¿No estaba soñando? ¡Más que eso! No, no podía ser un simple sueño, aquello debía ser la pesadilla más horrenda existente en la faz de la tierra. No podía ser posible. No. No. No. ¿En qué estaba pensando ese tonto idiota millonario?
¿Y por qué demonios la mirada así? ¿Con esa sonrisa de ganador? ¡¿Qué era lo que se suponía que estaba ganando?!
—Deja de mirarme así —espeta Ga Eul. No estaba soportando la sorna en su sonrisa ni la superioridad en su mirada. Sabía que So Yi Jung era un idiota engreído pero era más fácil ignorarlo, pero hacerlo ahora era demasiado complicado.
—¿Así como? —Yi Jung alza una ceja, su sonrisa crece cada vez más. Sostiene su rostro entre una de sus manos, disfruta la expresión que Ga Eul tiene en su rostro, la confusión y el enojo mezclados a la viva perfección en ese rostro bonito.
—Como si estuvieras disfrutando esto —Ga Eul se cruza furiosamente de brazos.
—¿Disfrutar? Por supuesto que lo hago — Yi Jung se pone de pie, caminando con lentitud y seguridad hacia Ga Eul, quién se muestra rehacia a tenerlo cerca. Ella aún con los brazos cruzados se muestra atenta a cada movimiento por parte del alfarero. — Disfruto ver tu cara molesta, es bastante atractiva si me lo preguntas.
—Nadie te preguntó —escupe muy molesta.
—Vamos, no te molestes así conmigo —Yi Jung estira su mano hacia ella pero para Ga Eul ese intento de toque resulta más como una llama de fuego que intenta acabar con ella, así que la aparte de un solo golpe.
—¿No quieres que me moleste? —repite en un susurro. — ¿No quieres que me moleste? —vuelve a decir, ahora mucho más alto. No le importaba, de todas formas sus padres fueron tan amables de dejarlos a solas en casa como si So Yi Jung fuera realmente un personaje de confianza para Ga Eul. — ¿Por qué estás haciendo todo esto? —exige saber.
—¿Por qué no? Nosotros teníamos un compromiso, ¿recuerdas?
—Uno del que yo no estaba enterada y que por cierto tú te encargaste de terminar —le recuerda. — Ahora dime qué estás haciendo en mi casa y qué es todo este ridículo cuento del matrimonio.
—No es un cuento ridículo —Yi Jung niega con su cabeza. — Vine aquí para pedirle tu mano a tus padres. Ellos aceptaron.
—Pues yo no. Me niego a cometer una estupidez como esa.
Yi Jung respira hondo, no se siente para nada dañado por las palabras de Ga Eul. Sabe que está molesta, y todo lo que dice lo hace desde la rabia. Además, Yi Jung es un excelente partido y lo sabe.
—¿Una estupidez? ¿Casarte conmigo te parece una estupidez?
—En todo el sentido de la palabra.
—¿Casarte con un hombre millonario, talentoso y apuesto es una estupidez?
—Puedes tener todo eso, pero sigues sin ser un prototipo de marido para mí —dice con evidente rechazo.
—Oh, es cierto —Yi Jung rueda sus ojos. Mueve su cabeza con diversión. Es cierto, Chu Ga Eul tiene un carácter interesante, muy interesante. — Tú eres una mujer que ama el amor. ¿Me equivoco?
—Ese no es asunto tuyo.
—Entonces estoy en lo cierto —Yi Jung asiente convencido de que tiene toda la razón. Lamentablemente para él, lo único que Yi Jung conocía de las chicas era como hacerles pasar un buen rato.
Por supuesto que también aprendió a dar en el gusto a sus intereses con tal de tener lo que quería, así fuese llevar a alguna linda chica a la cama, intercambiar tal vez un coqueteo simple, algunas salidas que no terminaran en nada, desde lo mínimo hasta lo máximo. Sabía cómo obtener lo que quería, y ésta vez no tendría por qué ser la excepción.
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Del odio al amor... [Yi Jeong y Ga Eul]
Fiksi PenggemarGa Eul, una chica soñadora y amante del clásico amor de cuento de Hadas es obligada a casarse con un joven Alfarero millonario reconocido mundialmente. So Yi Jung, Alfarero reconocido y talentoso, goza de una vida plena junto al dinero heredado como...