Doctor Who - Entre Dimensiones

Capitulo 3 - La nave suicida.

-Despierta.

Todo ese sueño desapareció de repente, ahora estaba aquí, después de una semana de haber llegado a esta dimensión, este nuevo mundo, y este nuevo ¿papá? No definitivamente no podía decirle de esa manera, era demasiado joven a comparación.

-Estoy despierta.

-Llevo más de media hora, llamándote. Andando.

-¿A donde? ¿qué lugar es?

-No tengo idea. Pero eso lo hace más emocionante, no saber el lugar.

-Ni año, ni que peligro hay afuera de la TARDIS - Estaba igual o más emocionada que él, brinque de mi asiento para dirigirme a la puerta. Admito que dí un gran suspiro antes de abrir la puerta.

- Aquí esta.. -Mi voz se apagó, igual que la emoción que había tenido a penas unos segundos antes.

-¿Y, hay emoción allí afuera? -Me preguntó emocionado.

-No creo que pueda llamarsele así.

Al mirar a fuera, también su alegría se borro de su rostro, se quedo callado unos segundos.

-¿Qué..?

-Una escoba no es emocionante.

-No, no lo es. Que extraño, estamos dentro de un armario, un gran, enorme, armario.

-Lo es, cabe una cabina de policía aquí adentro.

-Exploremos.

Al salir de la TARDIS, y del armario de limpieza, nos encontramos con una sorpresa, iban de un lugar a otro, humanos, eran humanos, dentro de una enorme nave, no era de sorprender verlos, pero de cualquier lugar en el cual podríamos terminar nos había dirigido a este.

-Una nave.

-Llena de humanos, siempre me emociona encontrarlos en el progreso.

-Admito que me emociona saber como se desarrollan.

-Vamos.

Caminamos a través del pasillo, era enorme, conforme caminamos más risas escuchábamos, a cada momento, alegres, llenas de emoción por el gran viaje que estaban haciendo.

-Es música.. -Murmure antes de abrir las grandes puertas frente a nosotros.

-Llegamos a tiempo para la gran fiesta.

Ambos reímos al mismo tiempo, el Doctor empujo la puerta para entrar y fue cuando, la verdadera fiesta comenzó, dentro del gran salón todos celebraban, a donde quiera que miraba se veían personas riendo, disfrutando del ambiente. Ambos nos separamos, él fue directo a las personas, tal vez para hacer preguntas, al fin sabría el año con exactitud, mientras tanto, me acerque a donde podría ver afuera de la nave.

Nunca me cansaría de la vista, el espacio se extendía frente a mis ojos, era tan hermoso que podría observarlo, durante días, tal vez toda la vida.

-Huye.

Escuche de repente.

Nadie estaba a mi alrededor, me quede quieta para lograr escuchar de nuevo, pero no había nada, me mantuve a espera, hasta que regreso con informes.

-Año 4752. Es un crucero.

-Perfecto, ¿habrá bufete?

-No había estado en un crucero desde hace mucho -Comento.

-¿Desde que hiciste chocar el Titanic?

-También te conté esa historia.

-Cuando era niña siempre me contabas una o varias historias para que durmiera.