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La cosa fue que una vez que empezó a tener sexo con Louis, no pudieron parar. Harry no sabia si era por la frustración sexual de Louis o porque tenían una buena compatibilidad durante el sexo -así como en todo-.

Cuando habían terminado de hacerlo -la primera vez-. Harry se había arrepentido de inmediato, eso había estado mal, Harry no era de esos, diana no se merecía eso, Louis era un idiota y él también.

Sin embargo, todo pensamiento coherente se esfumaba cuando tenia las manos de su mejor amigo encima, o cuando sus labios estaban sobre los suyos. Era como estar en las nubes, por fin tenía a Louis aunque fuera solo así, sin sentimientos de por medio y luego todo desaparecía, al final del día Louis volvía con Diana a vivir su perfecta relación heterosexual, luego Louis volvía para deshacer su frustración sexual con él.

Toda esta mierda estaba jodiendo su cabeza.

—¿Harry? ¿estas bien?

Harry miró a Gabrielle -hermana de Louis- y asintió intentando mostrar una sonrisa. Había llegado a casa de Louis después del trabajo, como siempre lo hacia para cenar con los Tomlinson.

—Has estado actuando extraño estos días, ayer no viniste a cenar — La madre de Louis comentó desde la cocina. Bien, Harry no podía decir que cuando llegó había visto a Louis y Diana besándose y él no se había preparado mentalmente para ver aquello.

—Papá me dejó mas tiempo en la oficina —mintió con facilidad pero evitando todo contacto visual con las chicas. Harry observó a Niall rodar los ojos.

—Sé que algún día vas a heredar y llevar las riendas de la empresa familiar, pero debería dejar de cargarte la mano tanto. Apenas tienes 20 años—Gabrielle reprochó cruzándose brazos y Harry sonrió, realmente amaba a esa familia, ciertamente Harry no se había puesto a cuestionar que pasaría si las cosas con Louis terminaban mal, si ellas se enteraban ¿lo odiarían?

Harry quería llorar y desaparecer

(...)

—Mierda, eres precioso.

Harry volvió a la realidad cuando sintió los labios tibios de Louis sobre su cuello, succionando fuerte y chupando una y otra vez, Harry sabia que ahora Louis tenia esa extraña necesidad de marcarlo, y él también amaba ver en el espejo esa marcas.

Cuando se cansó de su cuello, unos minutos después, sintió a Louis bajar a su pecho, delineando sus pezones ahora erectos donde empezó a lamer y mordisquear, sacándole uno que otro sonido ahogado. Toda esa zona era un punto erógeno para él, y Louis también ya tenia muy claro eso.

—Chupa—Su voz autoritaria, esa que solo salía cuando estaban teniendo sexo obligó a Harry a abrir los ojos, los dedos gruesos y largos estaban frente a él, así que Harry no perdió el tiempo y envolvió los labios alrededor, mirando fijamente a Louis, chupando.

Cuando los dedos estuvieron suficientemente húmedos, Louis retiró los dedos y subió para besarlo en la boca, deslizando sus labios lentamente mientras paseaba las manos por sus suaves y tonificados muslos. Los dedos húmedos tanteando su entrada, Harry suspiró con anticipación.

—Quizás deberíamos ir a tu habitación —por primera vez desde la mañana el cerebro de Harry—. Estamos... estamos en la sala. Tu-tu mama puede llegar o Niall.

—cierto, podrían llegar en cualquier momento y ver cómo te estoy follando, clavándote mi polla, podrían verte gimiendo y rogando para que te de más duro. — susurró en su oído, por fin metiendo los dedos en su interior, preparándolo, buscando su punto dulce.

Harry sabia que Louis se estaba burlando de él, pero no pudo evitar lloriquear. clavó sus uñas en los bíceps de Louis para acercarlo más, quería sentir esos dedos mas profundo.

—Pídeme que lo haga —habló Louis presionando sus dedos húmedos en su agujero —. Dime qué quieres en este momento.

Harry no respondió, demasiado ocupado sintiendo la intromisión

Louis tomó el interior de sus piernas, subiéndolas hasta que quedaron por encima de sus hombros. Bajó su cuerpo hasta que su polla se alineó en el agujero del rizado, listo para penetrarle sin más.

—Pídemelo, Harry —volvió a susurrar.

Harry negó con la cabeza, la humillación no iba con él, pero su polla pensaba lo contrario, contrayéndose a cada palabra dada por Louis.

Louis rozó la cabeza de su pene en el agujero de Harry, embistiendo por fuera. Harry soltó un jadeo mientras se arqueaba.

—Quiero que me digas lo que quieres, pídelo y te lo daré.

Harry se negaba a responder todavía.

Louis soltó una risa pequeña antes de empujar dentro lentamente hasta la mitad. Harry gimió alto antes de que Louis se retirara de nuevo—.Trabajaremos en ello después

Harry volvió a gemir y Louis comenzó a moverse de inmediato, golpeando sus caderas contra su trasero expuesto, deleitándose con la vista de su polla entrando y saliendo de su entrada. Se veía grande, obscena y gruesa entre las mejillas del rizado, era tan erótico que podría correrse solo con mirar si no fuera porque penetrarlo, era mucho mejor.

Pronto aceleró loco de placer, sintiendo como Harry apretaba sus paredes a propósito, exprimiendo su pene de una forma tan buena. Louis mantenía las piernas abiertas contra sus hombros, de rodillas sobre el sofá, solo movía la cadera hacia adelante para buscar la próstata de su amigo, gruñendo como una bestia mientras que Harry se mordía el dorso de una mano para evitar gemir demasiado alto.

Harry no pudo responder cuando por fin Louis encontró aquello que tanto buscaba. Un escalofrío supremo se apoderó de su cuerpo, los dedos de los pies se le curvaron y no pudo resistirse a enterrar los dientes en el hombro del castaño, gimiendo contra éste con cada maltrato en su próstata. Louis no se quejó por esto, absorto por el clímax, solo se dedicó a penetrarlo hasta donde podía; ambos casi sonrieron al sentirlo de nuevo, como si llegara a su vientre y se instalara ahí por unos segundos, regresando y empujando una y otra vez. Tan bueno.

—Me encantas, joder —susurró Louis aumentando la velocidad—, podría pasar todo el día jodiéndote, rompiendo tu culo, estar dentro de ti, sí.

Harry hizo un sonido que sonó como un sollozo. Las palabras de Louis solo conseguían acercarlo más al borde. Su polla goteaba y podía sentir como Louis se hacía más grande dentro de él hasta el punto de ser casi doloroso.

—Ah, carajo —bramó, soltando la pierna izquierda de Harry cuando detuvo todo el golpe.

El chico lo miró desorientado por el freno, jadeando con la polla roja y mojada.

Louis lo puso de lado. Subió la otra pierna a su hombro y volvió a moverse sin avisar. Ahora el objeto que detuvo los gritos de Harry fue un cojín. Lo tomó entre sus manos y se tapó media cara con ella, llorando por las sensaciones chocantes dentro de él que repercudían directo a su polla. Las piernas le temblaban y su trasero comenzaba a arder de tanto golpe dedicado por Louis, todo era tan abrumador, los gemidos y gruñidos de su amigo no ayudaban para nada. Se sentía enloquecer si no llegaba.

—Harry- yo... —escuchó a Louis. Unos cuántos empujes más y el castaño le jaló el rostro para que lo besara y así ahogar un gemido con su lengua, chupando la de Harry con fuerza mientras se corría dentro de él.

Harry soltó un gemidito, y Louis siguió embistiendo contra él más lento, acariciando su polla de arriba hacia abajo hasta que, con dos o tres espasmos sacudiéndolo, el rizado lloriqueó, sollozando mientras manchaba el sillón con su corrida.

Hard Donde viven las historias. Descúbrelo ahora