🫐 𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 2🥛

1K 122 7
                                    

Pov

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pov. Angelique

Mi respiración se agitó al divisar a lo lejos a aquella mujer que lucía idéntica a mí en apariencia, vistiendo la misma ropa y con un cabello que replicaba mi estilo, la única diferencia era la venda sucia que cubría sus ojos.

Sobresaltada, aceleré el paso casi corriendo, sin importar que llevaba tacones, hasta llegar al supermercado. Un suspiro de alivio escapó de mis labios al encontrarme en un lugar lleno de gente y con más posibilidades de escapar. Tomé un carrito y comencé a buscar cada artículo que figuraba en mi lista de compras.

Cada vez que me cruzaba con otra persona, nos esquivábamos mutuamente con rapidez. La desconfianza reinaba en todos los ámbitos de la vida, incluso entre amigos y familiares. Con los desconocidos, la situación era aún más tensa, ya que nunca se sabía quién podría ser un doppelganger.

- ¡Vaya, señorita Diamond, qué raro es verla salir de su departamento! -Me saludó con una sonrisa la señora Rafttellyn Cappuccin- ¿Viene de compras?

- Buenos días, señora Cappuccin -Respondí, manteniendo una discreta distancia y preparada para actuar rápidamente si fuera necesario- Así es, y parece que usted también está terminando, ¿verdad?

- Acabo de llegar, vine a buscar algunas cosas para la cena de hoy -Me comentó mientras echaba un vistazo a mi lista de compras- Parece que ya no tienen comida en su departamento, querida. Bueno, debo seguir con mis asuntos. ¡Adiós, señorita Diamond!

Se despidió y se alejó con su carrito. Dejé de sonreír una vez que estuvo fuera de mi vista. La señora Cappuccin era una vecina amable pero sumamente chismosa. No la juzgaba, ya que ambas éramos amas de casa, o al menos en su mayoría, dado que yo trabajaba desde casa. Sin embargo, al pasar la mayor parte del día trabajando, no me dedicaba a los chismes como hacía la señora Cappuccin.

Continué con mis compras con rapidez, deseando terminar pronto y regresar a casa. Desde que se anunció la existencia de los duplicados, como la mayoría de la población, he desarrollado ansiedad y a menudo experimento delirios de persecución. No me siento segura en la calle por mucho tiempo, especialmente si estoy sola.

En mi recorrido por el supermercado, buscaba productos importados de mi tierra natal, Francia, ya que no me agradaban en su totalidad los productos locales. Busqué huevos, harina, frutas y verduras, intentando mantenerme dentro de mi presupuesto. Sin embargo, no pude resistir detenerme en el pasillo de belleza. Necesitaba un fijador y también quería comprarle un regalo a Francis: una nueva colonia, ya que la anterior se le había agotado.

Busqué la misma colonia que había utilizado anteriormente y que tanto le había gustado. A pesar de que a Francis le gusta limitarse en sus gustos y prefiere invertir en la seguridad de nuestro hogar, decidí optar por la colonia Chanel Pour Monsieur, a pesar de su elevado precio. Mi trabajo me permite darme ciertos lujos de vez en cuando, y no me importaba gastar en algo que sé que le gustará. Añadí la colonia y el fijador a mi carrito y me dirigí a la caja para pagar.

Mientras esperaba en la fila para pagar, cada minuto se me hacia eterno. La ansiedad me invadía, un sentimiento incómodo que traté de calmar controlando mi respiración y contando hasta mil. Finalmente, llegó mi turno, pagué por mis compras, tomé las bolsas y me apresuré a salir. Solo me quedaban dos tareas más antes de regresar a la seguridad de mi hogar.

Caminé por la calle principal hacia mi boutique, y desde el otro lado de la calle, me permití admirar mi trabajo. Mi edificio de dos pisos, pintado de blanco con detalles morados, lucía imponente y lujos, con grandes ventanales que exhibían mis diseños en elegantes maniquís. Entré en la tienda y me dirigí a la oficina de la gerente para solicitar las hojas de contabilidad.

- Buenos días, Dmitriy -la saludé al entrar en la oficina, dejando la puerta abierta por si acaso tenía que huir si resultaba ser un duplicado- Vengo por las hojas de contabilidad.

- Buenos días, jefa -me respondió Dmitriy con una sonrisa, abriendo un cajón de su escritorio- Claro, déjeme buscarlas para dárselas. -Yo asentí para observarla buscando algún error en su aspecto, Dmitriy es una mujer hermosa, ella es mayor que yo, tiene 38 años, su cabello es rojo con ondas, sus ojos verdes y un par de pecas repartidas por todo su rostro y tenía aquella pulcera que todas mis empleadas tenían, se las regalo para qye me sea más fácil identificar cuando un doble finja ser una de mis chicas- Aquí están -me entregó una carpeta, la cual abrí para verificar que todo estuviera en orden.

- Gracias, Dmitriy. Ya debo irme -dije, sonriendo y dándole un abrazo. Me sentí más tranquila al confirmar que realmente era ella- Que tengas un buen día, Dmitriy.

- Igualmente, señorita Angelique -Me despedí para salir de la oficina cargando las bolsas de la compra y la carpeta, la cual metí dentro de mi abrigo para ocultarla y evitar perderla-

Al salir de la tienda, respiré hondo el aire fresco del exterior y me encaminé hacia mi mercería favorita, atendida por una amable anciana y con telas de una calidad excepcional. Después de caminar unas cuantas calles, llegué al lugar y me adentré, recorriendo con detenimiento cada rincón y examinando cuidadosamente las telas. Finalmente, encontré una que sería perfecta para la falda del vestido que había imaginado la noche anterior. Era similar a la seda blanca, pero más asequible, y al hallarla en color negro, una sonrisa de satisfacción se dibujó en mi rostro. Esta tela era ideal para llevar a cabo mi diseño.

Compré 10 metros de la tela en blanco y negro, junto con una docena de hilos del mismo tono. Con el preciado botín en mis manos y todo guardado en una bolsa, salí de la mercería y emprendí el camino de regreso a casa. Finalmente, la jornada de compras había llegado a su fin y pronto estaría de vuelta en la seguridad de mi hogar.

A medida que me acercaba al edificio, me sentía segura y confiada, pensando que nada malo podría suceder ahora... ¿o sí?

Gracias por el apoyo que a tenido la historia! Espero y les guste este capitulo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Gracias por el apoyo que a tenido la historia! Espero y les guste este capitulo. Aunque fue muy sencillo quiero darle un poco de trasfondo a Angelique y comprender un poco su vida.

Doppelganger de Angelique:

Doppelganger de Angelique:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐁𝐥𝐮𝐞𝐛𝐞𝐫𝐫𝐲 𝐌𝐢𝐥𝐤 -ғʀᴀɴᴄɪs ᴍᴏssᴇsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora