraría al bebe Tom Marvolo Riddle y lo mataría, antes de que este pudiera lastimar a alguien y así pararía de una buena vez su masacre en el mundo mágico. Las semanas fueron pasando y Lily Evans-Potter ya había encontrado lo que andaba buscando e iba a ponerlo en práctica. Emocionada se alejo del complicado círculo rúnico que había dibujado en el suelo, lo reviso tres veces en busca de errores, y cuando no encontró ninguno respiro profundamente antes de entrar al circulo, para luego decir el hechizo que la llevaría atrás en el tiempo. Al final resulto que, el hechizo no fue del todo perfecto, ya que en vez de llevarla a enero de 1944 fecha en la que Voldemort era un bebe recién nacido había logrado retroceder un poco más: Marzo de 1943. Al principio había sido angustioso darse cuenta de esto, pero ¿Qué eran diez meses de espera? Más tiempo para planificar lo que tenía que hacer y cómo, se dijo la pelirroja a si misma. Excepto que en la década de 1940 había una guerra tanto en el mundo mágico como en el muggle. Entrar en la comunidad mágica de Gran Bretaña estaba descartado ¿Cómo hacerlo si cada bruja o mago estaba viviendo en un estado de miedo y paranoia por culpa de Grindelwald? Aquello seria tarea imposible, demasiadas sospechas y por lo tanto muchas preguntas hacía ella. Por otro lado, esconderse en el mundo muggle...sería un poco "más fácil". Lily en ese momento agradeció a los cielos su herencia mundana. Si bien 1943 era diferente a 1999, ella estaba más preparada para existir como muggle que la mayoría de la orden del fénix, también agradeció ser precavida y tener en mente esa posibilidad, pues días antes fue a Gringotts para coger bastante dinero de su bóveda personal, y sobre todo que este estuviera en libras esterlinas (ya que era parte de la herencia de sus fallecidos padres). Libras esterlinas que antes de salir encanto para que en vez de Isabel II saliera impreso el rostro de Jorge VI. Pero aun con todas esas precauciones fue algo complicado encontrar un lugar para vivir y conseguir un trabajo en una ciudad que vivía en pleno apogeo de la segunda guerra mundial. Sin embargo un mes después había encontrado alojamiento en un bloque de humildes apartamentos para mujeres solteras o viudas, y estaba trabajando en una fábrica reconvertida, donde se creaban puntas de alas para el Submarine Spitfire, que eran aviones de combate mono plaza populares en la RAF y otras fuerzas aliadas. No era un trabajo agradable, pero á Lily lo que más le angustiaba era saber que con esta misión nunca volvería a casa y que nunca más volvería a estar con James... a veces no existía consuelo, sin importar lo segura que estaba de hacer el bien a sus amigos y familiares en el futuro. Las otras mujeres asumieron que era viuda, por lo que alguna noche ocasional en la que lloro hasta quedarse dormida fue incuestionable. Aquellas mujeres formaban un grupo muy unido, y tal vez fueron la única razón por la que sobrevivía. Pronto el ejercito estadounidense llegó a Londres, emocionando de esa manera a muchas mujeres inglesas las cuales deseaban conocer a soldados jóvenes y fuertes. Y mientras las nuevas amigas de Lily coqueteaban con estos por diversión o por amor, ella pensó que era mejor mantener la distancia: Podría intentar hacer una nueva vida en el Estados Unidos mágico después de matar a Voldemort. Ella no iba a enamorarse ni a perder el tiempo con el primer militar que le sonriera y la piropeaba, después de meses de interacción casi exclusivamente femenina. Pero todo cambio a finales de junio, cuando en su día libre en la fabrica tuvo que quedarse fuera y esperar a que las demás llegaran a la pensión pues se había dejado las llaves y la dueña tampoco se encontraba en el lugar por haber salido también. Momentos que aprovecho para pensar en James, Sirius, Remus, Peter, su hermana, la orden del fénix, y a todos a los que había dejado atrás, incluso tuvo pensamientos para Severus, cuando una voz la saco de ellos.

¿Es Harry James Potter o Harry James Barnes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora