Harry siguió a Hagrid fuera de la cabaña. El cielo estaba ya claro y el mar brillaba a la luz del sol. El bote que tío Vernon había alquilado todavía estaba allí, con el fondo lleno de agua después de la tormenta.
-¿Cómo llegaste aquí? Con la que esta cayendo-preguntó Harry, mirando alrededor, buscando otro bote.
-Volando-dijo Hagrid.
-¿Volando?
-Si, pero vamos a regresar en esto. No debo utilizar la magia, ahora que ya te encontré.
Subieron al bote. Harry todavía miraba a Hagrid, tratando de imaginárselo volando.
-Sin embargo, me parece una lástima tener que remar y más con el tiempo que ha hecho-dijo Hagrid, dirigiendo a Harry una mirada de soslayo-. Si yo... apresuro las cosas un poquito, ¿te importaría que fuera más rápido si uso algo de magia?
-Por supuesto que no-respondió Harry, deseoso de ver más magia. Hagrid sacó otra vez el paraguas rosado, dio dos golpes en el borde del bote y salieron a toda velocidad hacia la orilla. Pero Harry aun sorprendido por lo que estaba pasando dijo
-Esto... yo no tengo dinero y ya oíste a tío Vernon, no va a pagar nada.
-No te preocupes por eso-dijo Hagrid, poniéndose de pie y golpeándose la cabeza
-. ¿No creerás que tus padres no te dejaron nada?
-Pero si su casa fue destruida...
-¡Ellos no guardaban el oro en la casa, muchacho! No, la primera parada para nosotros es Gringotts. El banco de los magos.
-¿Los magos tienen bancos?
-Sólo uno. Gringotts. Lo dirigen los duendes
-¿Duendes?
-Ajá... uno tendría que estar loco para intentar robarlos, puedo decírtelo. Nunca te metas con los duendes, Harry. Gringotts es el lugar más seguro del mundo para lo que quieras guardar, excepto tal vez Hogwarts. Por otra parte, tenía que visitar Gringotts de todos modos. Por Dumbledore. Asuntos de Hogwarts.-Hagrid se irguió con orgullo-. En general, me utiliza para asuntos importantes. Buscarte a
ti... sacar cosas de Gringotts... él sabe que puede confiar en mí.
-¿Por qué tendría que estar uno loco para intentar robar en Gringotts?-preguntó.
-Hechizos, encantamientos...-dijo Hagrid, desdoblando su periódico mientras hablaba-. Dicen que hay dragones custodiando las cámaras de máxima seguridad.
Y además, hay que saber encontrar el camino. Gringotts está a cientos de kilómetros por debajo de Londres, ¿sabes? Muy por debajo del metro. Te morirías de hambre tratando de salir, aunque hubieras podido robar algo.
"Ya podrían nuestros bancos tener ese nivel de protección" Dijo Hughie
Harry permaneció sentado pensando en aquello, mientras Hagrid leía su periódico, El Profeta. Harry había aprendido de su tío Vernon que a las personas les gustaba que las dejaran tranquilas cuando hacían eso, pero era muy difícil, porque nunca había tenido tantas preguntas que hacer en su vida.
-El ministerio de magia está confundiendo las cosas, como de costumbre-murmuró Hagrid, dando la vuelta a la hoja.
-¿Hay un ministerio de magia?-preguntó Harry, sin poder contenerse.
-Por supuesto-respondió Hagrid-. Querían que Albus fuera el ministro, claro, pero él nunca dejará Hogwarts, así que Cornelius Fudge consiguió el trabajo. Nunca ha existido nadie tan chapucero al frente del ministerio. Así que envía lechuzas a Dumbledore cada mañana, pidiendo consejos.
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¿Es Harry James Potter o Harry James Barnes?
FantasyEl gran dilema moral de los viajes en el tiempo: ¿Qué cambiarías? ¿A quién salvarías y a quién matarías? Debería haber sido una pregunta fácil, una solución fácil, pero, de nuevo, Lily Potter debería haber sabido que nada era tan fácil. (La pelirroj...