Capítulo 3

236 25 3
                                    

Algo anda mal.

Hailey.

Mis ojos no podían abandonar a la mujer que yacía en los brazos de aquel hombre. Las personas comenzaron a acercarse más y una joven sacó un pañuelo y procedió a hacer presión en las heridas, no sin antes pedir que llamaran una ambulancia ya que era mucha la sangre que perdía la mujer en cada segundo que pasaba. Era irreal aquella escena.

Al voltear a ver a mi amigo encontré la misma expresión que traían todos los presentes. Horror, confusión, miedo.

Mi mirada paso por todos y cada uno de ellos y...

Entre el montón de personas hubo una que llamó mi atención por completo.

No podía ver su rostro; traía un buzo el cual no dejaba ver lo que había debajo.

Era evidentemente sospechoso.

Una de sus manos se posó en su pecho mientras hacía leves movimientos al igual que una persona al aguantar la risa. Burla. Se estaba burlando del miedo de los demás y eso era... Enfermizo.

Mis ojos lo evaluaron por completo, tratando de identificarlo, pero nada. Su vestimenta no dejaba algún detalle de el expuesto. Era como un fantasma. Uno el cual yo era la única que lo notaba.

Ese hombre no emitía ruido alguno en el proceso de sus carcajadas, pues las personas se habrían alertado, ¿Quién se ríe en presencia de una posible escena de crimen?

Era como un bufón. Solo que éste daba más vibras de ser cruel y aterrador que divertido.

Con pasos decididos me dirijo hacia él. Con cada paso mi corazón late más; no es la decisión más sensata, lo sé, ni siquiera sé que haré cuando lo tenga de frente. No... ¿Qué estoy haciendo? Estoy por darme la vuelta y volver cuando el bufón enfermizo toma de mi muñeca con tal fuerza que me hace retorcer.

Ladea la cabeza con curiosidad.

Su agarre en mi muñeca se aprieta mucho más.

Mi rostro se tuerce en signo del dolor que estoy experimentando.

—Suéltame o grito —amenazo para que me suelte.

No dice nada, tampoco me suelta solo se queda inmóvil; retándome.

Estoy a punto de gritar cuando ferozmente me suelta, pero al frotar mi muñeca noto que esta tiene una herida. Maldito.

Me cortó.

Con la cabeza gacha se detiene a ver la sangre que yace sobre su mano, lentamente la lleva al interior de su capucha...

No espero más y corro. Salgo de la multitud de personas con el corazón a mil.

Camino unos cuantos pasos más mientras echo miradas curiosas detrás de mí. Asegurándome de que no me persiga

—¡Ethan! ¡Ethan! —rápidamente mi amigo llega donde me encuentro—. Vámonos, tenemos que irnos.

Sus ojos caen en mi muñeca y es cuando cae en cuenta de la situación.

—¿Hailey qué te pasó? ¿Quién te hizo eso? ¿Quieres que...

—No —lo interrumpo—. No le digas a nadie nada —su rostro muestra la más sincera confusión—. Tengo una teoría, pero no puedo decirte aquí. No ahora.

Él coloca una mano sobre mi hombro para que comience a avanzar. Si entendió mi punto.

En el lugar donde nos encontrábamos habían demasiadas personas aglomeradas. Si sacaba alguna conclusión de lo que me había pasado y alguien escuchaba, posiblemente se enterase el hombre que me atacó y aún no sé si es el mismo que atacó a la mujer del callejón. Si fue así y es el mismo no dudará en venir tras de nosotros por divulgarlo.

Oscura PerfecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora