Azul Francia: Amable, alegre y con un poco opaco.
Hoy amanecí un poco enferma, algo agripada así que no había salido en todo el día de mi cuarto y mi madre se había quedado conmigo esperando a que la fiebre bajara un poco y los medicamentos por fin hicieran efecto.
-Es porque estamos en temporada de febrícula cariño- dijo mi madre mientras pasaba en trapo con hielos en mi frente con cariño.
Daisy había pasado un par de veces a preguntar como seguía, peor me había negado a recibirla con la escusa de que no me sentía dispuesta, cuando en realidad no deseaba verla en lo absoluto después de escuchar el rumor de su nuevo noviazgo e imaginar a Juas llorando porque el no era el protagonista de esa historia de amor.
Ni siquiera estaba segura de lo que me dolía más, si era que el corazón de Juas no era para mi o que la dueña de este se ocupaba con alguien.
Daisy, la villana de una historia que realmente no necesitaba de una, porque yo jamás le Conte de mi secreto enamoramiento con nuestro amigo y ella no debía lealtad a algo que no conocía.
En cierta parte todo era mi culpa, pero tampoco podía meterme en la forma que Juas la veía, como si ella brillara.
También Mila, tuve que ignorarla porque si no correría con el chisme a la otra chica de que a ella si le había dado atención y Daisy empezaría a sospechar, ella lo dejaría y eso terminaría causándonos dolor a los tres.
Enredada en un triangulo amoroso en donde yo no tenia alguna clase de ventaja y claramente me quedaría sentada en la vereda esperando la nada.
La ventaja de todo esto radicaba en el echo de que me había dado tiempo para dibujar además de un poquito de inspiración.
Mi madre salió de la habitación, se escuchaba mucho ruido afuera y menciono que debía de ayudar a mi padre con la panadería.
De pronto escuche pequeñas piedras golpear la ventana, on molestia me levante de la cama a cubrir esta con las cortinas, verdaderamente no quería saber nada de la castaña por un largo rato.
Pero los pitillos no paraban, cada vez piedras más grandes hasta que me asusto le echo de que el vidrio se rompiera.
Volví a levantarme y grité.
-¡Basta, déjenme dormir-
-Dale Sofia, solo quería hablar con vos- escuché una voz masculina y enorme fue mi sonrisa ver a Felipe, el muchacho de ojos bonitos parado en la calle viendo hacia arriba con una enorme sonrisa.
-Pero ¿qué haces? - le pregunte mientras intentaba hacer mi cabello hacia atrás pro la vergüenza.
-No sé ¿queres salir hoy? Podemos ir a jugar futbol- dijo el a lo que yo negué -¿Qué Tenes?-
-Estoy enferma, no puedo salir de casa- respondí a lo que el se quedó callado para después salir corriendo a su casa.
De seguro que lo asuste pensé hasta que note como su balcón, frente al mío se abría con cuidado y el salía de este.
Me sonrió, la sonrisa más bonita que había visto y se sentó con cuidado en el suelo pegando su rostro a los barrotes como hace un par de noches.
-¿Qué quieres pipe?.
-Te dije que me llamara Felipe, y nada solo planeaba charlar contigo.
Yo lo mire no muy convencida, pero tome alado, quedando como único espacio los tubos de metal de seguridad de cada balcón.
-Oh Sofia, Sofia ¿Dónde estas que no te veo? - grito el llamando la atención de la gente que pasaba, yo reí.
-¡Basta, que todos nos ven!
-Sofia siente vergüenza de mi, enorme es mi tristeza a esto- dijo el exageradamente mientras negaba con la cabeza.
Por un momento no me sentí tan enferma, un poco más fuerte, aunque mi imagen de seguro era muy lamentable.
-Estuve viendo una película de ese pintor que mencionaste la otra vez- dijo el de la nada y sonreí emocionada.
Las personas no solían tomarse esos pequeños detalles por mi.
-Gracias- le dije a lo que el solo negó y se acomodó la gorra.
- ¿Qué te gustaría ser de adulta? - me pregunto el mirando a la nada, yo suspire.
-Honestamente me gustaría dedicarme a tiempo completo a pintar, pero mis padres esperan que estudie leyes.
-Entendible por parte de ellos peor es tú vida, deberías de escoger tú.
-no es tan fácil, ellos han sido tan bueno conmigo que no quiero decepcionarlos ¿tu a que te quieres dedicar?
-Yo estaba estudiando medicina, peor me Sali de la carrera porque no me encantaba la carrera- confeso y yo lo mire sorprendía.
-¿Qué te dijeron tus padres?
-Nada, lo entendieron y me apoyaron, mi hermano estudia música.
Nos quedamos en silencio, desde aquí se podía ver un poco la playa, un tono de azul muy lindo, pero no era el exacto.
-Oye Sofia ¿Cuál es el azul perfecto? - cuestiono el.
-No lo sé Pipe- el de sus ojos.
-Si gustas, podría ayudarte a descubrirlo.
Holaaaaa.
¿Cómo están? ¿Qué les pareció este nuevo cap?
Siento que ando muy creativa.
Les dejo un dibujito que encontré q algo así me hizo que son los balcones.
Miedo inspirado en el callejón del beso.
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Adioooooooos.
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𝑬𝒍 𝑨𝒓𝒕𝒆 𝑫𝒆 𝑷𝒊𝒏𝒕𝒂𝒓 𝑻𝒖𝒔 𝑶𝒋𝒐𝒔. // 𝑭𝒆𝒍𝒊𝒑𝒆 𝑶𝒕𝒂𝒏̃𝒐
FanfictionDonde una aspirante a pintora italiana conoce a su nuevo vecino argentino que parece tener los ojos más bonitos del mundo. O Donde el apasionado por football conoce a la extraña y amable vecina que parece tener una obsesión extraña por el color azul.