Capítulo 3: ¡Hola, Rosie!

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Charlie y Alastor terminan por ingresar al establecimiento en el cual se habían detenido. Charlie mira el lugar con curiosidad, mientras que Alastor lo mira con intenciones de encontrar a una cierta persona en particular.

Alastor: (Viendo a sus alrededores) Mmm...

Charlie: (Nota la mirada peculiar de Alastor) ¿Buscas a alguien, Alastor?

???: Sí, ¿buscas a alguien, Alastor?

Charlie y Alastor se giran hacia la dirección de donde provino la voz y observan a una mujer alta de color blanco y ojos negros, vestida como en los tiempos antiguos.

Alastor: (La reconoce al instante) ¡Rosie, querida, que bueno verte! (Se acerca con ella)

Rosie: ¡Alastor! (Lo toma de los hombros felizmente) Siempre es un deleite verte por estos lares, aunque no esperaba una visita sorpresa mientras trabajaba.

Alastor: No estaba en mis planes, pero una situación peculiar hizo que me decidiera por venir aquí.

Rosie: Oh, ¿y qué podría ser esa situación peculiar?

Alastor: (Se aparta y deja ver por detrás de él a una asombrada Charlie)

Alastor: Rosie, te presento a la princesa del Infierno: ¡Charlie Morningstar! Y Charlie, te presento a la soberana más peligrosa y encantadora de este lado del pentagrama: ¡Rosie!

Charlie: (Saluda agitando su mano de una manera rápida y emocionada) ¡Hola, soy Charlie! Aunque Alastor ya te lo dijo, je, je. Es un placer conocerla, señorita Rosie, usted debe ser la amiga que Alastor me mencionó hace rato. (Dando su mejor sonrisa)

Rosie: (Se acerca y le estrecha la mano) Oh, ¡pero si eres una lindura! No esperaba tener a la realeza en mi humilde establecimiento. (Sonriendo gentilmente)

Rosie: (Voltea hacia las demás personas presentes y alza la voz) ¡Escuchen todos! ¡El emporio estará cerrado a partir de ya, así que nos vemos mañana!

Todos los clientes salen de manera extrañada, pero sin poner resistencia. Si Rosie cerraba su negocio temprano, algo importante debe de estar ocurriendo.

Rosie: (Dirige su mirada hacia Alastor) Alastor, no me habías dicho que te habías estado involucrando con personas de tal calibre.

Alastor: Es solo un pequeño entretenimiento personal, querida, seguramente has oído hablar del Hotel Hazbin.

Rosie: Ah, sí, ese hotel ha estado en la boca de todos, pero no por buenas razones... (Hace una ligera mueca de incomodidad)

Charlie: (Ríe nerviosamente mientras juega con su cabello y mira a otra dirección)

Alastor: Bueno, pues ese hotel es obra de la princesa aquí presente.

Rosie: ¿En serio? (Mira a Charlie)

Charlie: S-Sí, yo lo fundé hace un par de semanas, pero no ha tenido mucho éxito... (Sonando triste)

Alastor: Así es, hubo mucha burla al respecto cuando ella dio su anuncio en esa cosa ruidosa a la que llaman televisión. Yo fui uno de los que lo presenció, y decidí ir al hotel a prestar mis servicios para entretenerme. Cuando llevas casi un siglo en este lugar, el aburrimiento no tarda en llegar.

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