CAPÍTULO TREINTICUATRO

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Taehyung sollozó audiblemente y todos a su alrededor se miraron preocupados. Hacía dos días que Jungkook no daba señales de vida y el pelirrojo sentía que iba a morir de inanición por tanto lloriqueo y mocos que le salían de la nariz. Inanición porque sí, cada alimento que tragaba parecía convertirse en llanto y más mocos.

—¡Me ha plantado antes de la propuesta!

A Yoongi se le escapó una pequeña risita luego de oír eso, que disimuló tosiendo; más aquello no fue suficiente para su novio, quién tomándolo de la oreja lo jaló hacía la cocina con el menor gimoteando de dolor.

—Ya, Seokjin. Seokjin, me duele.

El rubio soltó la oreja de Yoongi cuando vio un leve puchero en sus labios y próximamente frunció el ceño.

—¿De qué te ríes, enano?

Min sintió su corazón llenarse de agujeritos cuando su novio lo llamó así pero, en cuanto recordó, sonrió levemente y volvió a su postura ocasional.

—Jungkook ha estado todo este tiempo encerrado en su habitación.

—Mal... dito... idiota —los insultos de Seokjin salían entrecortados mientras se ocupaba de golpear con fuerza la cabeza del peliverde con una revista de cocina.

El menor se encorvó y cubrió su cabeza con ambos brazos, intentando en vano librarse de los golpes mientras rogaba a su novio que se detuviera. Seokjin hizo caso un rato después y entonces lo miró expectante, esperando una explicación o algo que se le asemeje. Alzó una de sus cejas.

—Bueno, bueno... no he hablado con él, ¿ok? Sólo oí a su padre gritarle que se vaya a bañar —volvió a su postura normal y acomodó su atuendo—. Pero creeme, mi amor, si Jungkook no corrió dónde Taehyung los primeros dos minutos de haber peleado... él de verdad necesita tiempo solo.

Alzó sus brazos como escudo una segunda vez cuando Seokjin amagó que lo golpearía de nuevo.

—¡Ve a hablar con él!

Yoongi hizo un puchero.

—¡Pero quiero estar contigo!

—¡Ve!

El peliverde bufó enojado y a grandes zancadas caminó hasta la salida de la cocina de su madre.

—Tardaré un par de horas —masculló entre dientes—. Seguro el señor Jeon nos hará limpiar el cuarto antes de salir.

Seokjin asintió.

—Te veré en la fiesta de cumpleaños de Namjoon.

Yoongi puso sus ojos en blanco y salió de la cocina justo en el momento en que Seokjin le revoleaba la revista.

[...]

—Jungkook, apuesto a que no es lo que creíste.

El mayor de ambos habló, deshaciéndose de la ultima pizca de polvo que adornaba la alfombra de la habitación y posteriormente apagando la aspiradora.

El pelinegro lo observó con semblante serio y apestaba a mierda. Las ojeras debajo de sus ojos estaban bien marcadas y junto a él descansaba una penosa montaña de pañuelos llenos de mocos y lágrimas.

—¿Te mandó para que tú terminaras conmigo, Min Yoongi? —el nombrado hizo una mueca—. ¿O todo esto se basó en que planea tener un trío?

Yoongi sonrió burlón y negó, queriendo acercarse a él, más manteniendo una distancia prudente ante el asqueroso olor que emanaba el menor.

—Conociendo a Taehyung, dudo que quiera compartirte con alguien.

El rostro de Jungkook se deformó en una expresión de dolor y Yoongi sintió ganas de vomitar cuando éste tomó uno de los pañuelos usados para comenzar a llorar y sonarse la nariz.

Mi Novio Es Gay •• KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora